El Mercado de "Las Pulgas" se ha convertido en una triste referencia nacional en las últimas semanas, pues en ese espacio de menos de un kilómetro cuadrado en Maracaibo, el virus se ha propagado, comprometiendo la estrategia de control epidemiológica que desarrolla nuestro gobierno bolivariano y que viene presentando resultados halagadores.
No es raro entonces que propio y extraños se pregunten ¿Qué pasa en "Las Pulgas"?. Aquí subyace y se reproduce una idea clave: es lícito y socialmente permitido la creación de ingresos súbitos sobre la base de la especulación. Al punto que este mercado es el marcador de precios de la región. Cualquier habitante de la ciudad sabe que puede ir a "Las Pulgas y comerciar algo para resolver un día en la vida o todos los días de la vida.
Los grupos que son portadores y reproductores de esta idea, lograron niveles de organización y jerarquización que les ha permitido ser intocables por décadas. No ha habido una afectación significativa por ninguna gestión de gobierno nacional, regional o municipal (bolivariano o de oposición). "Las Pulgas" tiene rostro Wayuu, pero no son estos los que controlan el mercado, hace rato fueron desplazados por elementos irregulares, en connivencia con políticos, funcionarios militares y policiales, entre otros.
Un territorio donde el Estado se resiste a actuar, salvo que medien pactos, que parece que son de beneficios para las partes. En los últimos dos años, los tres niveles de gobierno lo han intervenido y los resultados son escasos, apenas hay cambios en el paisajismo, pero la lógica que tiene el mercado sigue intacta. Y vemos ahora las consecuencias en la salud pública, no solo regional, sino nacional.
Me quedan solo preguntas ¿Cuál es el futuro de "Las Pulgas" luego que se controle el brote?. ¿Seguirá siendo una tarea pendiente para los tres niveles de gobierno?. ¿Se mantendrán los cambios cosméticos? No se observa con claridad en el discurso gubernamental, como abordar este asunto integralmente. Y más allá de Maracaibo, ¿Cuántos lugares hay como "Las Pulgas" en el país?, que contribuyen a dinamitar diariamente nuestra menguada economía y ahora comprometen la salud pública. ¿Qué hacer con ellos y su gente?. Que comience el debate, participativo y vinculante.
