¿D e qué está hecha cierta clase media? Me perdonan los que razonan, sea cual sea su opción religiosa, política, estética, con tal de que no haya sido inculcada por Globovisión. Los excitados ni me leen porque no leen.
Alarma cómo los electrizados siguen a los medios. No tienen autonomía. Ha poco les dieron la orden poshipnótica de que el postulado era Petkoff e hicieron con las manos una conmovedora T. La mayoría de la oposición se negó, por cierto, a causa de algo que dejo de último porque es esencial. No captó a Petkoff porque nadie sabe cómo tomarlo. Su ultraderechismo pan con queso es obvio, y mientras más bravucón más sumiso, pero la derecha no perdona. Y la ultraderecha ni te digo. En Venezuela no hay derecha sino ultraderecha.
Entonces impusieron al Conde del Guácharo. Los cerebros fofos de la ultraderecha lo creyeron señuelo para bolivarianos, percibidos como cha bacanos. Pero si hubiesen razonado siquiera un poquito, se hubiesen dado cuenta de que el Conde no es emblema de pobre sino la caricatura de pueblo que tiene esa clase y por eso paga altos precios por sus presentaciones, para creerse distinta. El Conde es producto de la imbecilidad y de la barbarie de los exasperaditos de la clase media. En otras naciones esas clases admiran a comediantes que exigen inteligencia, Lenny Bruce, Guy Bedos o el mejor, Andrés López, aquí al lado en Colombia. El Conde no arrancó ni un voto en el cerro porque allí es percibido como lo que es: burla chabacana de los pobres, como Ciudad Bendita. Esta media clase atribuye su procacidad a otros.
Ahora los medios les decretaron a Rosales, porque nadie comió ni siquiera con Roberto Smith, que encima no leía fielmente las chuletas de la Embajada. Y desmantelaron el guiñol, ya cumplido su fin. Ojalá Rausseo sea autónomo, pero seguramente cuando leas esto ya se habrá goteado, según el plan.
¿Esta clase es manipulada por los medios? Tal vez es peor: la clasecita esa es creación de los medios esos, tanto como de los colegios privados, de la empresa privada y de los centros comerciales. Del capitalismo, pues. ¿Has notado que esa gente nunca sale de esos lugares? Pero ya la mayoría no obedece órdenes golpistas. Bienvenida a la inteligencia.