Nos llega la noticia que recién el día de ayer, nombran en Venezuela a T. Aissami y A. Chávez al frente del ministerio de petróleo y PDVSA respectivamente. La decisión de Nicolás Maduro no pudo ser más inconveniente, ni tomada en momento más adverso. En momentos donde los mercados predicen un nivel de complejidad sin precedentes, donde recién se comienzan a percibir sus primeros efectos, que demanda talento, conocimiento y verdaderas habilidades para hacerle frente.
Si en prácticamente 3 largos meses la comisión presidencial ha sido un total fracaso, no habiendo abonado ni un solo resultado distinto desde su conformación y por el contrario PDVSA continua en franco deterioro: ¿quién podría esperar resultados distintos?
Ante el complejo panorama energético mundial y nacional, no auguramos un buen desenlace, dado que mientras el uno adolece de experiencia alguna y pesan sobre él; con razón o no, acusaciones que le impiden su normal transito por el mundo, el otro ha fracasado y pasado desapercibido en todos sus cargos anteriores sin dejar prácticamente huella alguna.
PRESIDENTE o PRE-SALIENTE:
Recién salida PDVSA del sabotaje petrolero a inicios de 2003, recordamos haber asistido a una reunión en el pent house de la Campiña, para presentar a la directiva los planes y avances en la recuperación de PDVSA GAS. Estaban; Ali Rodríguez, Félix (el gallito) Rodríguez y Nelson Martínez; entre otros. El secretario de la junta era el hoy señalado de hechos de corrupción en Bariven, George Kabboul. A nuestra llegada, en la parte de afuera del salón de conferencia conocimos a Asdrúbal, quien para entonces estaba en recursos humanos; solo nos dimos la mano.
Ya en septiembre’2014 desde el Medio Oriente, fuimos uno de los primeros en expresarle nuestros buenos deseos por el éxito al frente del ministerio de Petróleo, dada la critica situación que se erigía por delante en cuando al escenario de precios del barril y su impacto en la economía Venezolana. Ya para entonces, teníamos una preocupación legítima que a la postre resultó cierta; la destrucción de PDVSA y de la economía Venezolana. Y así sucedió. Desafortunadamente su gestión no pudo ser peor; una gestión opaca que pasó por debajo de la mesa,desapercibida y sin ningún resultado tangible; imperceptible. De allí sale como diputado. En ese momento le advertimos vía "twitter" que fracasaría y pasaría por debajo de la mesa, tal y como había fracasado en todos sus cargos anteriores y no nos equivocamos.
Su trayectoria se resume en dos etapas; una entre 1979 y 1998 donde no levantaba cabeza dentro de la PDVSA azul y la otra en donde sale de ser un ingeniero de procesos, a ser un integrante de la directiva de PDVSA en apenas semanas; algo genuinamente impensable en cualquier empresa petrolera respetable del mundo. Lo que no logró en casi 20 años, lo logra luego del ascenso de Hugo Chávez al poder en tan solo semanas; llegar a la directiva de PDVSA.
Desafortunadamente para Venezuela y PDVSA, nadie que no haya agotado los distintos procesos de la industria petrolera y que sepa maniobrar ante un mundo cada vez más complejo y heterogéneo en materia energética, está apto para dirigirla sin contar con un equipo con dominio total de su campo de acción. Esa fue la constante con Ravard, Sosa, Rossen, Lameda y también Ali; contar con un buen equipo. O conoces y estás en capacidad por si solo de propiciar cambios de fondo designando gente capaz, o no conoces pero te rodeas de verdaderos expertos y escuchas. Le sucedió a Quevedo le sucederá a Asdrúbal y Tarek. Mientras el gobierno Venezolano no termine de comprender, que la industria petrolera no es un partido político, que no debe ser tratado como un centro de acopio clientelista que sirva de alojamiento de políticos, militares y "reposeros", PDVSA jamás levantara cabeza.
EL ESCENARIO:
El escenario petrolero de corto y mediano plazo estará signado por las limitaciones impuestas por los efectos adversos de la pandemia sobre los mercados y economías globales. Llegará la quiebra sobre 40+% de los activos productores del orbe. Brasil ha anunciado la desmovilización de 62 de sus 160 plataformas costa afuera [https://oilprice.com/Latest-Energy-News/World-News/Brazil-Cuts-Oil-Production-On-62-Offshore-Platforms.html], Guinea Ecuatorial la suspensión de sus desarrollos [https://www.spglobal.com/platts/en/market-insights/latest-news/oil/042720-equatorial-guinea-to-delay-oil-gas-projects-over-price-collapse], Guyana el desfase de la fase 3 de Stabroek y muy posiblemente se suspenderán totalmente sus operaciones, de extenderse como será el caso de la coyuntura actual [https://www.stabroeknews.com/2020/04/28/opinion/letters/hard-times-ahead-for-the-infant-oil-industry/] más allá de Q2’2020, dado su elevado costo de producción ($35+ pb) y sus hasta ahora adversos resultados operacionales en términos de objetivos volumétricos.
En EEUU se han declarado en bancarrota sobre 100 productores independientes desde 2018 y desde inicios de Marzo’2020 se han desincorporado sobre 300 taladros dedicados a crudo, para llegar a tan solo 378 taladros activos dedicados a crudo en la actualidad, llevándolos a niveles de 2016 cuando producían solo 8.5 MMBD y arriesgando en consecuencia sobre los 250.000 puestos de trabajo.
Con lo anterior por delante; ¿podrán o estarán capacitados Tarek o Asdrúbal para saber responder a semejante reto, cuando el uno apenas tiene 3 meses emparentado con la industria y el otro en 2014 no pudo manejarse en las aguas de la recién caída estructura del barril de entonces?
En la post-pandemia no será el mismo caso de hoy. Habrá un reequilibrio mundial y las empresas petroleras serán corporaciones esbeltas, con más ingrediente de Cyber-tecnologías en su estructura; más eficientes y más competitivas. Ya de hecho en esta parte del mundo se ha incorporado todo un ejercito de "data engineers y data scientists" al manejo integral de la data.
En esa industria post pandemia, no será el número, sino la calidad del personal y la capacidad de manejo e interpretación de un volumen considerable de data en tiempo real lo que dominará el escenario. Las "empresas analógicas" que como PDVSA están lejos de la utilización de ese costoso y abundante volumen de información que poseen, valiéndose de la reproducción de algoritmos basados en inteligencia artificial para manejar, predecir y perfeccionar sus procesos; quedaran atrás. Las empresas onerosas y desorganizadas, con gobiernos hostiles y con complejos hacia todo lo que representa la globalización; no prosperaran, sencillamente porque son esos mismos gobiernos industrializados los mayores mercados de consumo de nuestros crudos.
PRECIOS DEL BARRIL:
Si de costos de equilibrio se trata, el barril no volverá a los $50+ en lo que resta de 2020, ni 2021. Nuestras estimaciones apuntan hacia un barril (WTI) hacia $25 @ $28 para finales de Q3’2020, buscando ascender hacia un nivel de estabilización de entre $35 @ $38 pb sostenido hacia Q2’2021. Es sumamente reducida la posibilidad de repunte del crudo hacia niveles previos ($>$50+) por ahora. Las economías no serán estables en lo inmediato, mientras duren los efectos activos (casos y fallecidos) y pasivos (huellas en las economías) de la pandemia. Las variables de control de mercado migraran más allá de la mera oferta, consumo, inventarios y demanda, para incluir ahora la erradicación total del SARS COV-19 y sus efectos posteriores.
Pensamos que finalmente el objetivo es una barril que tenderá hacia la extrema volatilidad en el entorno de los $43 @ $48 (WTI) más allá de 2021. Ese nivel no es escogido al azar y representa el promedio de costos de equilibrio del crudo de lutitas, activos costa afuera y de la mayor porción de segmentos hoy en uso de las energías renovables. Ya el Kremlin ha expresado que puede sobrevivir con un barril a $25 [https://oilprice.com/Latest-Energy-News/World-News/Russia-Can-Live-With-25-Oil-For-Years.html] y que no ve necesidad de un barril a precio "elevado" [https://tass.com/economy/1150225].
RELACION VENEZUELA – EEUU:
Por increíble que por ahora parezca, EEUU podría volver a ser cliente importante de Venezuela. Por cada taladro desmovilizado, su producción se deprime en un promedio histórico de entre 5.800 @ 6.300 BPD. Desde la primera semana de Marzo unos 305 taladros han sido desmovilizados. Por debajo de 550 taladros la producción norteamericana es insostenible y hoy posee activos solo 378 taladros dedicados a crudo. El desfase típico donde se refleja dicha caída es normalmente unas 3 semanas, sin embargo se ha venido reduciendo recientemente a algo menos de 2 semanas al haberse desincorporado, forzado por la abrupta y sostenida caída de barril, la entrada de pozos perforados no completados (DUC).
Como consecuencia de la quiebra masiva de productores y proyectos, así como de la limitación impuesta, no solo por las consecuencias de la coyuntura actual de precios sino ante lo que irremediablemente se constituirá con el nuevo orden en el mercado energético global, se abrirá una ventana de oportunidades donde Venezuela deberá jugar un rol protagónico. Esta ventana será la consecuencia natural de no solo la limitación en costos y caída de producción petrolera y gasífera, sino que estára marcada por una nueva realidad en el segmento de las energías renovables como ya antes apuntamos en artículo previo [https://www.aporrea.org/energia/a288481.html], además del cierre diferencial de cerca del 40% de los activos petrolíferos del mundo; entre ellos de los EEUU. En el corto plazo la producción norteamericana podría ceder incluso bajo los 10 MMBD tornándolos de vuelta en un país netamente consumidor. Por supuesto que debido al elevado volumen actual de las reservas estratégicas, la respuesta de los mercados tardará algún tiempo en reflejarse; aunque la presión sobre el barril será creciente y sostenida.
Una vez surja tal dependencia de los EEUU del crudo importado, que bien podría ser pronto. Ante el surgimiento de tal necesidad y oportunidad, con quién se entenderían. Quiénes serian los interlocutores y cómo manejarían los casos pendientes. Pensó en todo ello Maduro al momento de tomar tal decisión?