Este lunes 8-M, me calé con agrado algunas de las intervenciones de la reunión entre partidos pequeños de la oposición con miembros de la comisión de la Asamblea Nacional Constituyente. Pude disfrutar de todas las intervenciones, pero la reunión no existía para los medios de comunicación de oposición y VTV daba el pase en algunas ocasiones.
Me dispuse a oírlo voluntariamente, en la medida en que VTV le iban dando salidas a las intervenciones. Me cuesta mucho decirlo, pero unas de las intervenciones que le coloqué mucho cuidado en oírla, fue la de Bandera Roja. No pude evitar recordar tiempos en el pasillo de la escuela de psicología de la UCV y a la compañera Fany. La última vez que supe de esta compañera andaba por Maturín, pero en ese pasillo y justo bajo las escaleras que conducían a la escuela de historia nos forjamos sueños y entre sueño y sueño, quedaba un tiempo para pintar pancartas y distribuir “Qué Hacer”, que era el periodico de Bandera Roja.
Simpatice con muchas de las intervenciones que oí y no me siento desleal con eso. Al oír al Puerta Aponte, me quedó una frase que no estoy muy segura de compartir, pero me volvió a esos tiempos. Dijo más o menos, que el “leguleyismo” no podía atascarnos y que la crisis del país no podía involucrarnos en un debate largo e intenso sobre tres o cuatro artículos. Asumí que no manejaba despectivamente este término (leguleyismo) para descalificar o restarle importancia a la constitución. Se focalizaba en plantear con urgencia una ruta distinta al caos. No puedo asegurar, que Gabriel Puerta Aponte estaba siendo muy transparente en su interevención, pero pensé que jugaba claro.
Vi en esa reunión, la posibilidad de contar con una oposición que sin darle tregua al PSUV, se cobije con el interés nacional y el uso de la política como una herramienta para buscar (con ideas distinta) un destino como país en el marco de una independencia. Puedo estar siendo ingenua, pero tengo el derecho de verme como ingenua. Así como sostengo, que por un viejo sueño me emocione al oír esta expresión en la voz de Gabriel Puerta Aponte, que en mi vida estudiantil fue un referente importante y soñabamos ser como él o Tito Gonzáles Heredia, debo reconocer también, que me interesó mucho la intervención de Segundo Meléndez (MAS) y de Manuel Quijada.
Me interesó porque vi en los pequeños de oposición una posibilidad de tener una oposición distinta y romper en ese frente y con los partidos pequeños el problema de la polarización que no nos sirve para nada.
Así como aconteció esa reunión entre los pequeños de la MUD y el lado de la polarización del proceso, creo que si Elías Jaua no se ha enterado que de este lado también hay partidos pequeños que han sido totalmente marginados por el proceso, sería muy bueno, que los partidos y organizaciones pequeñas chavistas soliciten una reunión con la comisión presidencial que se creó para trabajar lo de la constituyente. Esa reunión también puede ser interesante para el país.
Estas organizaciones también tienen una versión que darnos y es importante que en este momento pueda conocerse.
Ya la solicitud de audiencia o reunión con toda la comisión debe estar preparada y camino a Miraflores. Esta solicitud debería salir muy pronto; antes que la Comisión puede arrepentirse de haber hecho esta reunión con los pequeños de la oposición. Ya está bueno ya de un país político en blanco y negro. Es necesario una nueva fuerza chavista y seguro que es fundamental también, una oposición que no se venda tan barata y “sueñe” con un país sumido en el caos como una vía para llegar al poder.
Amarantaroja063@gmail.com
@La_DagaRoja
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