No sorprende la actitud cada vez más indolente del alcalde Daniel Ponne, quien se niega a cancelar las deudas que el ayuntamiento marabino mantiene con los trabajadores despedidos, sobre todo, con aquellos expulsados por pertenecer a la gestión de Di Martino.
Actitud evidentemente vengativa amparada en los intríngulis de un proceso judicial que casi siempre comienza y termina con la introducción de la demanda. Existen docenas de recursos para no admitir y prolongar este tipo de juicios, haciendo desistir a los afectados.
Una humillación manifiesta en contra de esos trabajadores, algunos botados y otros conminados a renunciar bajo el engaño de que les cancelarían. El burgomaestre asume un talante revelador de que no pagará. Y podrá tener mucho dinero, pero debe recordar que el pueblo no olvida.
Traigo a colación tal situación, porque pretendo hacer una crítica constructiva al alcalde de San Francisco, Omar Prieto, tras esa conducta de Ponne. Ojalá no me salgan con que soy un chavista disfrazado. Sólo creo que si simpatizamos con Chávez y si queremos revolución no nos parezcamos a la oposición.
La Alcaldía sureña tiene una deuda con los ex trabajadores de la gestión de Saady Bijani, que el mismo Prieto despidió. Les canceló a unos, pero faltan muchos. Dice comenzarles a pagar en octubre, una fecha que levanta suspicacia porque las parlamentarias son en septiembre. La gente expresa: puras promesas, quieren que votemos por Labrador. Igualmente rechazan el cronograma de pago propuesto. Diez trabajadores por mes y son más de 200, según informaciones de prensa. Los últimos cobrarían después de dos años.
Diferenciémonos de Ponne, que se comporta como enemigo de los trabajadores y del pueblo. El ayuntamiento rojito le adeuda a gente necesitada. Si son opositores páguenles con más razón, demuestren las disimilitudes con la oposición, demuestren que a los chavistas no los mueve el odio. Prieto debe ejemplificar que revolución es amor y no amenazas de prisión.
La ideóloga Marta Harnecker, entrevistada sobre socialismo en la presentación de tres libros en el estado Falcón, cita estas palabras de Chávez que es propicio mencionar ante esta situación: “Si vive por ahí alguien de la oposición, llámenlo, que venga a trabajar y a ser útil. La patria es de todos y hay que abrir espacios. Verán que con la praxis mucha gente se transforma”.
Esas personas que laboraron con Bijani son del pueblo, además, los trabajadores no eligen a los jefes que a veces resultan tremendo fiasco y lo peor es que con acciones como esa (la negativa a cancelar) no se cambia de parecer a nadie; más bien se echa por tierra el propósito revolucionario del comandante.
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