Los resultados electorales del 1º de Junio en el PSUV aquí en el Estado Sucre, produjeron una serie de expectativas que han creado desmovilización y confusión en el seno de un sector de la militancia, debido a las decisiones tomadas por la Dirección Nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela.
En principio se tiene en la actualidad una visión más clara entre las bases socialistas revolucionarias que existe una relación directa entre la disciplina partidista y la defensa de la revolución bolivariana.
Ciertamente que la organización de los militantes debe empezar por una estructura que sea respetada mediante el ejemplo, la constancia y la demostración diaria de una ética concebida bajo los principios de la equidad, participación y consultas a la mayoría que desea una sociedad justa y progresista.
En realidad tenemos un cuadro electoral dentro del PSUV, con una variación importante desde la derrota que sufrió en el referendo por la reforma constitucional en la que el Estado Sucre dijo SI pero en el Municipio Sucre ganó el NO.
La situación se hace preocupante debido al descontento en una buena parte del chavismo que no termina de digerir a los candidatos seleccionados de manera tan ligera sin medir el porcentaje de rechazo o aceptación de cada uno de los ubicados entre los tres mas votados sin haber superado en una ventaja del quince por ciento a los demás.
El hecho simplemente se desenvuelve entre un problema de definiciones y un compromiso revolucionario para asumir las candidaturas sin mayores problemas ni critica alguna.
El Estado Sucre necesariamente tiene que ser sometido a revisión y debate, los candidatos a Alcaldes en algunos Municipios tienen que ser evaluados pues no aseguran el triunfo y dejan abierta la posibilidad que una oposición raquítica se levante y tome los espacios de poder.
Se debe recordar que estamos en un estado ubicado geográficamente dentro un eje estratégico por su vinculación directa con el área del Caribe y su cercanía hacia la zona este con el océano atlántico. De tal manera que se está frente a una disyuntiva que obligatoriamente debe ser subsanada. Los candidatos a la gobernación que no veían en el actual Alcalde Enrique Maestre un factor de victoria en Noviembre fueron incapaces de declinar sus candidaturas y nuclear la votación en torno a otra figura de mayor aceptación que sin lugar a dudas representara el equilibrio en las bases del PSUV y estuviese bien colocado en las encuestas y en la población en general.
Ahora ni antes se vislumbra una rectificación por lo que la lucha electoral para ganar en noviembre se hace más exigente y nuestro compromiso se pone a prueba una vez más. El panorama luce en tensión, las conversaciones deben fluir en proporción a la búsqueda de las alianzas tácticas y estratégicas. No se olviden que los enemigos del cambio y el socialismo están desplegados con plan desestabilizador y todo, teniendo al Estado Sucre, como uno de los puntos fundamentales a la hora de desarrollarlo.
Los acuerdos internos son necesarios, para dar respuesta a un fenómeno electoral que no está favoreciendo a la oposición por su gran dispersión, la debilidad de sus organizaciones que casi están desaparecidas del escenario de poder como AD y COPEI, otras como BR, PJ, etc, se mantienen como un apoyo simbólico más que de fuerza electoral real. El ánimo debe entonces partir de un partido como el PSUV que es una gran maquinaria y unos candidatos con apoyo popular, moral y con gran espíritu de servicio.
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