La actual coyuntura polìtica, econòmica y social de la naciòn junto, a la coyuntura polìtica internacional injerencista emprendida por el gobierno de los EEUU y sus aliados criollos subalternos e internacionales, colocan al pueblo venezolano, en su imaginario social, en el reto - dilema....encrucijada - de responder acertibamente para preservar sus conquistas sociales,econòmicas y defender su soberanìa y autodeterminaciòn sin menoscabar su protagonismo històrico en la conducciòn y construcciòn de su emancipaciòn social y polìtica como lo establece la CRBV y su principio de acciòn constituyentista de pueblo organizado.
En tanto revoluciòn permanente en proceso, la misma tiene medida por el desarrollo de las clases explotadas y oprimidas y su potencia para el desarrollo de las fuerzas productivas las cuales deben procurar la emancipaciòn econòmica, social y polìtica. Sòlo asì sobreviviràn si se constituyen formas y mecanismos de autorregulaciòn social conscientes a escala nacional y local, es lo que caracteriza claramente la constituciòn del poder popular.. Lo contrario es suma de sueños de ilusiòn cuya derrota estarà a la vuelta de la esquina.
El Poder Popular no es un capricho ideològico o metàfora, para hacerse sustentable en el espacio-tiempo capitalista y sus estratagemas economicistas.
Es indispensable construir una nueva cultura que supere y destierre la cultura dominante aùn imperante. El mayor desafìo de la revoluciòn bolivariana en su proceso de transiciòn es desarrollar un proletariado industrial y no industrial que contenga como primacìa conciencia polìtica, ecològica y una fortaleza social, capaz de procurar una vida desalienada dentro y fuera de los centros laborales.
El protagonismo històrico permanente y reiterado del lider històrico se constituyò en un dilema en el proceso de desarrollo de los acontecimentos.
Su complemento orgànico imperativo es el movimiento social bolivariano estructurado en diversas y variadas formas en lo local y lo nacional que le aporten aliento y vida al Poder Popular.