Y ya que Su Santidad Francisco al aparecer aboga por un entendimiento fecundo entre el gobierno de Maduro y los güelefritos de la MUD, para abonar la paz, y en razón de que esa gentecita luce poseída por insalvables contradicciones propias de sus odios destructores y que no permiten alcanzar acuerdos, bueno sería que el llamado Papa Negro en tanto que evidente oblato de esa gentecita, pusiera de por medio algún buen oficio, si es que lo tiene, y obligara a la MUD a entrar en razón; mas, eso parece muy peregrino.
Que "si la razón hace al hombre el sentimiento lo conduce" -de Rousseau- y, puesto que a mí me gusta también meter la cuchara, añado que el sentimiento es el accionar de los sentidos pero esa gente parece no tener sentimiento noble alguno porque eso de quemar vivo a un perro, tal como ellos hicieron durante la guarimba, y ni que decir de quemar un kínder con la pila de mocositos adentro, ¿cómo se llama eso?
El Papa Negro podría reivindicarse si en vez de él atizar los conflictos con sus opiniones más que sesgadas, envenenadas; y no es de ahora que el referido plutócrata y Papa Negro la emprende contra las fuerzas bolivarianas, pero nada se pierde con llamarlo a un fundamento racional y al buen sentimiento que él pudiese tener en lo más recóndito de su existencia, dado su alto cargo.
El camino a la anhelada paz sustentable para nuestro esforzado pueblo no es ese inmenso espacio físico lleno de ambiciones y de odios destructivos que tenemos por delante sino la coherencia y el debido accionar de nuestras más nobles fuerzas interiores, entre otros valores del socialismo, el amor y la solidaridad, especialmente para con los más inopes.
La MUD destruye hasta lo indestructible, ese es el quid de la cuestión.
