La victoria revolucionaria en el Táchira

No me parece ya de gran interés seguir soplando sobre la nefasta gestión del gobierno regional del Táchira: esta es tan indiscutible que no se necesita de anteojos para mirarla a lo largo y ancho del estado. Evalúese, júzguese y condénese. Así hace el juez con el reo o los reos que estafan la buena fe de las personas y una vez revisado el expediente, aplica sentencia. Aunque no es el juez en este caso, son los electores los que con su voto deciden finalmente la sentencia. La suma de los votos es la que habla de si es culpable o inocente, y por supuesto que es culpable.

No cumplió, no concretó y poco o nada ejecutó, entonces la gran sentencia sería llevarlo al paredón de la derrota. Darle otra oportunidad sería una ofensa al pueblo del Táchira, que ya no resiste cuatro años más de la peor administración que ha gobernado este estado en su historia. Si se pudiera colocarle una nota, estaría inevitablemente raspado y sin derecho a repetir. Hay que mirar hacia las personas capacitadas para gobernar, que más allá de la política, vean la esencia social del gobierno y que las acciones del mismo sean para hacer sonreír en un ambiente de buen gobierno y no para andar llorando como el cocodrilo para justificar y tapar sus ineficiencias.

Ahora bien, como recompensa es muy interesante la propuesta de Vielma Mora, ya pensada desde la visión de gerente que, en sus primeras voces nos habla de profundizar en la resolución de los problemas y comenzar un proceso decisivo de atender las demandas exigidas por las comunidades. Es decir, que todas las instancias del nuevo gobierno revolucionario que asumirá las riendas de la gobernación del Táchira en los primeros días del 2013, actúen como dispositivos de respuestas a problemas cada vez más urgentes.

A pesar de que los sectores opositores vean con rabia estos planteamientos, se hace evidente que la candidatura de Vielma Mora ha despertado la fe de los tachirenses, porque se abre un abanico de posibilidades para el Táchira e iniciar así, a partir de enero de 2013, la reconstrucción del estado y avanzar hacia la línea recta del proyecto nacional. En vista que el gobierno saliente del Táchira nada trascendental hizo, entonces le corresponde a Vielma Mora insertar este estado a la visión de los grandes objetivos del poder nacional. Hay que demoler ese sentimiento y ese pensamiento de pequeña republiquita que se quiere sembrar en la conciencia de estos lares.

Con esa perspectiva y en el marco de una reflexión pragmático-trascendental, se les puede dar fundamento a todas las propuestas y acciones del nuevo gobierno que regirá el poder en el Táchira, dios mediante a partir de los primeros días de enero de 2013. En ese sentido, la eficiencia adquiere relevancia, valorando la coherencia gubernamental en la acción política; de allí que la responsabilidad debe situarse específicamente en lo institucional y lo ejecutivo, que vendría a revalorizar todo este proceso de comprensión de la realidad y la necesidad de una evolución política acertada.

Tenemos que estar preparados para asumir las riendas del gobierno regional, por eso a través de este espacio envío un mensaje de compromiso a todos los camaradas y compatriotas revolucionarios, que desde la trinchera natural que nos corresponda, desde allí a trabajar para consolidar la victoria revolucionaria en el Táchira.



Politólogo

eduardojm51@gmail.com


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Eduardo Marapacuto


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