Al Pueblo De Venezuela y Pueblos del Mundo,
A las Comunidades Organizadas y Autogobiernos Populares,
A las Organizaciones, Movimientos y Fuerzas Populares y Revolucionarias,
A los Medios de Comunicación, Nacionales e Internacionales,
A la Opinión Pública, Nacional e Internacional,
A todos y cada uno de quienes luchen por la Vida,
Al Mundo entero,
Hermanos y Hermanas:
Quienes combatan por la dignidad de los pueblos, por sus libertades, por sus derechos; los que luchen por preservar el legado cultural de sus ancestros, por respetar y transmitir su memoria histórica; los que batallen en contra de la dominación, el imperialismo y la opresión, debe tener siempre presente el legado de los mártires de sus causas.
En esta oportunidad elevamos nuestra voz para exigir, que de una vez por todas se haga justicia, y se acabe con el velo de impunidad que aún cubre a las instituciones y a personeros del gobierno venezolano, que han imposibilitado ejercer la justicia en el caso del homicidio de Carlos Vielma.
A la edad de 17 años, siendo un excelente y aplicado estudiante del tercer año de bachillerato, Carlos Vielma fue cruelmente asesinado, por la Guardia Nacional, en la ciudad de Caracas, el 17 de febrero de 1976, cuando se dirigía a un supermercado, en medio de una protesta estudiantil, que duro varios días, en distintas ciudades del país, por la presencia en Venezuela de Henry Kissinger, quien ejercía como secretario de Estado de Estados Unidos, y tenía gran influencia sobre la política injerencista con respecto a otros países, especialmente América Latina. No conforme con ello, el día del funeral de Vielma, la Guardia Nacional secuestró el cadáver y lo abandonó en una fosa del cementerio del sur de la capital, para evitar que el pueblo velara su cuerpo.
Anterior a este hecho, el 14 de febrero de ese mismo año, ya habían sido asesinados los estudiantes Lilian Gutiérrez (16 años) y Nelson Rodríguez (18 años), en el estado Yaracuy, y para el 25 de julio seria asesinado Jorge Rodríguez, Secretario General de la Liga Socialista, por la extinta DISIP.
Para ese entonces, el General Dámaso Pérez Maduro (†) era el encargado de la GN, Octavio Lepaje era ministro de Relaciones Interiores, y Carlos Andrés Pérez (1922-2010) era el presidente del gobierno.
Desde aquel momento, sus familiares, amigos, organizaciones populares, revolucionarias, culturales y de defensa de los derechos humanos, han realizado las gestiones necesarias para llevar ante la justicia a los responsables materiales e intelectuales de este crimen, así como el de otros venezolanos que sucumbieron ante la represión desatada contra el pueblo en los gobiernos de la denominada IV República (1958-1998). Lamentablemente, en el presente, a pesar de todos los avances en materia de Derechos Humanos que ha experimentado Venezuela, aun reina la impunidad, pues, el Ministerio Publico, a través de su Comisión de Derechos Humanos de los años 60,70 y 80, tiene este caso paralizado, por falta del informe solicitado en los años 2011, 2012, 2013, 2014 y 2015, ante la dirección del Hospital Periférico de Catia – "Dr. Ricardo Baquero González", la cual guarda extraño hermetismo en el caso.
Ante esta realidad, la Coordinadora Simón Bolívar, exige tanto a la dirección del Hospital Periférico de Catia – "Dr. Ricardo Baquero González", como al Fiscal General de la República, al Defensor del Pueblo y a todas las autoridades competentes, incluyendo al propio Presidente de la República, que tomen las medidas necesarias para hacer justicia ante este lamentable capítulo de la historia venezolana.
Rescatando la Memoria Histórica Revolucionaria e impulsando la construcción de un Nuevo Modelo Político Popular y Revolucionario para nuestros pueblos, más allá del Estado y del Capitalismo,
Con Bolívar y Chávez, decimos ¡a la carga!
Con Bolívar y Chávez, decimos ¡a la carga!
Desde Venezuela, Tierra de Libertadores, a 525 años del inicio de la Resistencia Antiimperialista en América, y a 207 años del inicio de Nuestra Independencia,
Suscribe:
La Coordinadora Simón Bolívar, una Organización de Base, Revolucionaria, Solidaria, Internacionalista, Indigenista, Popular y Socialista.
Al Pueblo De Venezuela y Pueblos del Mundo,
A las Comunidades Organizadas y Autogobiernos Populares,
A las Organizaciones, Movimientos y Fuerzas Populares y Revolucionarias,
A los Medios de Comunicación, Nacionales e Internacionales,
A la Opinión Pública, Nacional e Internacional,
A todos y cada uno de quienes luchen por la Vida,
Al Mundo entero,
Hermanos y Hermanas:
Quienes combatan por la dignidad de los pueblos, por sus libertades, por sus derechos; los que luchen por preservar el legado cultural de sus ancestros, por respetar y transmitir su memoria histórica; los que batallen en contra de la dominación, el imperialismo y la opresión, debe tener siempre presente el legado de los mártires de sus causas.
En esta oportunidad elevamos nuestra voz para exigir, que de una vez por todas se haga justicia, y se acabe con el velo de impunidad que aún cubre a las instituciones y a personeros del gobierno venezolano, que han imposibilitado ejercer la justicia en el caso del homicidio de Carlos Vielma.
A la edad de 17 años, siendo un excelente y aplicado estudiante del tercer año de bachillerato, Carlos Vielma fue cruelmente asesinado, por la Guardia Nacional, en la ciudad de Caracas, el 17 de febrero de 1976, cuando se dirigía a un supermercado, en medio de una protesta estudiantil, que duro varios días, en distintas ciudades del país, por la presencia en Venezuela de Henry Kissinger, quien ejercía como secretario de Estado de Estados Unidos, y tenía gran influencia sobre la política injerencista con respecto a otros países, especialmente América Latina. No conforme con ello, el día del funeral de Vielma, la Guardia Nacional secuestró el cadáver y lo abandonó en una fosa del cementerio del sur de la capital, para evitar que el pueblo velara su cuerpo.
Anterior a este hecho, el 14 de febrero de ese mismo año, ya habían sido asesinados los estudiantes Lilian Gutiérrez (16 años) y Nelson Rodríguez (18 años), en el estado Yaracuy, y para el 25 de julio seria asesinado Jorge Rodríguez, Secretario General de la Liga Socialista, por la extinta DISIP.
Para ese entonces, el General Dámaso Pérez Maduro (†) era el encargado de la GN, Octavio Lepaje era ministro de Relaciones Interiores, y Carlos Andrés Pérez (1922-2010) era el presidente del gobierno.
Desde aquel momento, sus familiares, amigos, organizaciones populares, revolucionarias, culturales y de defensa de los derechos humanos, han realizado las gestiones necesarias para llevar ante la justicia a los responsables materiales e intelectuales de este crimen, así como el de otros venezolanos que sucumbieron ante la represión desatada contra el pueblo en los gobiernos de la denominada IV República (1958-1998). Lamentablemente, en el presente, a pesar de todos los avances en materia de Derechos Humanos que ha experimentado Venezuela, aun reina la impunidad, pues, el Ministerio Publico, a través de su Comisión de Derechos Humanos de los años 60,70 y 80, tiene este caso paralizado, por falta del informe solicitado en los años 2011, 2012, 2013, 2014 y 2015, ante la dirección del Hospital Periférico de Catia – "Dr. Ricardo Baquero González", la cual guarda extraño hermetismo en el caso.
Ante esta realidad, la Coordinadora Simón Bolívar, exige tanto a la dirección del Hospital Periférico de Catia – "Dr. Ricardo Baquero González", como al Fiscal General de la República, al Defensor del Pueblo y a todas las autoridades competentes, incluyendo al propio Presidente de la República, que tomen las medidas necesarias para hacer justicia ante este lamentable capítulo de la historia venezolana.
Rescatando la Memoria Histórica Revolucionaria e impulsando la construcción de un Nuevo Modelo Político Popular y Revolucionario para nuestros pueblos, más allá del Estado y del Capitalismo,
Con Bolívar y Chávez, decimos ¡a la carga!
Con Bolívar y Chávez, decimos ¡a la carga!
Desde Venezuela, Tierra de Libertadores, a 525 años del inicio de la Resistencia Antiimperialista en América, y a 207 años del inicio de Nuestra Independencia,
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La Coordinadora Simón Bolívar, una Organización de Base, Revolucionaria, Solidaria, Internacionalista, Indigenista, Popular y Socialista.