Tal como en el año 2002, la derechona venezolana continúa con su ofensiva, con su operación salvaje, con su plan golpista y extremista de pretender paralizar al país. Han transcurrido seis años del golpe de Estado del 11 de abril y del sabotaje terrorista contra Pdvsa de diciembre de 2002, pero el sector oposicionista continúa con la vieja y apolillada práctica de intentar derrocar al Gobierno bolivariano.

Los protagonistas y los subterfugios para deponer al Gobierno del presidente Hugo Chávez de hoy, son los mismos de ayer. En aquellos años, inicialmente, algunas de las razones para incendiar las calles del país fueron las 48 leyes aprobadas vía habilitante por el presidente Chávez. Basado en ello, el oposicionismo convocó a un paro nacional el 2 de diciembre de 2001, lo que sirvió para enardecer el antichavismo de la derechona, a la que Henry Ramos Allup, que la conoce de cerca, llama "ultraderecha recalcitrante, ultramontana y repugnante", hasta llegar al golpe de Estado del 11-A. Hoy, el oposicionismo desempolva el guión golpista y embiste contra los nuevos 26 decretos-leyes aprobados por el mandatario nacional. ¿Mera casualidad o misterios de la ciencia golpista financiada desde Estados Unidos?

La única variante en este momento, es que la Coordinadora Democrática de entonces, hoy se denomina Movimiento 2D. Pero el discurso golpista es idéntico, es un vulgar clon del cadáver insepulto del carmonismo. Veamos el maridaje, las similitudes, las aproximaciones, que existen entre el decreto de Pedro Carmona Estanga de 2002 y lo que al presente constituyen los fundamentos políticos del llamado M-2D, agrupación mediática-golpista encabezada por Miguel Henrique Otero, Boboman, presidente editor del partido oposicionista diario El Nacional.

Las líneas maestras de la política golpista puesta en marcha por el Movimiento 2D fueron explicadas recientemente por Boboman y sirven de base a la derechona para fijar posición sobre la promulgación de las 26 leyes aprobadas vía habilitante.

En tal sentido, el documento presentado públicamente por Boboman comienza dando un estratégico salto de talanquera en cuanto a la “defensa” de la Constitución vigente. Leamos la cabriola, la pirueta, el tongoneo político realizado por la derechona que capitanea Boboman: “Este es un acto de radical defensa de la Constitución. Un acto de defensa de lo que el pueblo venezolano aprobó en diciembre de 1999”.








Efectuado el falso amparo de la Constitución Bolivariana, el terreno quedó abonado para que Boboman puediera atacar las 26 leyes habilitantes: “Porque hay aquí, en medio de la gravedad de los hechos cometidos, uno que destaca por encima de todos: las 26 leyes que el gobierno aprobó en las últimas horas, aprueban las mismas cosas y peores a las que el pueblo venezolano dijo NO el 2 de diciembre”.

Por su parte, el decreto del Carmonazo también arreció contra las leyes habilitantes. Advirtamos esta coincidencia clónica entre Boboman y Carmona: “Hugo Chávez Frías y su Gobierno, con base a la Ley Habilitante del 13 de noviembre de 2000, dictó 48 decretos con fuerza y valor de ley contrarios a la Constitución de 1999 y a la propia Ley Habilitante y, además sin haber realizado el proceso de consulta pública obligatoria”.

De seguidas, sin pérdida de tiempo, Carmonita el 12-A fue diligente al invalidar los decretos leyes nacidos constitucionalmente de la Ley Habilitante: “Artículo 9°: Se suspende la vigencia de los 48 decretos con fuerza de ley, dictados de acuerdo con la Ley Habilitante de fecha 13 de noviembre de 2000”. Por lo visto, Boboman también busca dar el golpe de Estado para decretar lo mismo que Carmonita.

Siguen las coincidencias entre Boboman y Carmonita. En nuestros días, el oposicionismo representado por el grupastre del M2D formula que el presidente Chávez “liquida a las Fuerzas Armadas, para darle paso a un cuerpo de milicias, comunista y armado, que impondrá el terror al resto de la sociedad”.

Ayer la derechona, a través del decreto golpista del Carmonazo, decía: “Hugo Chávez Frías y su Gobierno, en violación al artículo 328 de la Constitución de 1999, pretendieron vulnerar la institucionalidad y misión histórica de las Fuerzas Armadas Nacionales, su dignidad y papel en el desarrollo nacional, al imponerle funciones contrarias a la naturaleza exigiéndole lealtad a una sola parcialidad política y a un proyecto político ideológico y personal, lo cual no se corresponde a un marco institucional democrático”. Históricamente, el carmonismo de ayer y el de hoy conserva sus mismos postulados.

Boboman, desde la tribuna mediática del M2D, afirma que el pueblo de Venezuela “está bajo los dictados de un gobierno ilegal. De un gobierno que ha perdido su legitimidad. De un gobierno que ha violado la Constitución”.

Veamos a continuación, cuál fue la actuación de la derechona durante el derrocamiento del presidente Hugo Chávez. En tiempo pasado, cuando se sintieron con el poder en las manos, se les olvidó darse los golpes de pecho que en la actualidad se dan en nombre de la legitimidad que dicen defender.







Leamos esta joya de ejemplo antidemocrático construida por la dedocracia golpista de los descalificados orfebres del oposicionismo que actualmente hablan en nombre de la libertad: “Artículo 1: Se designa al ciudadano Pedro Carmona Estanga venezolano, mayor de edad, con C.I. N° 1.262.556, presidente de la República de Venezuela”. Boboman, ¿cómo te quedó el ojo que mira la ilegalidad de un Gobierno nacido de elecciones libres y democráticas?

Por lo visto, el golpismo de ayer y el de hoy son tan parecidos, que ni siquiera pueden disimular su manera de comportarse. Por ejemplo, durante el sabotaje petrolero de diciembre de 2002, el presidente de Fedecámaras, Carlos “De Que” Fernández, llamó a los seguidores del oposicionismo a permanecer en las calles y a olvidar la celebración de las fiestas decembrinas, ya que el bienestar máximo del país estaba por encima de los intereses particulares e individuales. Ese mismo día, incumpliendo lo dicho, “De Que” tomó una avioneta para celebrar las fiestas de Navidad con toda familia en un resort en Aruba.

La historia hoy vuelve a repetirse. Boboman, clonando al señor “De Que”, le exigió a la gente salir a la calle y a participar en la marcha programada para el sábado 9 de agosto, en rechazo de las 26 leyes habilitantes.

Boboman, el día de la jornada opositora, como no cree ni en lo que él mismo dice a través del grupastre del M2D, no salió a marchar por las calles de Caracas. El susodicho, manifestando como lo hace la burguesía criolla, prefirió salir de viaje para hacer turismo internacional y hacer shopping en los principales mall de San Juan de Puerto Rico que se extienden por la avenida Ashford, sede de muchos restaurantes y boutiques de alta categoría como Cartier, Luis Vuitton y Gucci.

Quienes despidieron a Boboman en Maiquetía, cuentan que, cuando subía al avión, se puso a cantar guasonamente como un jibarito desafinado: “Una tarde me fui, hacia una extraña nación, pues lo quiso el destino. / (…) Me voy, ya me voy, / pero un día volveré / a buscar mi querer, / a soñar otra vez, / en mi viejo San Juan”.

Por su parte, los escasos oposicionistas que, hasta hace poco, creyeron en las palabras del presidente editor de El Nacional, para condenar la irresponsabilidad del aludido apelaron a una colorida expresión: “Sólo volveremos a creer en Boboman cuando San Juan agache el dedo”. Es decir: ¡Nunca!

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