Una venezolana en la NASA

No solo es la única mujer en un equipo conformado por los ingenieros más calificados en los Estados Unidos, sino también la única hispana en el laboratorio de realidad virtual de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio NASA. Su acento no es ni caraqueño ni tejano, pero a veces suelta un venezolanismo, se le sale, a pesar de que lleva 24 años trabajando en el centro espacial, Nació en febrero de 1967 y hoy tiene 51 años, tiene cerca de 10 años sin venir a Venezuela, Evelyn Miralles asegura no haber perdido nada de la cultura de su país. A miles de kilómetros de su Tierra, el trabajo de la venezolana define prácticamente todo lo que hacen los astronautas en el espacio. Desde siempre le llamaron la atención la arquitectura y el diseño, pero nunca consiguió en el país una especialización que le gustara. Estudió Administración en Caracas en la Universidad Católica Andrés Bello, UCAB, por dos años y luego se fue a Estados Unidos donde finalmente pudo estudiar lo que quería: Gráfica en computación.

Llegó a Texas en 1986 con 19 años y afirma que fue la buena base en matemática y física recibida en el Santa Rosa de Lima y en la Católica de Caracas lo que la ayudaron en un principio. Tenía facilidades para los cálculos. Para Miralles, fue una combinación entre la preparación y la suerte lo que la llevó a la NASA. Cuando empezó a trabajar allí en 1992, las aplicaciones de realidad virtual eran muy básicas, por lo que le tocó buscar qué había en el momento más novedoso. Ahora es uno de los ingenieros principales en el laboratorio y está al frente de la facción innovadora en un exclusivo equipo de trabajo de 7 profesionales. Miralles recuerda que su primer proyecto importante fue salvar al Telescopio Espacial Hubble, el cual ya estaba en órbita, en el año 2000. Uno de los espejos del telescopio se dañó y nosotros tuvimos que entrenar a dos astronautas para que pudieran ir al espacio a repararlo. Los astronautas fueron, lo arreglaron y el telescopio siguió funcionando. Todavía funciona, fue un trabajo en equipo. A Miralles a veces se le escapa algún anglicismo sin querer cuando habla en español: "Todo esto requiere tener un buen team". También afirma que ser venezolana la ha ayudado a tener una perspectiva distinta a la de los demás en su equipo. "La experiencia de mudarte a otro país y de tener un lenguaje diferente te obliga a usar la otra parte de tu cerebro" Todo eso me ha servido, sin duda. Hay cosas que yo tengo que no las tiene nadie más y eso es importante cuando estás haciendo algo que quieres que sea reconocido", dice Miralles. Aunque tiene tiempo sin venir a Venezuela, tiene familia acá que siempre va a visitarla a EEUU. Cuando no está tan ocupada, hace seguimiento a lo que ocurre en el país. Confiesa que lo que más le preocupa es el aspecto de la inseguridad y que está segura que el país saldrá del drama económico que hoy lo agobia. De Venezuela no ha perdido los modismos, ni su gusto por la variedad del queso duro llanero, compra plátanos cada vez que lo consigue. Al menos una vez a la semana también les prepara arepas a sus hijas de 13 y 17 años. "La cultura no se pierde", afirma. Dice que lo que más le hace falta, como a cualquier caraqueño, es la naturaleza: ver El Ávila o tener la playa tan cerca. "Yo he vivido en Houston y viajo bastante pero no hay comparación con la belleza que tú ves en Venezuela. Da tristeza que no he podido verla desde hace tiempo", expresa.

También resalta la creatividad, el aspecto innovador del venezolano que asegura es lo necesario para que el país aproveche su potencial en ciencia y tecnología. "He visto muchos venezolanos con muchísimo talento y si se pudiesen estimular a los ingenieros y promover programas, Venezuela podría estar al frente de muchos países. La materia prima está ahí, es cuestión de que haya una estructura que los guie, la creatividad es lo que hace que todo se descubra. Una capacidad infinita la tenemos en los venezolanos" Desde Houston, se mantiene en contacto con sus amigos venezolanos allá y también con sus padres que están aquí. Hay cierto anhelo en su tono de voz cuando se le pregunta por el país o por los venezolanos. Incluso cuando fue nombrada como una de los 20 mejores más influyentes en el ámbito tecnológico por la NASA, un medio americano especializado en ciencia y tecnología, se emocionó por estar en la lista junto al director del Instituto Tecnológico de Massachusetts. "Cuando escuché a todos los que nombraron, no podía creer que estaba al lado de toda esa gente tan importante. Qué nota, sí, es un big deal estar entre los mejores. Evelyn Miralles, con mucha convicción segura, que con el trabajo y el ingenio del venezolano, en pocos años Venezuela será el país líder en tecnología y economía de esta región del mundo



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José M. Ameliach N.


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