Se enfría la oposición



Los tiempos de humo negro, truenos y relámpagos surgidos de los hornos crematorios de la oposición y que amenazaban constantemente de oscurecer los cielos azules de la verdad, poco a poco se fueron extinguiendo y hoy lo queda por allí son pequeños estornudos hormonales de chimeneas que no asustan y tampoco representan una amenaza real para el sentido de la vida y la práctica revolucionaria. Esa es la verdad, la oposición se enfrió y sus aspiraciones malévolas rodaron por el abismo de la derrota y la indiferencia hasta de sus propios seguidores, que ahora se sienten frustrados con un liderazgo irresponsable, golpista y manipulador.

Precisamente, esas cualidades negativas es lo que ha hecho de la oposición una clase política detestable, cuyos principales voceros actúan como sepultureros que escarban en las tierras de la maldad para enterrar las esperanzas de su propia gente, de su propio pueblo y de su propio país. Para nada importa que ellos solitos quieran desbarrancarse irracionalmente por los abismos de la política, pero el problema es que en su locura de tipo esquizofrénica arrastran a su propia gente para llevarlas al campo gris de la frustración. Además, esos mismos dirigentes sepultureros son individuos peligrosos y dañinos para la salud democrática del país y la convivencia de la sociedad venezolana.

Su práctica golpista y desestabilizadora viene desde el año 2001, cuando comenzaron a conspirar para luego dar el golpe de Estado en el 2002 y el paro-sabotaje petrolero que duró hasta los primeros meses del 2003. Desde entonces no han parado, causando mucho daño en los aspectos sociales, políticos, económicos y culturales. Esos “lideres” perversos y negativos de la oposición prostituyeron la manera de hacer política, queriéndola convertir en una orgia permanente. En componenda con los empresarios y comerciantes de la derecha usera, convirtieron los alimentos en un arma de guerra y en una especie de maldad extrema empezaron a acaparar los alimentos y luego a especular con los mismos. Igual hicieron con los repuestos para vehículos y motos. También con la medicina, que la escondieron hasta que murieron todos los pacientes. Esa es la historia malvada de la oposición y es por ello que están condenados a la derrota eterna para desdibujarse en el tiempo y enfriarse en todos sus planes miserables.

Esos truenos y relámpagos tuvieron sus efectos y mucha gente cayó en la trampa del miedo y la tristeza Producto del vil engaño y la manipulación de un discurso que daba días para el descalabro final de la revolución, lograron sumar el apoyo de muchos incautos. Y bajo los efectos de esa euforia, montaron la guarimba del 2014, donde fueron derrotados por las fuerzas revolucionarias. A pesar de eso y bajo una campaña electoral de falsas promesas ganaron la mayoría para la Asamblea Nacional y en un arranque fallido dieron un plazo de seis meses para ponerle punto final al gobierno de Maduro y la revolución. No obstante, fueron derrotados y con esa derrota se les vino abajo la carta del revocatorio.

Ahora, como regalo y premio a la mediocridad política, la nueva junta directiva de la Asamblea Nacional acaba de aprobar el “abandono del cargo” por parte de Nicolás Maduro. Como diría mi amiga Aurora Cueche, a esa gente de la oposición se le congeló el cerebro. Pero más que eso, yo creo que a la oposición se le enfrió el guarapo. ¡Ríndanse que están rodeados!



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Eduardo Marapacuto


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