Me había tomado un descansito, estoy esperando el advenimiento de un nieto y es algo importantísimo para mí, pero no pude dejar de reseñar algo con relación al encuentro que tuvo el señor Leopoldo de Globovisión y el embajador Brownfield, el pasado miércoles 4 de julio.
Eso fue de palco y todo, el ridículo que hicieron estos dos señores, grandecitos ellos, fue lastimero. El Leopoldo se columpiaba en su aptitud rastrera ante su homólogo y el otro se le veía que lo estaba gozando.
Da lástima ver, como un señor que se dice periodista, lejos de ser ecuánime en sus opiniones, se desborda cual niño ante la persona que le puede dar un dulce, lame cual perro después de haber recibido su trozo de carne y ronronea cual gato esperando una caricia, es nauseabundo.
Pero qué vamos a esperar de estos señores, ellos están apostando a que les cierren y digo cierren por que este sí sería un cierre, no el de RCTV que se le acabó la concesión.
Están haciendo lo indecible para que tomen medidas contra ellos cerrando el canal y así hacerse los mártires del periodismo. Por eso es que han estado amenazantes, han insultado y agredido a cualquiera del gobierno que se les ponga por delante, queriendo decir con esto que no tienen miedo. Pero no importa, nosotros estamos bien forrados de amor y justicia y no permitiremos que ninguna situación de “quítame esta pajita del hombro” nos eche a perder esta felicidad que tienen el venezolano, menos aún con la fiesta de la Copa de América.
Señor embajador que le valla bien. Esperamos, como dijo el Canciller Maduro “hermanos colombianos, tengan cuidado con ese señor, realmente enloqueció ayer”, que estén atentos a los movimientos de este personaje.
¡PATRIA SOCIALISMO O MUERTE!
¡¡VENCEREMOS!!
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