Vivimos tiempos convulsionados, tiempos difíciles, tiempos de definiciones…pero también tiempo para la reflexión y la esperanza…
En los actuales momentos políticos en las cuales el diálogo aparece en el escenario como un verdadero mecanismo para el logro de acciones concreta en el campo político-económico que contribuya a enderezar algunos desequilibrios que están afectando a la concordia nacional y sus bienes más apreciados: Paz y Justicia.
Los sectores políticos de la oposición que cada día se deslizan más al pensamiento fascista y ultraderechista siguen insistiendo en no seguir en la mesa de diálogo, en no darle más tiempo al gobierno legal, legítimo y constitucional, porque sienten que el presidente Nicolás Maduro, lo que está es ganando tiempo y los voceros del chavismo en la mesa de diálogo perciben que la oposición no quieren darle más TIEMPO al gobierno y desean por cualquier vía el ¿Maduro vete ya!
Por lo tanto estamos en una situación política polarizada: el gobierno quiere dialogar para llegar a ciertos acuerdos en el campo económico a sabiendas que la oposición a estado desde hace muchísimo tiempo en alianza estratégica con sectores económicos con el fin estratégico de romper con la institucionalidad y estabilidad política con el propósito de desalojar al chavismo del poder ejecutivo nacional y lograr el regreso de la soñada cuarta república neo-liberal.
Las grandes interrogantes en la mesa de diálogo serían las siguientes: si la oposición más radical quieren presionar para salir de Maduro a como de lugar, porque según ellos éste es el momento… ¿van a ir a un diálogo para respetar que las próximas elecciones presidenciales serán en diciembre de 2018? Y el gobierno electo para un mandato 2013-2019, por la voluntad popular, ¿va a permitir salir de manera anticipada del poder ejecutivo nacional?
Considero que estamos en tiempo de diálogos, pero entre el poder constituyente y popular, con el poder constituido y sectores económicos progresistas y nacionalistas en donde el eje central sea el futuro de la patria y del pueblo venezolano.
El tiempo pasa y no se detiene…
