Venezuela parece un país de dirigentes poco capaces.
En las últimas cinco semanas la Corporación Venezolana del Café, CVC, ha celebrado no menos de seis reuniones locales, regionales y nacionales: Tres en Sanare (Lara), una nacional en Caracas, con el Ministro, otra nacional en Biscucuy (Portuguesa) y otra, próxima, en Barquisimeto (Lara) que tampoco promete porque en todas las anteriores los caficultores han sido burlados.
Con costos de producción superiores a los doscientos dólares, por cada quintal, los precios internacionales de un quintal de café se ubican en 170 dólares.
Esto ha encendido las alarmas de preocupación de los caficultores que siguen observando que desde el Ministerio de Agricultura se trabaja de una forma tan incapaz que no tienen herramientas diseñadas para afrontar esta situación.
Colombia, país cafetero de tradición en donde los caficultores no inmiscuyen la política con el cultivo y además de ello, están organizados en una poderosa Federación de Cafeteros han creado un Fondo de Estabilización de Precios, pero aquí no tienen esa visión sino que están pendiente de otras cosas más llamativas al bolsillo, de ellos y no de nosotros los caficultores.
La Corporación Venezolana del Café, muy descaradamente, y sin vergüenza alguna, se llena la boca diciendo que es el ente rector de la caficultura nacional pero no prevé perjuicios como estos (descenso internacional de precios) que tanto golpean al productor de café.
En casi quince años de creación la CVC no ha generado una Política cafetera que oriente el horizonte productivo nacional y son unos maestros de la politiquería (chavismo-madurismo) que utiliza la ingenuidad del necesitado.
Hace trece años el Ejecutivo nacional, expropió a dos grandes empresas torrefactoras que junto a otra marca de café venezolano, creada por Chávez, le permitía a la CVC concentrar casi el sesenta por ciento del mercado del café tostado nacional, pero éstas se vinieron abajo (quebraron) y los volúmenes de café verde que antes compraban no son ni la sombra de la pírrica cantidad que hoy compran.
Este pésimo manejo gerencial ha afectado indirectamente al caficultor porque la justificación para la cual fueron expropiadas éstas empresas hoy en día no tienen razón de ser.
La CVC está raspada en esa materia.
Por otro lado, el Ministro de Agricultura también tiene un grado de responsabilidad, ya que habiendo publicitado aquel renombrado evento que se conoció como el Encuentro Internación de la Calidad del café venezolano no atiende las quejas y exigencias de los caficultores en materia de importaciones fraudulentas de café colombiano de mala calidad y agrava la situación cuando emite Gacetas oficiales que anclan el valor del café al mercado internacional, sin atender a una estructura de costos seria, discutida ampliamente y acompañada por la Academia o expertos colegiados en una entidad similar a lo que fue FUDECO en el pasado.
Hoy se desea exportar café para los EEUU, pero éste es un deseo de algunos funcionarios del Ministerio de Agricultura que han establecido alianzas con poderosisimas empresas privadas del café.
El grupo de investigación periodística, con sede en Panamá, Armando.Info ha dado luces sobre el modo de operar en este negocio del café que no favorece al productor.
Antes, el Fondo Nacional del Café resultó bueno en sus primeros siete años de creación, pero luego se transformó en un elemento de obstáculo para el desarrollo de la caficultura, pero la CVC se queda corta con sus omisiones, errores, controles y trabas.
"Tanto va el agua al cántaro hasta que se rompe"
Los caficultores de Ospino, Sanare, Biscucuy,. Campo Elías, Boconó, Río Claro, Mérida, Yaracuy, Oriente y otros, están muy molestos... Y con sobrada razón.
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Ing. MSc. Freddy Colmenarez-Betancourt. 11.585.479. Caficultor desde hace 25 años y Ex Investigador para el cultivo del café del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, INIA. Sanare. Lara. Venezuela.