Ingobernabilidad,
deterioro extremo de los servicios, desahucio de los proyectos fundamentales,
indolencia generalizada, son claves del diagnóstico cotidiano de un estado que
se vanagloria de mucho, pero que habla más de lo que lucha.
La fanfarronería
de la zulianidad no ha servido para salvar al Lago ni para concretar nuestras
aspiraciones legítimas y justas.
Por eso
me atrevo, como zuliano cien por ciento, a proponer un cambio radical de
actitud y de gobierno en nuestra región.
Esta
semana el actual gobernador se lanzó al precipicio presidencial. Ya notábamos
que su alma no estaba concentrada en nuestros asuntos y más le ocupaba posar
ante las cámaras de la sonora fanfarria capitalina.
En la
tabla de ajedrez neo tempo la dama que reina en Maracaibo será removida a la
casilla de enfrente y uno de sus alfiles intentará suplirla, teóricamente
hablando.
Pero
los que arribaron al poder regional en 2000 producto de la división que
significó el affaire Arias-Chávez, no han evaluado concienzudamente la nueva
situación a que se enfrentan.
El electorado
zuliano está listo para tomar una decisión trascendental.
El salto
al vacío de Pablo Pérez y la casi segura imposición de la señora alcaldesa como
candidata a la Gobernación abrirá anchos atajos para colárseles a los herederos
de Rosales, que es como decir los herederos de la división bolivariana del 2000.
Le ha
tocado en sorprendente reparación histórica al comandante Francisco Arias
Cárdenas ser protagonista de un retorno que sólo el inmenso corazón de Chávez
pudo hacer posible.
Ya Arias
fue victorioso en el Zulia dando un sorpresivo golpe militar impecable y
ganando las elecciones estadales de 1995 con amplio apoyo popular.
Mucha
gente recuerda su gestión como el mejor gobierno del Zulia.
Al menos
quince municipios del Zulia los hemos ganado cómodamente en los procesos
electorales anteriores, pero nos falta reconquistar Maracaibo.
Observo
con prudente optimismo el reacomodo de fuerzas que es muy probable nos
favorezca a los chavistas, según seamos inteligentes para sacarle provecho.
En Maracaibo
es urgente construir un nuevo liderazgo. El desastre de la ciudad nos obliga a inventar
soluciones pronto y sin vacilar.
Henry
Ramírez reúne muchos seguidores en nuestras bases que son quienes saben cómo se
funde el hierro día a día.
También
representa una generación política sana que ha despertado al llamado
bolivariano de Chávez y se muestra abierto al diálogo con las mayorías sin
prejuicios necios.
Arias
y Henry pudieran hacer una dupla con magnéticos poderes unitarios para la
mayoría chavista que hace tiempo no se junta para ganar. Y bastante falta que
nos hace una victoria en estos días.
Además,
es lo que más le conviene al Zulia.
Con Chávez en ristre y venciendo, por la gloria vivida y las victorias por venir.
Yldefonso Finol
Presidente de la Comisión Nacional de Refugiados
Presidente de la Comisión Nacional de Refugiados
"... los Estados Unidos que parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad..."
Simón Bolívar, El Libertador. Guayaquil 5 de agosto de 1829.
Simón Bolívar, El Libertador. Guayaquil 5 de agosto de 1829.