¿Llegaría de vacacionar Pablo Pérez para reunirse con Chávez?

      Muy irónica la actitud del gobernador del Zulia, Pablo Pérez. El domingo antes de Semana Santa lo entrevistó José Vicente Rangel y se deshizo exigiendo  diálogo, mientras decía que una reunión con el presidente Hugo Chávez es fundamental, y aclaraba ya culminando el programa, que no es cuestión de sentarse a tomar un café y ver cómo amanecieron ambos, sino de llegar a puntos de coincidencias en materia de servicios públicos beneficiosos para la región; realmente como todo un mandatario regional, y al día siguiente se fue de vacaciones a los Estados Unidos y se “olvidó” de la manera más descorazonada e inhumana de las emergencias del Sur del Lago de Maracaibo,  donde la población sufre una de las peores consecuencias del invierno en el país y aún no cesan las lluvias.

      Por lo  menos eso es lo que se interpreta de la observación que hace públicamente el diputado Francisco Javier Arias Cárdenas, aludiendo a un viaje vacacional del Primer Mandatario Regional y con razón, porque el candidato al Palacio de Los Cóndores por el Psuv no sale de la subregión, desde que comenzaron los desbordamientos de ríos y quebradas con el equipo del Gobierno bolivariano y, en cambio, Pablo Pérez no ha hecho más que hacerse fotos con el agua hasta las rodillas y ocupar los medios de comunicación social, para exigir diálogo y erigirse como la salvación de la falta de gestión y la crisis de desgobierno que existe en el Zulia, como si él no fuera el gobernador y responsable de tamaña ineficiencia.

      No sé de un capitán de barco o de avión que al verse sus naves en dificultades abandonen la tripulación –y si existe es la excepción-, ahora bien, cuando Pablo Pérez iba en pleno vuelo, unas 23 maquinarias trabajaban en la recuperación del cauce del río Chama, a fin de evitar que siguiera desbordándose e inundo caseríos y plantaciones y, sin embargo, se marchó; eso no fue suficiente para que se regresara a trabajar por el pueblo que lo llevó a la Gobernación.

      No me opongo al diálogo, por el contrario, creo que es necesario, pero cómo hacer con un gobernante que tenga esa actitud. ¿Será que pretende que lo vayan a buscar a Miami, o querrá que el Gobierno bolivariano espere a que llegue para continuar los trabajos que la revolución ejecuta en los municipios surlaguenses?

      No es de extrañar –y esto es oportuno decirlo- que un dirigente opositor en el Zulia asuma tal comportamiento; sabemos que la regla en esta región es gobernar por celular. El más fiel ejemplo lo encarna la ciudadana alcaldesa de Maracaibo, Eveling Trejo de Rosales, quien siempre ha sostenido -hasta con un dejo de orgullo incluso- que lleva a cabo la gestión con su esposo Manuel Rosales, quien huyó a Perú tras ser acusado en Venezuela de enriquecimiento ilícito, y supongo que lo hacen a través de la comunicación muro a muro del Facebook o de manera más inmediata, por teléfono. No veo otra forma, porque las encomiendas con instrucciones tardan más, así se envíen por avión.

      Pablo Pérez, ante semejante situación, no sorprendería que estuviera en alguna playa de Florida con un celular ejecutando su gestión de gobierno. ¿Será que por teléfono si puede realizar las obras que según dice no hace en esta región por la negativa de coordinar con las instituciones de la revolución?

      Lo más cumbre del caso es que al regresar ya lo verán hablando de la falta de inversión en el sector eléctrico, cuestionando a Hidrolago por el servicio de agua e insinuando a través de sus voceros, que gracias al Cuerpo de Policía del Zulia, el Dibise logró bajar los índices de muertes y accidentes en esta Semana Santa con respecto del año anterior. Ahhh, porque esta es otra cosa, la flamante institución de seguridad y orden público zuliano es la que más se amolda a la novedosa Policía Nacional. ¿Cómo lo ven? Eso es lo que expresa nuestro mandatario regional.

      Pero en fin, tampoco critico que un gobernador tome vacaciones, lo que condeno es que lo haga en estos momentos cuando el país presenta problema ante un fenómeno de la naturaleza, que afecta sobremanera una parte importante del territorio del Zulia como el Sur del Lago de Maracaibo.

      La subregión surlaguense necesita del concurso del país y más de su gobernador, para que se tomen las previsiones y no haya más damnificados en la zona. En eso trabaja la revolución sin descanso, pero entre mayor sea el número de gente al servicio de la causa, mejor, y más si se trata del Primer Mandatario Regional.

      Pérez hizo como los presidentes gringos, que hoy ordenan intervenir y bombardear cualquier país en el mundo matando a cualquier cantidad de hombres, mujeres y niños indefensos y al día siguiente se ven por televisión desestresándose en una casa de campo, en una cancha de golf o jugando fútbol.

      ¡Qué sensibilidad y sensatez para con la gente que los elige!, pero este es un pueblo noble y los zulianos no nos caracterizamos por mal corazón. En cuanto al gobernador, cuyos sentimientos son evidentes, sólo le deseamos, como seres humanos sensibles que somos, que haya usado un buen protector solar antes y después de salir de la playa, para que ni siquiera se le haya marchitado la piel. 

albemor60@hotmail.com



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Alberto Morán


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