El big – bang otra falacia de la academia

La curvatura del espacio tiempo es una metáfora de la física tradicional que nos conduce a una quimera seudocientífica desfasada de toda realidad. (José Tejada Maury).

El universo cuántico sólo es un subproducto del macrocosmos de existencia eterna, no han existido las fusiones nucleares y menos ha surgido de un estado de conciencia universal. El universo siempre ha estado allí; en el lugar de siempre, formado por materia con densidad indeterminada, en un espacio real y un tiempo infinito, tiempo creado por la mente humana. El espacio y el tiempo jamás podrán curvarse debido a que el espacio es intangible y el tiempo una ilusión convencional.

La transculturización, el servilismo intelectual y académico forman parte de la mentalidad neocolonial de nuestros pueblos, arrodillados servilmente a la falacia de las academias de los hegemones.

Se ha tenido la información y el saber de qué sólo los poderosos están capacitados para efectuar trabajos o hacer análisis de los temas de la ciencia que tradicionalmente han sido la etiqueta de la prepotencia y la arrogancia de los “tigres de papel” del mundo académico, erróneamente tipificados como mundo “científico” occidental, diseminado como verdaderas plagas en los ámbitos de sus claustros académicos e impuestos como verdades universales, refrendándolas con galardones y propaganda mediática , generando un público sumiso, taciturno y unos lineamientos para encausar a todos los modelos establecidos para seguir afianzando su poder de facto desde el punto de vista de la ciencia. Se seguirá insistiendo que no se trata de ciencia la manera como pretenden vendernos sus apócrifos académicos, sus falacias académicas y la divulgación en programas de radio y televisión, sobre todo de documentales expuestos por los más avezados periodistas en cabeza de sus más prestigiosos” científicos”, vendiendo cupos y mercadeando subastas para captar a los ingenuos interesados en ingresas a sus más prestigiosos claustros académicos.

Se arman discusiones tontas e incoherentes sobre la falacia del big- bang, de qué fue lo que sucedió antes o después y se arman unas correrías y peregrinaciones en torno a una desinformación que ha sido hasta galardonada con premios nobeles, es similar al pan y circo para el pueblo, pero ahora este mecanismo es el pan y circo para los académicos y seudocientíficos que sólo repiten como cacatúas de turno los exabruptos que salen de sus más prestigiosos claustros académicos.

Atreverse a formular la teoría del big – bang en esa forma tan irresponsable de no tener base científica alguna, es terminar de atrofiar el discernimiento para los incautos.

Si bien es preciso diferenciar entre una ley y una teoría. La ley es un resumen de algún comportamiento observable(medible), mientras que la teoría es la explicación del comportamiento. La ley dice lo que ocurre, la teoría(modelo) es un intento de explicar por qué ocurre. Sin embargo; la supuesta teoría del big-bang no nos explica absolutamente nada con respecto al mecanismo del origen del universo.

La hipótesis es una posible explicación de la observación y en este punto es en donde debemos centrar la formulación del big – bang, pues, se ha debido dejar en este plano(hipótesis utópica) a esa supuesta teoría y  haberse arriesgado irresponsablemente a epitetizarla de teoría. Pues, las experimentaciones han demostrado que no pasó la prueba, prueba que se ha tratado de explicar sin resultados como lo es la fusión nuclear y todavía hay algo más serio en este asunto cuando el big- bang se refiere a un punto de densidad infinita, cuando el infinito para objetos materiales no existe. Es más, desde el punto de vista del cálculo diferencial e integral en cualquier escenario hay que evitar la indeterminación por el colorario de que “el infinito para objetos materiales no existe” y lo mismo reza en la ecuación que relaciona la materia y la energía, que si un suceso supera la velocidad de la luz cae en el campo infinitesimal. No existe modelo matemático alguno que nos pueda llevar a concluir que el big-bang haya existido, sino que por el contrario las academias tratando no sólo de sostener esta falacia, pretenden desviar el fracaso de las malas interpretaciones de la física de las partículas dando saltos al vacío y dejando a la mencionada rama colgada en el limbo científico.

Bajo ningún procedimiento han podido comprobar la existencia material de la” fusión nuclear” y sólo han amarrado a regañadientes conceptos difíciles de sostenerse materialmente bajo el amparo de prestigiosas academias y académicos y prolongando falacias sin objetividad.

Si bien se han realizado las experimentaciones con resultados negativos y aún dentro de su terquedad insisten en aplicar procedimientos imposibles de ejecutarse sólo para mantener el dogma de academia que mantiene a la física de partículas como cadáver ambulante de los claustros académicos. El por qué se afirma esto, sencillamente porque éstos experimentos se realizaron para los años de 1940 y los físicos Fritz Strassman y Otto Hahn, descubrieron la fisión(división) del átomo de uranio al ser bombardeada con neutrones. Eso nos lleva a concluir que la “fusión nuclear” no se da en la naturaleza ni en laboratorios, ya que es imposible que dos protones reaccionen entre sí, debido a que poseen cargas iguales y éstos se repelen y a altas temperaturas pierden su capacidad magnética. Terquedad que se ventila en el famoso y desprestigiado “colisionador de hadrones” que tampoco les funcionó y más recientemente tratando de elaborar un sol artificial, tratando de “fusionar” el protio en deuterio y el deuterio en tritio, en su metafórica aventura de tratar de emular el origen de la estrella más cercana para supuestamente satisfacer la codicia de tener el monopolio universal de una fuente energética para controlar al planeta. Los resultados y procesos tramposos no se hicieron esperar, se saltaron el paso de protio a deuterio y tomaron el deuterio del agua del mar y pretendieron “fusionarlo” en tritio. Los resultados fueron los mismos, nada de nada, la “fusión nuclear “es imposible por lo expuesto anteriormente, la incompatibilidad de cargas eléctricas entre los protones para reaccionar.

Por ello cuando se afirma que de un punto de densidad infinita (se les recuerda que el infinito para objetos materiales no existe), una gran explosión (big-bang) generó el universo mediante procesos de” fusión nuclear”. Aquí queda sin piso científico la desvergonzada teoría del big-bang. Situación que nos lleva a presumir que efectivamente el universo no salió, como tampoco vino de algún lugar, sino por el contrario, nos lleva a concluir que efectivamente siempre ha estado allí y que el mundo de las partículas, así como nos los ha descrito la física no es el correcto, que más bien los procesos que ha alcanzado dentro de su desarrollo han obedecido a procesos de trasmutación.

Por lo tanto, podremos afirmar que la energía es una variable dependiente de la materia, que la energía por sí sola no puede existir y la física de las partículas tendrá que reconocer o aceptar que la materia no procede de un mundo infinitesimal, sino que las partículas nacen de un mundo macroscópico y tangible de una materia ya existente en un universo eterno.

Según lo planteado por el big- bang, el universo desde el punto de vista filosófico es unos caos sin control alguno, pues la fusión nuclear a la que hace referencia sobre la formación del universo, sería una entropía constante, que jamás hubiese permitido formación de estrella o de planeta alguno. Sería un universo inconcluso de un caos incontenible y perpetuo.

Nuestra próxima entrega: Por qué han fracasado en el intento de emular una estrella como fuente de energía monopolica.

 


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José de Jesús Tejada Maury

Investigador científico y escritor

 jotema044@gmail.com

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