Jamás será porque el partido haya apoyado una reorganización en el gabinete y estructura orgánica regional de gobierno, que desde el mismísimo diciembre, se veía disfuncional, esclerotizado e inoperante. Eso se veía venir. Tampoco nunca será, porque ese apoyo haya sido expresado por nueve miembros ungidos en máximos representantes de un partido novedoso conformado por casi un cuarto de millón de socialistas que casi todos con seguridad abrazan solidaridad con los trabajadores cesanteados, producto de las medidas tomadas sin mayores escatimaciones de sus ni siquiera habrá de ser porque, a pesar de las claras disposiciones partidistas en sus preceptos humanistas de respaldo a los pobres y a quienes mayores necesidades de empleo tienen, se podría por lo menos catalogar de destempladas algunas opiniones de los mas parlantes miembros del Buró Político Regional.
En torno a esa problemática que con pequeños esfuerzos de elemental gerencia socialista se pudo evitar. Menos jamás ni nunca habrá de ser porque, en otros lugares de la geografía nacional, el partido y sus líderes representantes de él, tomaron el toro por los cachos, amortiguaron proactivamente las amenazas de crisis y generaron las condiciones para evitar los desafueros del hambre, el desconcierto y la desolación. Muchísimo menos será porque los mas afectados en torno a semejantes medidas, son precisamente gente afecta a este proceso en plena efervescencia, lo que ha producido severas confrontaciones internas que no ayudan en lo mas mínimo a atender las posturas políticas que debe tomar el partido ante la amenaza oligárquica por la desmontada que el gobierno revolucionario nacional hace al andamiaje de la corrupción incrustada en los grupos de poder…No es eso el motor de la tormenta en el Psuv falconiano…Es, porque al apoyarse políticamente una medida administrativa después de haberse puesto en práctica, todas las consecuencias que esas medidas contienen, son automáticamente apoyadas también por el Buró del Partido.
Y esa tormenta envuelve por supuesto, en grado de representación a una comunidad socialista que con seguridad está en fuerte desacuerdo con lo apoyado. Porque el ciclo político en este caso anduvo al revés. Antes debió el partido aprobar lo que debió haber sido antes una propuesta del ejecutivo. Y no así, el Buró queda desarmado para la defensa de lo apoyado a destiempo. Pero pronto tendrá lugar un nuevo Congreso del PSUV donde, además del necesario debate ideológico, también dará nacimiento a una nueva dirección regional del partido. Todo tiene su tiempo. Porque cuando los cambios que seguro habrán de venir, ubique la sensatez como principio de acción política, volverán a su sitio las cosas que injustamente han desembocado en hambruna y desasosiego.
(*) INGENIERO GEÓLOGO
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