La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía.
Simón Bolívar – Discurso ante el Congreso de Angostura -15 de Febrero de 1819
Quiso la historia que justo en día en que se conmemoraba la muerte del Libertador, es decir, un 17 de diciembre, y precisamente en el estado que lleva su nombre, allá en el sur, donde el propio Bolívar anexó la octava estrella de la región de Guayana, se desatara una rebelión civil cuyo nombre por razones históricas y en analogía a todo levantamiento popular ocurrido en Venezuela, no puede recibir otra denominación que no sea el "Angosturazo".
Y que toda Guayana, teniendo como epicentro la siempre Angostura (Ciudad Bolívar), tuvo en sus habitantes un día de convulsión social, el cual fue originado por las míseras políticas de un gobierno, quien traicionando, precisamente, el legado bolivariano, han convertido un territorio de cuantiosas recursos minerales y naturales, especies únicas de flora y fauna, con una impresionante geografía, con una impactante riqueza hídrica, y con un irrepetible reservorio ancestral e indígena, en un cenáculo de mafias, contrabando, traficantes de hierro, oro, diamantes, coltán, así como de explotación sexual y humana. Pero no bastando con ello, semejante inmensidad de kilómetros cuadrados, prácticamente son regalados en un ejercicio de paroxismo apátrida para que transnacionales vengan a explotar en Venezuela, a cambio de nada, lo que incluso es considerado el pulmón vegetal del planeta.
Ese territorio que debería ser un espacio para el desarrollo integral de la nación, quedó dominado después del 11 de abril de 2002 por bazofias militares, políticas y civiles, que no sólo desconocieron a Chávez como presidente de la República, sino que posterior a ese día, cuando la revolución bolivariana fue borrada en un "decreto", reconocieron a Pedro Carmona Estanga como "presidente" en funciones¹. Lo más degradante de esa maligna historia, es que tal individuo, se apoderó del poder en toda la extensión geográfica del estado Bolívar, sin que hasta la fecha, exista autoridad que se haya pronunciado sobre la barbarie política, económica y social que sufren los guayaneses e indígenas por seres viles y despreciables en la praxis del poder, quienes hasta negaban la reciente masacre de Tumeremo, mientras aún los cuerpos estaban calientes y ensangrentados por sus verdugos.
Lo ocurrido con el "Angosturazo" viene a emular "El Apureñazo", en Guasdualito, movimiento popular en el cual el pueblo salió hasta a quemar las oficinas de la denominada "banca pública". Lo sucedido con el "Angosturazo" significa ver una analogía sobre las alteraciones sociales ocurridas en localidad de La Fría, estado Táchira, donde el pueblo reducía a cenizas la sede la alcaldía.
Tales hechos, no implica que estemos apoyando la violencia ¡No! Pero, las realidades de nuestra historia en justo lugar; verbigracia, un gobierno y el Estado en su complexión institucional deben servirle a los ciudadanos, no servirse de ellos para sus malogrados propósitos.
Un gobierno no puede mantener en vilo a una población sin garantizarle las mínimas condiciones de vida para poder comer, sanarse de una enfermedad, vestirse con dignidad, educarse y formarse libremente conforme con los preceptos de una sociedad justa. Además, ese Estado también debe facilitar los caminos para que el pueblo se pueda expresar en elecciones constitucionales, libres y equilibradas. Lamentablemente, en Guayana y el resto del país sólo estamos viendo la hecatombe societaria del pueblo.
Un 27 de Febrero de 1989, una rebelión popular, llamada el "Caracazo", se levantó contra una élite gubernamental que a la postre salió del poder, a pesar de todas las triquiñuelas políticas y jurídicas que alargaron su agonía hasta 1993. Un 17 de Diciembre de 2016, desde el estado Bolívar, el "Angosturazo" es un capítulo histórico que nos sigue aproximando al "Venezolanazo", en el medio de un gobierno que naufraga y no precisamente sobre las aguas del Orinoco, sino sobre la arrogancia, la soberbia, la ineptitud, la mezquindad, el nepotismo, la corrupción y el autoritarismo. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
¹https://youtu.be/fkmApSkavXY?t=18