Algo fundamental ha sucedido en Latinoamérica, es que ante el fracaso de las ONGS y los medios como entes activos del ejercicio político, se busca de nuevo la instauración institucional de los viejos partidos políticos que se encuentran muy por debajo de su nivel popular, pero, que mantienen su doctrina militante desde 19997, cuando quedaron como cajas vacías porque no supieron cumplir su función central en la articulación política y estatal de la sociedad en su conjunto. En el caso de Venezuela, han reconocido que no pueden avanzar ante la popularidad del presidente bolivariano, Hugo Chávez Frías y, en ese ínterin con las ONGS sufrieron un debilitamiento genérico. Fenómeno que fragmento los sectores populares para ir luego a una coalición no viable en votos por carencia de un liderazgo comunitario.
Los gestos de intervención norteamericana en el Cono Sur, ahora son rechazados por algunos socialdemócratas que dan a entender en sus discursos la vulnerabilidad del sistema político internacional en la línea conservadora y donde los derechistas buscan el terrorismo y el fascismo como el arma letal para controlar a los pueblos.
Los socialdemócratas latinos se dieron cuenta del trabajo conjunto que debe hacerse para lograr activar un programa que unifique las distintas vertientes del pensamiento en una sola unidad de trabajo y que los lleve a un accionar político bajo un lema comunitario que tome en definitiva el papel de los pobres en la región , como olvidar el tema de discriminación racial como discurso público, asunto que es muy tomado en cuenta por la democracia cristiana y que lleva como voz matriz la del pastor Benedicto XVI.
Henry Ramos Allup, dirigente de AD insta a los demás partidos que reflexionen y regresen a sus argumentos originarios para avanzar por una sola dirección de acción popular y lograr una actitud política más consona con nuestra realidad. Según sus palabras dadas a conocer en días pasados hay que buscar la sobrevivencia a como de lugar y proyectar una respuesta más adecuada al país.
Nadie puede enfrentar los problemas de manera aislada y deben defender los espacios que resultan ser muros infranqueables de una realidad que en éste continente nos dan crueles contrastes que determinan una postura ante los distintos conflictos presentes. Ante estos hechos, una multiplicidad de organizaciones políticas no hacen nada absolutamente y es necesario reducir estos entes de participación popular a una minoría para acabar con el burocratismo y sus distintas aristas en el poder público.
Se busca es que se agote los argumentos en contra de los partidos políticos tradicionales, cuyos detractores provienen de sus seno, originando confusiones muy graves que determinan una postura colectiva que dañan completamente el sentimiento popular e impiden la expansión de la ideología política como tal. Las cifras- según Allup- lo dicen todo y hasta la fecha no hay apertura de recenso para estas toldas políticas porque sus directivas prefieren el negoceo económico con quinta columnas del gobierno nacional o personas enquistadas en la estructura del Estado que no dejan avanzar estas organizaciones de una manera consecuencial.
*escritor
emvesua@cantv.net