Un pendejo con título de doctor

Sí, no cabe otra expresión para el ¿economista? Miguel Ángel Santos, quien
presuntamente tiene un doctorado en Economía y es profesor del IESA, pero
insiste en escribir cada pendejada que da pena ajena leerlo.

La última pendejada de este ilustre pendejo está con fecha 22-12-06 en el
diario El Universal, página 1-7 bajo el título "Hablar de inflación en
Navidad". En dicho pendejo escrito, el ilustre pendejo incurre en la
pendejada de insinuar que recién concluida Encuesta de Presupuestos
Familiares realizada en conjunto por el BCV y el Instituto Nacional de
Estadísticas fue hecha para alterar la ponderación de la canasta de bienes y
servicios que sirve de base para el cálculo científico del Índice de Precios
al Consumidor (IPC), para que el cálculo arrojara una cifra menor y añade,
de manera sucia y mal intencionada que "No podía ser de otra forma, de lo
contrario, ¡para qué se iba a hacer una "nueva encuesta?".

Supone este pendejo que los demás somos pendejos cuando da por sentado, y
así lo declara, que nadie leyó la noticia de la nueva ponderación de la
canasta, aún no puesta en vigencia, y que no tendremos la capacidad o
disposición para manejar y analizar esa información. Resulta que este
pendejo comete triple pendejada, indigna de un presunto "DOCTOR" y profesor
del IESA.

Primera pendejada, ignorar los fundamentos de la ciencia estadística que
obligan a la actualización de los instrumentos de medición que comportan
elementos asociados a variables sicológicas y sociológicas que determinan
variabilidad en la conductas de actores económicos. De hecho, la anterior
Encuesta de Presupuestos Familiares data del año 1997, por lo que
necesariamente debió se actualizada, mediante una investigación por muestreo
probabilístico estratificado bietápico (para que el pendejo entienda, se
trata de un método científico objetivo donde se determina una muestra
representativa, con un margen de error mínimo calculado por fórmulas
estándares, donde se identifican y distinguen los patrones de consumo de
cada estrato socioeconómico de la población, realizada en dos etapas, una
general y otra más detallada y exhaustiva dentro de las muestras) para que a
su vez fueran actualizados los patrones de consumo por estrato social que
sirven de base para las ponderaciones del IPC.

La segunda pendejada consiste en ignorar que los patrones de consumo de cada
estrato determinados por el método científico arriba señalado son
RESULTADOS, vale decir, son las cifras que arroja una medición (gústenle a
quien le gusten), cifras que a su vez configuran la respectiva ponderación
de los índices parciales de cada rubro en cada estrato, los cuales son
agregados con su respectiva ponderación demográfica en el IPC, que es un
índice general, como cualquier otro agregado estadístico o macroeconómico,
verbigracia, el tan manoseado Ingreso per Cápita.

La tercera pendejada, la peor hasta donde va este escrito, es atribuir una
malsana intención al "rrrréééGimen" al cambiar la ponderación para que ahora
de un resultado menor, aunque todavía esa nueva ponderación no está en uso.
Resulta que el pendejo, en su inmensa pendejera, no se da cuenta que sería
un acto muy pendejo manipular la ponderación sobre la base de mediciones y
resultados anteriores, porque nadie puede controlar los hechos futuros y
puede muy bien resultar que el mes siguiente o el posterior un sinnúmero de
factores hagan que sean los rubros "favorecidos" con la alteración de la
ponderación los que sufran un mayor incremento relativo en sus precios y se
termine cometiendo la pendejada de que el resultado global del IPC arroje
una supuesta cifra más alta de la que realmente sea según la verdadera
ponderación científicamente registrada, ¿Entenderá un pendejo este hecho de
simple sentido común, el menos común de los sentidos (Wilde dixit)? O
¿pretenderá sostener la pendejada de que las autoridades estadísticas
alteran cada mes y de manera posterior al cierre mensual la ponderación
para que siempre arroje un resultado "favorable"? Habría que ser muy pendejo
para tragarse semejante rueda de molino.

Pero el pendejo no termina ahí en su emisión de pendejadas, ¡no¡. En el
siguiente párrafo sale con la pendejada de que "nadie está en estos días
para reparar (de nuevo el pendejo pendejamente comete la pendejada de creer
que los demás son pendejos) en que, en el área metropolitana, el porcentaje
que, según la nueva encuesta, las familias dedican a alimentos y bebidas
cayó de 29% a 25% del total de su presupuesto familiar..." para, de
seguidas, atribuir el hecho, según él negativo, al relativo mayor porcentaje
de incremento de precios en dicho rubro (sin explicar porque los sátrapas
del "rrrréééGimen" no manipularon también estas cifras).

Resulta que este último "descubrimiento" es otra soberana pendejada del
ilustre pendejo de marras. Ignora el autotitulado único sabihondo de la
comarca que el consumo de alimentos ha aumentado en el último año en un 30% en general, con mayor énfasis en los estratos "D" y "E" de la población, es
decir, los de menores ingresos, donde el consumo de carnes rojas, por
primera vez en años, ha aumentado en un 11%, cifras todas estas avaladas
públicamente no sólo por los entes oficiales, sino también por los gremios
PRIVADOS de la producción y el comercio, noticias estas que sólo los
pendejos pueden ignorar.

No obstante, y es algo tal vez demasiado difícil de entender para un
pendejo estructural, que aunque en términos absolutos la población en
general, y en mayor cuantía los sectores populares, estén consumiendo más y
mejores alimentos, el porcentaje del gasto dedicado a dicho consumo (que es
una cifra relativa) y que sigue siendo, por razones obvias, el porcentaje
mayor del presupuesto de hogares en general y lo es más en los estratos "D"
y "E", ha disminuido simplemente porque ha habido un aumento relativo del
consumo en otros rubros de menor prioridad vital, e incluso en elementos no
indispensables, producto de la ELEVACIÓN GENERALIZADA DE LOS INGRESOS DE LA POBLACIÓN. El ilustre pendejo, quien cree que los demás son pendejos y no analizan (cosa que él no hace) pendejamente pasó por alto que, por ejemplo, el porcentaje, la proporción del gasto global dedicado al rubro "comunicaciones" pasó de un mínimo 1% a un significativo 8% entre ambas encuestas, la del 1997 y la reciente, hecho que refleja el extendido uso de la telefonía celular y la Internet.

Nuevamente, para el nivel del pendejo, haremos uso de un ejemplo lo más
sencillo posible, simplificado al extremo: Si usted el año pasado le
ingresaban mil bolívares y de ellos gastaba quinientos en comida y
quinientos en casa, su patrón era de 50% en "Alimentos y Bebidas" y 50% en
"Vivienda". Si ahora le ingresan mil quinientos bolívares y de ellos dedica
setecientos a comida, setecientos a vivienda y cien bolívares a diversión,
su nuevo patrón será de 46,6% en "Alimentos y Bebidas", 46,6% en "Vivienda"
y 6,6% en "Diversión" (cifras redondeadas). Cualquiera que no sea pendejo
irrecuperable podrá notar que aunque en términos absolutos hay un aumento
del consumo de alimentos( aumento real, aún descontando el efecto
inflacionario) y dedique un monto absoluto también mayor a la vivienda, en
términos relativos, en proporción contra el gasto total, ambos rubros
DISMINUYEN porque parte del incremento(20% del incremento) de sus ingresos
lo está dedicando al rubro "Diversión" , antes inexistente en su
presupuesto.

Total, aunque es necesario desenmascarar a estos pretendidos "doctores
sabelotodos" el "non plus ultra" de la inteligencia ilustrada y "moderna",
dejo hasta aquí estas notas antes de que el paciente lector se exaspere y
exclame: "Pero, ¿qué hace este pendejo tomando en serio y respondiendo
semejantes pendejadas?"


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