Los venezolanos estamos ansiosos por tener tranquilidad, paz y seguridad rn nuestras calles urbanas y, sobretodo en el eje andino. La candidez política del ejecutivo nacional ha carecido de imaginación como destreza política y, en la frontera andina existe una creciente violencia, corrupción, enojo y miedo de la población por la presencia de paramilitares y agentes encubiertos que solo desean destabilizar todos los Estados Andinos.
Cuando el CNE, tenga que organizar las elecciones para 2012, la presión seguirá creciendo y se requiere un punto de equilibrio para tener oportunidad de avanzar con las bases políticas del partido. La tesis de la frontera no es nueva, los colombianos vienen expresando que Táchira, Mérida, Zulia y Trujillo les pertenece y algún día esas tierras marcarán una nueva historia, tanto es así, que, los andinos pernoctan en Colombia como sí fuese su tierra natal.
Los análisis indican que a Colombia llegan un buen número de venezolanos a buscar liquidez monetaria con las tarjetas de créditos otorgada por la banca venezolana en manos de una sola persona y, de allí en adelante se debe sortear de la mejor manera la crisis que nos ahoga en esa zona del Territorio Nacional.
Prácticamente, el tema de nuestra frontera con Colombia se ha vuelto global y la guerra contra la usurpación legal en esa zona, ha quedado atrapada en sus estrategias fallidas por malos procedimientos jurídicos. Hay muchos detractores, pero, quienes desean sanearlas son pocos. Hay que buscar una solución eficaz, antes que provenga el colapso. El dólar ha sido la salvación andina para transformarla en pesos y bienes.
Venezuela, debe ajustar sus reformas para evitaros de pillaje y buscar la vía para una economía más activa, productiva y competitiva que incluya una reducción de aranceles como IVA para favorecer al pueblo con precios justos que permitan reducir el desempleo. En otras palabras, Debemos romper las barreras a las importaciones, para éstas requieren de medidas allende a las fronteras geográficas y que haya más competitividad para mejorar los mercados internos.
Para construir un nuevo país, debemos organizar el aparato político y el judicial y así tener un régimen de libertad y donde el tránsito por nuestra frontera sea de seguridad y que todos anclemos un precedente para lograr resumir nuestra constitucionalidad en una realidad histórica.
Necesitamos un proyecto geo- político para un área tan vital y donde se exige una multiplicidad de recursos para atender millones de personas que comprende todo el eje fronterizo desde Brasil hasta La Guajira. En esas estrategias, no puede haber desacuerdos, solo una esperanza nos debe asistir para lograr puntos de coincidencias firmes.
Edo Carabobo. Venezuela
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