!El Coronavirus no es una moda!

Todo lo que se pone de moda, con el tiempo tiende a pasar y el Coronavirus no podía ser la excepción. Ya suscita menos interés y emociones negativas. Tal vez debido a un coletazo de los carnavales, cuya influencia dio inicio a su lenta salida del gran escenario, que es la opinión pública.

No deja de sorprender, como de la noche a la mañana mucha gente se ha convertido en experta en pandemias, particularmente en la del Coronavirus. Es interesante oír en cualquier cola, los análisis más o menos sesudos, de cualquier aspecto relacionado con dicho virus. Asimismo, otros opinan sobre las vacunas y las técnicas de preparación. Que sí se producen a partir de ARN o ADN. Que sí es un virus modificado de murciélagos, y pare usted de contar.

Tampoco podemos pasar por alto la variopinta discusión sobre los aspectos político-estratégicos derivados del país productor de cada vacuna, principalmente USA, Rusia, China, Inglaterra y Cuba. Las personas ahora orientan la escogencia de la vacuna, según la identificación que tengan y del tipo que sea, con el país proveedor. Las especulaciones sobre una y otra vacuna son para coger palco.

Pareciera que la cantidad de contagiados y muertos no impacta tanto, como en los primeros meses del año pasado, pues eso ocurre todos los días en Brasil, Colombia y otros países lejanos. Es evidente, que la sobre-saturación con tanta información realenga e irresponsable, por no decir falsa, ha favorecido la confusión y la reducida capacidad de tener un criterio sólido sustentado en fuentes serias y responsables.

La forma tan alegre como algunos sectores de la población están ahora, tomando en cuenta al Coronavirus, nos sugiere pensar que el interés por esta pandemia tiene los días contados. Es una percepción que algunos comparten. Es posible que la aparición de las diferentes vacunas, las cuales pujan por ganarse el favor de los potenciales infectados, les haya dado esa falsa sensación de seguridad.

No es descabellado pensar que las redes sociales han influido en la población, dada la desproporcionada, inconveniente y tóxica información que cada día prolifera. Esto es muy contraproducente, pues la población relaja las medidas preventivas y comienza a estar pendiente de cual es el próximo evento, que sea de una magnitud tal, que se convierta en tendencia, para sumarse a la ola de frivolidad que alimenta a los adictos a dichas redes.

Le sugiero a mis lectoras y lectores, que se fijen en la calle, en el transporte público, centros comerciales, oficinas, bancos, abastos, mercados, etc., como ha aumentado significativamente la cantidad de personas que circulan sin tapabocas, y además, todos apretujados. Lo interesante es que hay responsables visibles, quienes permiten que esto ocurra y nada pasa. Como pasa con tantas cosas en nuestro medio, las normas y exigencias se van relajando, a pesar de la gravedad de la situación.

Sí cada padre, madre, hijo e hija, nieto, vecino, maestro, profesor, compañero de trabajo, etc., cree que lo del Coronavirus está pasando, que con la vacuna todo está resuelto, les diré que están muy equivocados. Sobre el Coronavirus es más lo que no se sabe, que lo que se sabe, solo tienen que buscar información seria y tratar de ignorar a tanto charlatán que está a la vuelta de la esquina, mejor dicho, en la pantalla del celular.

En conclusión, las medidas preventivas son lo que más se acerca a la mejor forma de evitar el contagio. Que hay que vacunarse con cualquiera de las vacunas que esté al alcance, no requiere discusión de ningún tipo. Es fundamental tener sentido común y responsabilidad con los suyos y con el resto de la población. Para luego, puede ser muy tarde. De nada valdrán las lamentaciones y mucho menos buscar a quien echarle la culpa!



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Josefa Contreras


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