No tan lejos en el tiempo están los días de gloria, alabanzas, vítores, sumisión de presidentes e instituciones americanas y europeas, periodistas y medios, ante el farandulero y caricaturesco gobierno. Su mentor, tras un año de largas, engaños y derrotas, ¡en cantidad y variedad como nuca en la historia intervencionista estadounidense!, lo premia una vez más, con alabanzas y glorias, ¡aplausos a más no poder!, ante el mismísimo Congreso de la Unión Americana. Desde luego; la ira y rencor, van por dentro. ¡Los fracasos, engaños y chulerías los gobiernos estadounidenses nunca perdonan!
Treinta mil millones, ayudas humanitarias, más de 200 millones para pagos al ejercito terrorista, Monómeros, Citgo, recursos en cantidad inimaginable que nunca llegaron a su destino, tirados a la basura o en un saco sin fondo que es el bolsillo del autoproclamado Juan Guaidó. Hoy, una vez más derrotados, el gobierno imperial estadounidense enmudece, sus adláteres latinoamericanos y europeos lo secundan, ¡nunca habían esperado, imaginado, una derrota tan humillante! Desde Venezuela, Juan Guaidó, su presidente wikipediano, imaginario, en la realidad una vez más los había estafado. Los jefes terroristas, desde sus madrigueras en territorio estadounidense, al mejor estilo de invencibles héroes hollywoodenses, relatan inverosímiles historias de victorias, escenarios mágicos y conflictos inexistentes, en busca de cuantiosos honorarios, tesoros y recompensas. Desde sus fantásticas y propagandísticas narrativas, la victoria estaba asegurada y era momento de pagar y cobrar 212 millones restantes por la operación intervencionista, de terror y muerte ejecutada contra el territorio, la población y la soberanía venezolana.
Guaidó presidente, encargado de nuestro destino por mandato y orden ejecutiva de Donad Trump, no les había cancelado esta parte del contrato firmado en Colombia. ¡No ha pagado ni desembolsado ningún recurso del entregado para la publicitada liberación de Venezuela! El compañero Trump, su mentor, y las instituciones estadounidenses, en aras de la libertad, la democracia, la prosperidad de Venezuela, lo han dejado pasar, en todos y cada uno de sus devaneos. Así formaron y dejaron actuar a Noriega, a los Bin Laden, a Sadam Hussein y a todo títere, que después, justificando lo injustificable para lavarse las manos, ¡los declararon terroristas, señalaron, condenaron y rasparon!
¡Pobre Guaidó; en qué berenjenal estás metido! En derrota absoluta le debes hasta el alma al diablo, al narcotráfico y paramilitarismo colombiano, a agencias del terror como Silver Corp USA, ¡ellos no perdonan! Las deudas y ofrecimientos contraídos tarde o temprano tendrás que pagarlos, tristemente; son delincuentes que en el momento menos pensado la vida te pueden quitar. ¡Para dónde vas a correr! ¿Quién en este mundo te va a guarecer ante la venganza de tus heroicos e invencibles invasores? ¡Van por ti!
¡Pobre de ti, Juan Guaidó, en dónde te han metido y hasta dónde te ha llevado tu ambición y desamor por la Patria Venezolana, Bolivariana! Además del saco lleno; ¿qué te queda? Correr, correr, correr a prisa, sin descanso, ni mirar atrás. ¿Para dónde Juan?, hoy son pocos los que te quieren vivo, ninguno es cómplice ni participe de la humillación y la derrota. ¡A los traidores nadie los quiere!
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