Descifrar la Geografía

El geógrafo griego Claudio Ptolomeo, un amante de los registros existentes de tierras lejanas, su cercanía con Alejandría, le permite tener acceso a todos ellos, al punto que llega a recopilar un conjunto de manuscritos, con toda la información de los primeros 8.000 lugares distintos de la tierra hasta el momento y la forma de acceder a ellos. También se encargó de compilar las teorías, que sobre la geografía se conocían hasta el momento y creó una de sus grandes obras Geografike Hyfegesis (Geografía), compuesto con explicaciones sobre los principios fundamentales para la realización de mapas.

La geografía, como la entendían en la antigüedad, consistía básicamente en medir las longitudes y las latitudes, para trasladarlas posteriormente a un mapa, es decir, lo que se conoce en la actualidad como cartografía. Ptolomeo en su compendio presentaba un teoría geocéntrica del cosmos, que proyectaba a la tierra como el centro del universo, una idea que encajó como la pieza de un rompecabezas, para ser impuesta desde Alejandría, a todas aquellas sociedades de la época y que esquivaría toda crítica durante catorce siglos, forrada de una gran solidez dogmática, que tiene su explicación en la ideología que manejaban las diferentes comunidades religiosas y muy especialmente la cristiana.

Además se reflejó el fantástico conocimiento de los vasto lugares descubiertos hasta el momento, que se evidencian en los diversos mapas que Ptolomeo realizó de las costas mediterráneas, lo que reafirma la precisión de sus fuentes. Este asimismo definió a la tierra como una esfera y la dividió en 360º grados, de cuyas subdivisiones obtuvo los minutos y de estos los segundos. Pero al margen de estos avances en la Geografía, hay errores de cálculo, como la dimensión de la circunferencia de la tierra, que llevo a Cristóbal Colón a incursionar en un viaje a las Indias por el Oeste, suponiendo que se encontraba más cerca de aquel país, que lo distante que en realidad estaba.

Los postulados de Ptolomeo se extendieron por más de 1400años, lo sitúan como uno de los geógrafos más interesados en descifrar y difundir su conocimiento geográfico hasta ese momento; Nicolás Copérnico quiebra su hegemonía y logra rebatir sus postulados en el siglo XVI, proponiendo en su lugar la teoría heliocéntrica, la cual coloca al Sol como centro del sistema solar, que posteriormente reforzaron y ampliaron Galileo Galilei y Johannes Kepler, por la que nos regimos en la actualidad.

Según el falsacionismo de Karl Popper, cualquier hipótesis científica, debe hacer predicciones que luego puedan contrastarse empíricamente. Por lo tanto, el grado de certeza de una conjetura dependerá de su capacidad para explicar las observaciones.

Esta geografía hasta este momento muestra en su proceso de desarrollo, una dualidad de la que nos habla Horacio Capel, por un lado estos últimos enfoques que habría que añadir un carácter pragmático-utilitario, que se entremezcla con aquel inicio en donde estaba ligada al aspecto humano de la geografía regional puramente descriptiva, mientras que la geografía matemática se desarrolla con un sentido racional abstracto y filosófico, preocupada por el conocimiento global; esta será dejada de lado por Roma primero, desconocida por la Europa Medieval, luego será retomada, como uno de esas construcciones pasadas que necesitan un reimpulso en el renacimiento; manteniéndose aquel dualismo hasta ser superada por la geografía moderna, al impulso de poderosos talentos como Humboldt y Ritter.



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Adrián Ávila

Profesor universitario

 adrian7379@gmail.com

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