El derecho de autor socialista

El nuevo modelo que impulsa el Gobierno Bolivariano, va dando pasos acelerados de cambios, la concepción capitalista a la socialista, en todos los ámbitos de la vida nacional, son un reflejo de ello. La propiedad intelectual o la protección de la creación, está amparada bajo la Ley del Derecho de Autor. En Venezuela, existen organismos que se rigen bajo esta ley, en resguardo de los derechos autorales, como la Dirección Nacional del Derecho de Autor, Sapi, Sacven, Avimpro, entre otros, que incluyen además, la protección del derecho de autor a nivel mundial en convenios con sociedades u organismos internacionales.

Un caso bien interesante de mencionar, es el de Alí Primera, ícono de la canción protestataria y patrimonio cultural de Venezuela. El Cantor del Pueblo como se le conocía a Alí, no solo fue un revolucionario en la canción, sino también un luchador en pensamiento, cuerpo y alma. Alí, dejó sus canciones como patrimonio del pueblo, solo conservó su derecho moral de autoría, pero nunca recibió un centavo como derecho de autor. Hace pocos años, unos camaradas del Frente Farabundo Martí del El Salvador, me manifestaron su inconformidad con lo sucedido respecto a la canción “El Sombrero Azul”, considerado por ellos, como su segundo Himno Nacional y precisamente de la autoría de Alí Primera. Resulta que un grupo local llamado Clave, hizo una versión vallenata y distorsionó la letra de aquella canción. Eso fue repudiado como una afrenta, y en Venezuela, nadie se enteró o al menos no les interesó el tema y no hubo ley que protegiera y defendiera moralmente, al pueblo salvadoreño y venezolano, y a la memoria de este eterno camarada revolucionario.

Esto es bueno recordarlo, porque a propósito de la posición de nuestro Presidente de la República, el tema del derecho de autor, es considerado por él como capitalista, y en verdad, razones no le faltan, creo que debe hacerse una revisión muy cuidadosa respecto a este asunto. La propiedad intelectual no debe utilizarse como un mero lucro de su creador, debe existir un reconocimiento compartido: el moral y al menos una distribución mínima de su uso en lo económico. Ahora bien, el equilibrio debe venir en una nueva ley que proteja este derecho desde un punto de vista mas racional entre el creador y el usuario, un punto de partida y un final que se adapte al nuevo modelo socialista.

No es posible que la creación se considere capitalista solo del lado del autor, y al distorsionarse su fin, llegue a morir simplemente en la piratería, en la utilización o distorsión de las obras de manera alegre, o de la explotación pública de los medios, exonerándola del pago de este tributo destinada al creador.

En 1841, Andrés Bello, sintió también gran preocupación porque se le prestara atención a los derechos de autor en Hispanoamérica, él decía que el derecho de autor en EEUU era para toda la vida, cosa muy distinta a Inglaterra que lo veía desde una posición contraria, sin embargo, Bello proponía un equilibrio y que se fijara el privilegio de los autores, él citaba este ejemplo: “un escritor sexagenario que diese a luz una obra original, en que acaso habría consignado los estudios y observaciones de una larga vida, recibiría en recompensa un privilegio que en él y en sus herederos rara vez podría pasar de veinte años, y el que a la edad de veinte o treinta publicase una simple traducción gozaría de un privilegio que en él y en sus herederos pudiera extenderse hasta la duración de medio siglo o más. ¿No es ésta una desigualdad, una iniquidad monstruosa?” – decía Bello. El medio de evitarla es muy sencillo y obvio. Júntese el goce de los herederos a los del autor.

En mi caso particular y como miembro de la Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela durante varios años, he realizado todos mis escritos sin fines de lucro, salvo el registro moral del derecho de autor, jamás he cobrado por obra alguna, pero me parecería una negación aberrante, que se llegara a publicar una creación mía, realizadas sin fines de lucro y como contribución socialista y, que pudiera ser utilizada además, por un tercero, con fines capitalistas, a propósito de la internet y otros medios. La ley a nuestro juicio, debería proponerse, a la par que la vindicta pública, la indemnización de la persona perjudicada, debería por consiguiente dar reglas para la valuación del daño. Invito al estudio de una nueva Ley del derecho de autor socialista, que proteja en verdad y de manera equilibrada al autor, en resguardo de lo moral, social y de una proporción digna en lo económico.

larryubv2004@hotmail.com


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Larry Márquez Peralta


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