No voy a referirme a los barrios de Maracaibo, creo que no podría agregar nada sobre las paupérrimas condiciones en que los tiene sumido el gobernador Pablo Pérez y la alcaldesa Eveling Trejo que no sepa ni haya visto la población.
Sería un iluso si pensara que como yo la gente no ve los huecos de las calles, la basura, los charcos, la cañadas, la inseguridad, el caos, el colapso total, en que estos gobernantes mantienen postrada esta ciudad; ni un ciego está exento de darse cuenta de conocer la deplorable situación de esta jurisdicción porque aunque no vea; camina, toca, escucha, es víctima del hampa, respira el mal olor de la falta de aseo urbano y padece el sabor amargo de pisar en un pozo de agua putrefacto de su comunidad, o sentir el estruendo del vehículo en que se desplaza cayendo en un cráter de la vía.
Lo que sí quiero alertar es que el deterioro avanza de forma progresiva e indetenible. Y ahora que Pablo Pérez quiere ser presidente de Venezuela y Eveling Trejo la primera gobernadora de esta región es peor, porque concentran su esfuerzo en la campaña aunque, como acabo de decir, esta gente en período electoral o no, nunca le ha puesto atención ni al Zulia ni a Maracaibo.
En cualquier caso tengo que advertir que ya no son solos los barrios los que se encuentran en condiciones infrahumanas ¡no! la irresponsabilidad de Pérez y Trejo llegan a los extremos de que existen complejos habitacionales, tremendas fortalezas de concreto, en el mismo estado de deterioro. La Torre Barcelona del Conjunto Residencial Torre del Saladillo, antigua sede de los juegos Centroamericanos y del Caribe en pleno corazón de Maracaibo, ¡escúchenlo bien, en pleno corazón de Maracaibo!, sector de la sede de la Gobernación y la Alcaldía, cada vez que llueve se convierte en una isla de aguas negras.
En este edificio aparte de que los seis ascensores no funcionan, las tanquillas tanto de la parte interior como exterior se encuentran totalmente obstruidas y se desbordan, poniendo en peligro la salud de sus habitantes. Los residentes de la Torre Barcelona, la mayoría maestros y policías, están cansados de enviar cartas a la Gobernación y a la Alcaldía pidiendo ayuda, ¡pero qué va! Campaña de primarias pa’ todo el mundo, como decimos en criollo. Que les va a interesar el pueblo, lo que les interesa es seguir chupando de la política.
Y ese es el ejemplo de gestión que Pablo Pérez anda pregonando por el país en su afán de querer ser presidente de la República. ¡Qué caradurismo! Yo siendo Henrique Capriles Rasdonsky, María Corina Machado o Antonio Ledezma, vengo a Maracaibo y organizo una concentración en la cañada que se hace en la Autopista Uno cuando llueve, en las inmediaciones del Puente Socorro; o bien en el chiquero en que se convierte el mercado Las Pulgas en el casco central o en los huecos de la Circunvalación Tres, o sencillamente en las calles de arena y barro de los numerosos barrios que bordean el municipio, para que le de vergüenza. Y esto es sólo por mencionar sitios específicos de desastres, pero la ciudad, como dije y no me cansaré decirlo, es una ruina por completo.
Pero en diciembre de 2012 y en el primer trimestre de 2013, Zulia y Maracaibo tienen una oportunidad histórica que debe aprovechar: las elecciones. Para la Gobernación ahí tiene a Arias Cárdenas, el mismo que como gobernador hizo de esta región una referencia vial con respecto de los estados vecinos. Las carreteras eran pizarras, orgullo de los coterráneos.
Acerca de la Alcaldía, ciertamente pienso que este municipio ha tenido muy mal tino en la elección de alcaldes y nunca ha seleccionado uno que haga la gestión que realmente merece una ciudad como Maracaibo enmarcada, por supuesto, bajo los principios de la gestión revolucionaria que lidera el presidente Hugo Rafael Chávez Frías.
La mayoría de los que han llegado pretendeiron arreglar la situación a punta de brocha y pintura como si la gente fuese imbécil, pero ¡pasado es pasado y sería una estupidez pensar en él siquiera!, menos en estos momentos en que el presente nos depara una nueva alternativa: Giovanny Villalobos, un hombre honesto, trabajador, con una hoja limpia, intachable, y esto es muy importante, porque si una cuestión afectó fueron las acusaciones de corrupción en contra de la mayoría de los burgomaestres que desfilaron por esta jurisdicción. Alcaldes que miraban a la gente a la cara, pero nunca podían verla fijo a los ojos, simplemente no tenían moral.
Por eso otra opción para Zulia y Maracaibo diferente a Arias Cárdenas y Giovanny Villalobos, sería muy doloroso.
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