A propósito de las temeridades e improperios que el Sr. Ramos Allup expresó (cual europeo, o mejor dicho, blanco de orilla, muy de la época colonial), contra el General Zamora, héroe de nuestra gesta emancipadora en el marco de la Guerra Federal me vi obligado a investigar sobre sus orígenes y no sólo encontré lo que seguidamente destaco, sino que concluyo que su postura en eminentemente ideológica (clasista), como la que asumen algunos de sus paisanos por allá en el Líbano en favor del extranjero invasor (desde tiempos pretéritos), en tierra de sus ancestros, contra sus parientes -que no los puede negar-, árabes.
Lo primero, Líbano es un país africano que hace frontera con Siria y con Israel. Su ubicación es la encrucijada de la cuenca mediterránea donde los países árabes han facilitado (léase bien), su rica historia, dando forma a una identidad cultural de diversidad religiosa y étnica; siendo la evidencia más temprana de una civilización en el Líbano, los fenicios y su reino hasta que éstos cayeron bajo el dominio del Imperio Romano y con el tiempo se convirtió en uno de los principales centros del cristianismo del Imperio, surgiendo una tradición monástica, la cual se estableció con la Iglesia Maronita. No obstante y a diferencia de los europeos, los árabes quienes los conquistaron, sin embargo, permitieron que los maronitas mantuvieran su religión e identidad. Con el paso de los años, se establecieron nuevos grupos religiosos, como los drusos, quienes se ubicaron en el Monte Líbano, creando así, una división religiosa que duraría siglos y que los imperios occidentales han usado a su antojo para dividir el mundo musulmán.
Durante las Cruzadas, los maronitas restablecieron el contacto con la Iglesia Católica Romana y afirmaron su comunión con Roma, traicionando sus raíces de tal suerte, que esos vínculos establecidos con los latinos, influyó toda la región en la modernidad.
Luego cayeron bajo el dominio del Imperio Otomano de 1516 a 1918 y tras el colapso de ese imperio y en el marco de la Primera Guerra Mundial, las cinco provincias que constituyen el Líbano moderno, recayeron sobre el mandato de Francia. Será por eso que algunos de ellos se creen europeo.
Finalmente, el país obtuvo su independencia en 1943 del siglo XX (nosotros hace más de 200 años), estableciendo un sistema político único -"confesionalismo"- es decir, un mecanismo no democrático para compartir el poder, basado en las castas autoritarias a través de las comunidades religiosas.
Cabe destacar, según cifras publicadas por la ONU, “de los ingresos que obtiene el Líbano, cerca de 8.200 millones de dólares (una quinta parte de la economía del país), proviene de los envíos de sus correligionarios desde el exterior”...
De hecho, la internet subraya que: “El Líbano, la que fuera la ciudad más divertida y vibrante del Norte de África renace de sus cenizas decidida a recuperar el título y ofrece un paisaje embriagador donde no faltan las noches largas, la hospitalidad mediterránea y el lujo asiático. No dejes de explorar el casco antiguo, recién rehabilitado, donde vuelven a despuntar las boutiques internacionales y los restaurantes de lujo, ni te pierdas el recorrido entre sus Iglesias y Mezquitas, una buena prueba de que la convivencia es posible. Y si quieres darte un capricho disfruta del nuevo Zoco, impresionante”...
Entonces, por qué el nacido el 17 de octubre de 1943 en Valencia, estado Carabobo, hijo de dos honorables ciudadanos inmigrantes de origen libanés, reniega de sus orígenes étnicos y piensa y actúa como europeo?
Será que en su Valencia (pese a las contradicciones partidarias entre liberales y conservadores o mejor dicho, adecos y copeyanos en el estado Carabobo), el añora finalmente se imponga la Cofradía de los Salas Rommer; es decir, la “Junta Conservadora por los Derechos de Fernando VII”, mismos que enarbolaron la “Cosiata” contra el Padre Libertador y que hoy son parte de las acciones desestabilizadoras contra el Pueblo bolivariano, Zamorano, anti imperialista y profundamente, Chavista?
