Te despiertas en mitad de la noche y te encuentras que no puedes moverte ni gritar para pedir ayuda. Apenas eres capaz de respirar, incluso sientes un gran peso en el pecho. Además percibes una presencia junto a la cama, muy negativa, pero lo más importante de todo es que te sientes impotente para poder reaccionar; a esto denominan la parálisis del sueño.
Una cosa justifica la ciencia, pero otros experimentamos la terrible realidad.
Los expertos, siempre buscando la explicación científica de los hechos descartan que esto sea un fenómeno paranormal, explicando que los pensamientos, imágenes y sensaciones liberados del subconsciente de una persona son en última instancia ajena al individuo. Pero la realidad es mucho más compleja, ya que el estado de sueño es un fenómeno que actualmente tiene muchas cuestiones sin respuesta. En todo el mundo, y con el paso del tiempo, los aspectos fisiológicos de la parálisis del sueño han sido y siguen siendo los mismos, independientemente de la raza, la religión o la cultura de la víctima. Son las interpretaciones casi incontables de estos síntomas, que hacen que la parálisis del sueño sea uno de los fenómenos paranormales más temidos. La parálisis del sueño está estrechamente relacionada con la parálisis natural que ocurre en el sueño REM (en inglés "Rapid Eye Movement" o "Movimiento Rápido de los Ojos") del estado de sueño. La víctima está totalmente consciente y alerta, sin embargo, el cuerpo permanece paralizado. En este estado, el cerebro es capaz de manifestar unas visiones que son vividas intensamente, sin que el cuerpo pueda reaccionar. La reacción comprensible a este escenario es el miedo y el pánico, siendo para la victima una experiencia terriblemente real. Todos los sentidos naturales del individuo permanecen en pleno funcionamiento, es decir, olor, gusto, tacto, oído y la vista, aumentando el terror del momento. Durante el sueño REM el metabolismo es más lento, el ritmo cardíaco se reduce, como también la presión arterial y la frecuencia respiratoria. Junto con todo esto viene la parálisis muscular, siendo todas estas un mecanismo de seguridad para evitar lesiones durante el estado de sueño. Con el latido del corazón y la frecuencia respiratoria reducida la víctima experimentará la sensación de presión en la pared torácica y dificultad para respirar. En este estado natural de miedo y de pánico, la víctima puede sentir una sensación de peso en su pecho. Los episodios de la parálisis del sueño duran desde unos cuantos segundos hasta 1 o 2 minutos. Estos episodios terminan por sí solos o cuando se toca o mueve a la persona. En raras ocasiones, la persona puede tener sensaciones similares a sueños o alucinaciones, que pueden causarle temor.
En lo relativo a lo paranormal existen muchas versiones, de las cuales haré un breve análisis, pero antes me quiero detener a explicar mi experiencia personal, nadie me lo contó, lo vivo a menudo y con mucha frecuencia, no como dicen los científicos (exporadicamente). Durante muchos años he vivido esas terribles sensaciones, sabiendo que estoy despierto pero no puedo moverme y siento seres extraños que intentan atacarme y no puedo huir ni gritar, al menos eso pensé durante muchos años, porque por lo general he dormido solo muchísimo tiempo, y no he tenido nadie al lado quien me diga si observó algo en mi, durante la noche; hasta hace poco que viví otro suceso, como lo vivo frecuentemente, y al despertar la persona que me acompañaba me preguntó: "qué te pasó"; le dije, ¿y como sabes que me pasó algo?; me contestó porque te vi moverte mucho y gritar, "auxilio", y me dio miedo despertarte por temor a no saber cómo podías reaccionar. Le dije, echando broma: "bueno la próxima vez me estremeces y sales corriendo". Nunca pensé que mis gritos realmente se escuchaban ni que en realidad me movía; porque en ese estado era lo que pensaba hacer pero me encontraba atado, entonces, se caen aquí dos versiones científicas del hecho: el cuerpo si se mueve y la voz se escucha, aunque quien lo está padeciendo piensa no es así.
Muchos de mis lectores, y más, mis detractores, dirán: ¿cómo a Reinaldo Silva se le ocurre escribir esto?. Lo escribo, porque a pesar de ser estudiado y especialista en varias profesiones, estoy seguro que esto que vivo y viven muchos, no tiene explicación científica; más aún, luego de esa última terrible situación; momento en el cual comencé a estudiar e investigar sobre este hecho paranormal, me preguntaron: ¿en quien más crees, en quien tienes más fe?; contesté: mi protector siempre ha sido el Nazareno, nunca lo abandono, en mis momentos más difíciles ha estado conmigo; y vaya que los he pasado. Por mi constante lucha contra la corrupción, he sido perseguido y agobiado, y el Nazareno siempre me ha protegido y llevado por buen camino; la persona me dijo, pon una imagen de él al lado de tu cama. Decidí hacer otra cosa, yo nunca salgo a la calle sin mí cadena e imagen del nazareno; bueno desde ese día me coloco la cadena para dormir, a pesar que me causa molestia en el cuello, y al lado de mi cama puse una imagen del Dr. Jose Gregorio Hernandez; desde ese momento, no he vuelto a vivir esa terrible sensación; dirán ahora los psicólogos, eso es una cuestión sicológica, ahora les pregunto, ¿será que el inconsciente le dice a esos espíritus, anda vete que aquí está Cristo?. Cosas que pueden generar burla, pero acaso, no nos encomendamos a Dios, a la Virgen o al Dr. José Gregorio Hernández, cuando estamos enfermos o tememos por nuestra vida o la de los nuestros, y públicamente vemos hacerlo a grandes personajes de la historia, los imperios, científicos y nuestros políticos; entonces ¿sí existe quien te proteja y te cure, no existen espíritus que intenten perjudicarte?, allí les dejo esa interrogante.
Saliendo de nuestro caso particular, volvamos a la generalidad; a través de la historia, la parálisis del sueño fue utilizada como prueba en numerosos casos de ajusticiamiento a brujas, cuyas víctimas aseguraban haber sido atacadas por éstas mientras dormían. En cuanto empezó a buscar información sobre el fenómeno, MacKinnon descubrió que la presencia de la parálisis del sueño en la cultura y la religión es antiquísima. Aunque la parálisis del sueño fue identificada como un trastorno médico de origen natural ya en la antigua Grecia, las personas que la experimentaban solían verla como un suceso sobrenatural, que en Occidente se asociaba al ataque de demonios o brujas. No en vano, hoy sabemos que la parálisis está detrás de grandes mitos como el del íncubo y el súcubo (demonios masculinos y femeninos, respectivamente, que paralizaban a sus víctimas mientras dormían y mantenían con ellas relaciones sexuales) y fue utilizada como prueba en numerosos casos de ajusticiamiento a brujas, incluido el famoso juicio de las brujas de Salem.
En los últimos tiempos la parálisis del sueño ha seguido asociada a lo paranormal. Según los psiquiatras Katharine Holden y Chritopher French el trastorno está detrás de numerosos supuestos testimonios de abducciones: más de la mitad de las personas que dicen haber sido visitadas por un alíen son en realidad víctimas de una parálisis del sueño con alucinación. En estas ocasiones, por mucho que nos extrañe, la verdad no está ahí fuera.
Algunas de las víctimas de esta horrible condición son capaces de convencerse de que la experiencia no era más que un sueño o incluso de una pesadilla terrorífica. Otras personas permanecen convencidas de que han sido atacadas por una entidad sobrenatural. Estos últimos afirman que su "agresor" es en realidad un fenómeno externo y no de un estado producido por su subconsciente.
Muchos expertos en lo paranormal afirman que algunas personas que experimentan la parálisis del sueño están siendo sometidas por entidades negativas. Ha habido muchos informes sobre extrañas experiencias durante la fase de transición entre el sueño y la vigilia (llamado el estado hipnagógico). Es bien sabido que las visitas se producen durante el sueño, ya que es el momento más desprotegido para nuestro ser y relativamente fácil para un espíritu o entidad comunicarse con nosotros.
La abducción extraterrestre es otra de las posibles teorías a la parálisis del sueño, debido a que muchos informes sobre abducciones por lo general comienzan cuando la víctima cae en el sueño, despertándose incapaz de moverse, sintiendo una presencia en la habitación, viendo uno o más seres de pie junto la cama para despertar con la sensación muy extraña y con vagos recuerdos de lo que realmente pasó.
Muchas de estas personas tratan de recordar estas experiencias utilizando la hipnosis. Durante la hipnosis la víctima vuelve al inicio de la parálisis o del secuestro. La mayoría experimentan recuerdos de haber sido "alejados" de su dormitorio y llevados a un lugar desconocido. Algunos recuerdan a seres grises con grandes ojos y cuerpos delgados realizándoles experimentos. Cuando la víctima despierta, vuelve de nuevo a la cama.
En Nigeria es mucho más común entre los africanos nativos que en la población blanca y con frecuencia se hace referencia en las comunidades africanas como el "Diablo en la espalda".
En la cultura china se conoce como "fantasma sobre el cuerpo" o "fantasma en la cama".
Cultura coreana: se asocia con fantasmas o espíritus que se colocan en la parte superior o presionando el pecho de la víctima.
Camboya: se describe como una persona que está durmiendo y sueña que una o más apariciones fantasmales están cerca. La víctima suele pensar que está despierta, pero incapaz de moverse o emitir sonidos.
En la cultura vietnamita significa que la víctima es sujetada por un fantasma o por una sombra.
Islandia: se cree que un duende o súcubo (normalmente una mujer) causa las pesadillas.
Otras culturas europeas tienen variantes del mismo folclore, pero con diferentes nombres.
En México se cree que es causada por el espíritu de una persona muerta. Este fantasma en particular, se acuesta sobre el cuerpo de la víctima para dormir, sin permitir a la víctima moverse.
En muchas enciclopedias, revistas y otros medios se pueden encontrar testimonios de personas que dan fe de que lo acontecido no tiene explicación científica; pero cada quien puede darle la explicación que crea conveniente.