Asustan más las declaraciones de mandatarios regionales como la del gobernador opositor del Zulia, Pablo Pérez, sobre la delincuencia, que los alarmantes índices de inseguridad que publican los medios de comunicación social del país.
Inconcebible que el mandatario regional, al igual que el alcalde interino de Maracaibo, Daniel Ponne, al hablar del hampa se olviden de que comandan la PR y la Polimaracaibo.
No discuto que el aspecto delincuencial atañe a todos los cuerpos policiales, a cada uno de los venezolanos, desde Chávez hasta el último habitante, pero tampoco es posible que al referirse al tema, los gobernantes zulianos lo evadan con razonamientos superficiales, y cuando se esfuerzan buscando una respuesta contundente, culpan al presidente Hugo Chávez del problema.
Se les plantea el proceso de reestructuración de esos organismos, -que según los hechos en los que resultan implicados, se infiere que compiten por el primer lugar en delitos cometidos-, y argumentan una supuesta depuración permanente, que no se refleja en la calle, tomando en cuenta que continúan las violaciones, atracos, secuestros y asesinatos.
En el caso del alcalde y la Polimaracaibo se sabe, aunque digan lo contrario, que esta institución quedó para hacer multas y generar ingresos a la Alcaldía como tal, porque ni siquiera a la policía, a juzgar por las quejas de oficiales protestando la falta de patrullas, uniformes y armas. Obvio que en las prioridades de Ponne no está la seguridad del pueblo.
El gobernador Pérez comanda la PR, organismo del que se dice cuenta con más de 5 mil hombres, pero al momento de fijar posición acerca de la inseguridad, sólo expresa que es el primer problema del país, ¡por vida de Dios!, comience él a combatirla por esta región, de el ejemplo, demuéstrele al Gobierno bolivariano cómo se protege policialmente a un pueblo, y lo aplaudimos.
Ya dirán los enemigos políticos que ataco a la PR y a la Polimaracaibo y no a la GNB, el Sebin, el CICPC, pero es que la cuestión se trata de que los jefes asuman responsabilidades, pero nuestras autoridades locales y regionales no lo hacen. Por eso, así los consuma el odio, tienen que admitir que Chávez si da la cara. Y ahí está la diferencia.
Pérez y Ponne son gobernadores y alcaldes reclamando el Situado, los recursos del Fides y de la Laee. Son mandatarios al servicio del pueblo haciendo propaganda para que voten por ellos, pero cuando les hablan de la falta de gas y de asfalto, de la basura y la inseguridad, la culpa es de la vaca y en primera instancia de Chávez, nunca de ellos.
Periodista
albemor60@hotmail.com