El mandado

¿Cómo explicarse la manía opositora de fracasar? Uno los ve sucumbir una y otra vez cometiendo toda clase de estropicios. Politizan un equipo de beisbol y el equipo se va al foso.

Cuentan que el rey Midas volvía oro todo lo que tocaba, por lo cual estuvo a punto de morir de hambre. Con razón Apolo le puso orejas de burro. Si Midas viviera hoy sería de la oposición. Se tapaba las orejas de burro con un sombrero y un día un barbero que supo de las orejas enterró el secreto en un hueco. Pero pronto nacieron allí unos juncos que mecidos por el viento proclamaban su secreto. La oposición ha inventado encuestas que ponen a ganar a Rosales y la trampa se vuelve secreto a voces.

En su vocación de disparate hacen circular rumores de una corrida bancaria, dañando a sus benefactores, que rápidamente tienen que salir a aclarar que nunca la banca venezolana tuvo más salud, que desastre bancario había cuando la economía la dirigían los genios que ahora asesoran a Rosales, entre ellos Teodoro, candidato a Premio Nobel de Economía.

Acusan a Hugo Chávez de populismo y promueven la forma más escandalosa de populismo: una tarjeta de débito que se propone comprar votos a crédito, como si la gente fuera bolsa. Bolsas son unos cuantos, claro, que detestan a Chávez pero les gusta Rosales y con aquella arrogancia, caballero.

Están dispuestos a todo con tal de salir de Chávez, devastar el país si es necesario. Ya lo intentaron con el paro patronal de 2002 (ver El mal absoluto).

Convocaron un paro patronal en que arruinaron a un gentío que perdió sus puestos y sus negocios. Se envilecieron de los modos más irreparables en medio del golpe y luego dicen que nunca estuvieron allí, que no estuvieron en Miraflores el 12 de abril de 2002, aunque todo el planeta los vio allí, celebrando, Marcel Granier, Guaicaipuro Lameda. Rosales dice que firmó una asistencia en medio de una confusión, pero el periódico zuliano La Verdad del 13 de abril de 2002 revela la declaración explícita de Rosales de apoyo «irrestricto» al golpe. En ese apoyo ordenó el asalto de Corpozulia el propio 12 de abril, tal como lo proclamó por televisión. ¿Estaba confundido?

Y así, se les descubre todo, Leopoldo López aparece con una máscara antigás en plena guarimba, así como apareció junto con el otro alcalde Henrique Capriles Radonski en plan de esbirros, apresando gentes sin respetar detalles legales. No les importa que se sepa nada porque tienen la íntima convicción, desde 2001, de que están a 15 días de tomar el poder.

Eso los conduce a toda clase de chascos, dejando a su paso una reguera de pruebas.

Parecen, son, una compañía de cómicos de la legua, pero de cómicos malos. Porque uno se ríe con un cómico bueno en cambio uno se ríe de un cómico malo.

¿Por qué hacen todo esto? ¿Por qué tanto empeño en fracasar? Primero porque no tienen ni inteligencia ni amor propio. Pero también porque cumplen con un mandado torpe. Si el imperio está dispuesto a malbaratar el dinero de los contribuyentes, allá él. Imagino cuánto estos malandrines de la oposición se ríen de Bush.


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Roberto Hernández Montoya

Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos" denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se transmite por RNV y VTV.

 roberto.hernandez.montoya@gmail.com      @rhm1947

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