El Presidente Hugo Chávez obtuvo el 43,26% de los votos, mientras que Capriles Radonski el 56,26, para una diferencia a favor del candidato de la oposición del 13%. Una diferencia, si se quiere, importante. Las razones de la derrota en el Táchira para el chavismo pudieran ser muchas. Aquí esbozaremos algunas de las que particularmente consideramos son relevantes.
En efecto, una de ellas fue que un importante sector de la comunidad tachirense fue calado por el discurso opositor. La promesa de que había un camino fue bien acogida. La población que apoyó a Capriles, creyó en la promesa del progreso ofrecida por la ultraderecha venezolana. Es de aclarar que la idea, al menos en este escrito, no es discutir sobre las propuestas que hacía la oposición pues ya lo hemos comentado en otras oportunidades.
Otra de las razones, que pudo haber incidido en la decisión del sector opositor tachirense, fue la campaña desatada desde Colombia, particularmente desde el Norte de Santander, por el ex presidente colombiano Álvaro Uribe. Él tiene aún sus seguidores en la frontera colombo-venezolana y aquí en Venezuela. Su discurso anti-chavista, así como el establecer supuestos lazos de relación entre Chávez y la guerrilla colombiana, causaron sus efectos en algunos colombianos, tanto en los de la llamada “Venezuela 2”, en Colombia, como los que viven en el país, en Venezuela. Uribe, según fuentes extraoficiales, se instaló por dos meses en la colombiana ciudad de Cúcuta. Se señala que allí recibía con frecuencia la visita de líderes opositores venezolanos, incluyendo las autoridades regionales del Táchira.
Se estima que unos 63 mil colombianos pasaron la frontera para votar en el Táchira, una importantísima mayoría a favor del candidato de la oposición. Esto queda demostrado con los resultados obtenidos, donde los municipios fronterizos gobernados por camaradas, las diferencias a favor de la oposición fueron de unos 2 mil votos en el municipio Pedro María Ureña y de unos 6 mil votos en el municipio Bolívar. Al parecer, unas de las razones fue que el Plan República y las fuerzas de seguridad del Estado, no hicieron el control del paso de los colombianos hacia territorial nacional; a pesar de estar cerradas, por ley, las fronteras durante el día de las elecciones. Los colombianos, a los cuales la oposición-Uribe pagó unos 200 mil pesos colombianos a cada uno, pasaron a través de las trochas y otras vías utilizadas con frecuencia para actividades ilícitas, ante la mirada indiferente de los militares.
Por supuesto, no se puede descartar la incidencia que en la decisión de los tachirenses pudo haber tenido la acción proselitista del gobernador actual. La suya es una acción de crítica constante contra el Presidente Chávez, las 24 horas del día, los 365 días del año, por todos los medios locales y nacionales. Esta acción cuenta además con el apoyo de los medios locales, casi todos opositores, y con el apoyo económico que recibe la gobernación del Táchira, producto de las ventas del la Lotería del Táchira; rica fuente de recursos para las actividades proselitista. Demás está decir, que el gobernador tachirense no es ningún improvisado, por el contrario, es un zorro viejo de la política no sólo regional sino también nacional.
Hay otros elementos que vale la pena considerar. Por ejemplo, una de las cosas que mantienen a los tachirenses siempre en malestar es el inconveniente de la gasolina, asociado al contrabando de extracción, por lo cual siempre se culpa al gobierno nacional. Esto implicaba, para el tachirense, dedicar varias horas, hasta 3 horas a veces, en largas colas, para poder surtir a su vehículo con combustible. La solución fue el chip o tag, como se le llame, el cual también causó malestar, pues algunas personas tuvieron que hacer colas de hasta 12 horas para poder colocarle este sistema de control automatizado al vehículo, con el cual, en efecto, se redujo el traumático problema de las colas. No obstante, el contrabando de gasolina, al parecer, se mantiene igual. Las evidencias están en los pimpineros (vendedores de gasolina) que se observan en todas las vías del Norte de Santander.
Junto con el contrabando de gasolina, también se encuentra el contrabando de medicinas, de cemento, de alimentos, esto genera problema de escasez en el Táchira, y el malestar, por supuesto. Como quiera que la Guardia Nacional Bolivariana custodia las fronteras y pone las alcabalas, se asocia el problema a ineficacia del gobierno nacional.
Uno de los más graves problemas que tuvo incidencia fue, obviamente, el deplorable estado de las vías de comunicación, lo cual advertimos en un artículo publicado el 21 de marzo del presente año en Aporrea (http://www.aporrea.org/regionales/a140530.html). En el mismo criticamos el pésimo estado de las vías nacionales (troncal 1, 5 y 8) así como otras vías, bajo la responsabilidad del Gobierno nacional y vaticinamos sobre los efectos electorales que traería este problema. La reparación se asumió recientemente, lo cual hay que reconocer, pero como señala el argot popular: ya el mal estaba hecho. Muchísima gente llegó a odiar al gobierno nacional por este problema.
Uno de los golpes mortales, que favoreció electoralmente a la oposición, fue la caída del puente que conecta la ciudad capital con el norte del estado Táchira, en una vía nacional, bajo administración del gobierno nacional. Producto de un socavamiento basal, se debilitaron las bases del puente y colapsó. Esto pudo prevenirse. De ello tenían conocimiento, el Ministerio del Transporte y las autoridades locales (alcaldes camaradas). Esto ocurrió en el mes de abril. Miles de personas utilizan esta importante arteria vial, todos los días, pues se conecta la capital del estado (San Cristóbal, municipio San Cristóbal) con otras sectores muy poblados como son, por ejemplo, los municipios Cárdenas, Guásimos y Andrés Bello, los cuales junto con el municipio capital congregan la mayor población del estado Táchira. Además es la vía natural hacia los estados Mérida y Zulia. Hubo mucha rabia contra el gobierno nacional. La gente debió hacer colas hasta por tres horas para pasar de un lado a otro del puente. Miles se vieron incluso en la necesidad de movilizarse a pie, por varios kilómetros. Como medida transitoria se instalaron dos puentes de guerra, lo cual es insuficiente para el flujo vehicular. Hasta la fecha en que se publica este artículo, aún el puente no ha sido reparado. Incluso, hicieron que el Presidente quedara muy mal al prometer su rehabilitación para el 15 de septiembre, lo cual obviamente no ocurrió. La oposición sacó mucho provecho a este serio problema.
Como una de las consecuencias del colapso de este puente, en el municipio Cárdenas la derrota para el chavismo fue aplastante. La oposición sacó 12 mil votos por encima. Este es un municipio gobernado por el chavismo. En el otro municipio, Guásimos, gobernado también por el chavismo, se perdió por unos cuatro mil votos. En el municipio Andrés Bello, de la oposición, la diferencia fue de unos 2.500 votos y, en el caso del municipio San Cristóbal, gobernado por la oposición, la diferencia a favor de la oposición fue de unos 60.500 votos.
La principal fábrica de cemento en el Táchira pasó del sector privado a manos del Estado venezolano. Sin embargo, ahora hay serias dificultades para conseguir una paca de cemento. Fuertes comentarios se hacen acerca de que se han creado verdaderas mafias en la distribución y comercialización del producto, incluyendo alcaldías chavistas y consejos comunales. También se habla de contrabando del producto hacia Colombia. Los precios, no tienen nada que ver con su valor real pues está muy por encima de los estipulados. La gente, echa la culpa al gobierno nacional. Poco o nada se aclara al respecto.
Finalmente, no debemos descartar que los graves problemas internos en el PSUV incidieron en estos adversos resultados. Existen parcelas de poder muy marcadas. Hay fuertes críticas contra el buró del partido en el Táchira. Las disputas internas han generado un desorden y mucho malestar en la militancia. Obviamente, esto provoca descoordinaciones, sobre todo en los procesos electorales. La gente pide a cada rato la intervención del partido.
Crítica constructiva, así lo exige el Presidente y la revolución.
(*) Profesor Titular, ULA.
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