Cuento o razón

Un hombre que nació con el pueblo en el corazón

El perro Pipo esperó en el portón del garaje al periodista Juancho Marcano, quien había salido a realizar ciertas diligencias en el pueblo, donde habló con varios agricultores y todo son de la idea que debe caer un buen palo de agua para que la cosecha de maíz se acabe de dar en la Tacarigua de Margarita.

Una vez que estacionó el carro dentro del garaje, el reportero tomó asiento y ahí vino Pipo a saludarlo y Juancho aprovechó para contarle lo siguiente:

"Sabes, Pipo, que caminando por el pueblo, observé un mural con el rostro de Pablito Romero Millán y me acordé que este grande hombre nació el 25 de enero del año 1918, y quien vino al mundo con este pueblo en el lado izquierdo del pecho, el cual le latía a cada minuto para trabajar por él y engrandecerlo.

Pablito, Pipo, era carpintero, sin embargo sabía de todo y por eso se metió en cuerpo y alma en el Comité de Desarrollo Cultural de Tacarigua, el cual hoy lleva su nombre, para enseñarle a los jóvenes todo aquel bagaje de conocimientos que a lo largo de su vida había adquirido con esfuerzo y sacrificio propios y que demostraba en cada momento.

Para nosotros fue sorprendente cuando se empezó a sacar el periódico del centro cultural, Pablito, en vista que no se tenía la tecnología para ello, hizo una especie de batea y le fijó un stencil, que ya él mismo había tipeado con la máquina de escribir, y luego con una paleta le echó tinta y la pasaba y la repasaba y mágicamente la hoja que estaba debajo del stencil, salía con letras que formaban los textos de dicho órgano cultural.

Un día, para sorpresa de muchos, llegó con un juego de figuritas que no sabíamos cómo se llamaba y Pablito nos dijo: "Esto se llama ajedrez, y de hoy en adelante los voy a enseñar a jugarlo". Porque Pablito sabía jugar aquel juego tan extraño para nosotros.

Pero aparte de demostrar su sabiduría, fue capaz de orientar a varias generaciones de jóvenes que pasaron por ese centro cultural, o sea, Pipo, Pablito Romero Millán, fue un hombre que merece todos los reconocimientos de este pueblo".

El periodista se calló y se quedó pensativo, mientras Pipo, señaló: "Sin duda alguna, un incomparable personaje".



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Emigdio Malaver

Margariteño. Economista y Comunicación Social. Ha colaborado con diferentes publicaciones venezolanas.

 emalaverg@gmail.com      @Malavermillo

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