La historia negra de las aguas negras, coca cola (XIII)

La Coca-Cola en México el agua tiembla.

Las empresas transnacionales van escalando cada vez más en la dirección de la economía global. En el caso de la Coca-Cola Company llegó a la cúspide del poder en México cuando Vicente Fox ambo a la presidencia de la república en el año 2000, quien fuera su Gerente General tiempo atrás. Desde entonces las refresqueras obtienen más concesiones de agua, exenciones de impuestos, disminución de aranceles y de cuotas de importación. Si en el tiempo del presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) uno de los empresarios mexicanos más beneficiado fue Carlos Slim quien se quedó con la paraestatal Telmex y actualmente es el rico más rico de América Latina y el Caribe, en el presente sexenio una de las embotelladoras de la Coca-Cola en México, Coca-Cola Femsa con sede en Monterrey, es la embotelladora más grande de América Latina y el Caribe. Así, las transnacionales mexicanas como Femsa, Telmex, Maseca, Bimbo, Cemex, entre otras, no se distinguen de las transnacionales gringas, europeas o asiáticas. Todas explotan al país y a su gente en el que se encuentren. Por ello, en el Foro Social Mundial (FSM) y otros escenarios altermundistas continentales y regionales se retoma la campaña de boicot contra la Coca-Cola. (Ver www. sitiocompa.org y www.ciepac.org)

Coca-Cola Company tiene más riqueza que muchos países de América latina, el Caribe o África. En México ha comprado casi todas las marcas de refrescos del país y tiene las mayores concesiones para la extracción del agua. Entre los productos de Coca-Cola que vende FEMSA están; Coca Cola, Coca Cola Light, Sprite, Fresca, Diet Sprite, Fanta, Agua Ciel, Sidral Mundet, Beat, Senzao, Delaware Punch, Manzana Lift, Extra Poma, Etiqueta Azul, Power Ade, Te Nestea, Adventures, Ciel, y Ciel Mineral. Tan sólo Coca-Cola Femsa cuenta en México con 12 plantas en nueve entidades: Toluca-Estado de México-, Los Reyes -Estado de México-, Apizaco -Tiaxcala-, Morelia-Michoacán-, Villahermosa-Tabasco-, Juchitán -Oaxaca-, San Cristóbal de las Casas -Chiapas-,Coatepec -Veracruz-, Cuautitlán -Estado de México-, Sabino -Distrito Federal-, Cedro -Distrito Federal- y Querétaro. Tan sólo Coca-Cola Femsa estima que venderá 29 millones de litros de refresco por día a más de 169 millones de consumidores en América Latina, que equivale en agua al consumo normal de agua diaria de 14 millones 500 mil personas (dos litros de agua diaria por persona).

El crecimiento de la industria refresquera en México y en cualquier país tiene al menos tres consecuencias inmediatas: la presión sobre la tierra, los bosques y el agua. Esta presión se ejerce sobre la población indígena y campesina que poseen la tierra y sobre las leyes del país con el fin de garantizar a las empresas la posesión de estos recursos. Por ello no es coincidencia los problemas que está generando en el campo mexicano el Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Solares Urbanos (PROCEDE) en torno a la privatización de la tierra impulsado por las Instituciones Financieras Internacionales (Fondo Monetario Internacional -FMI-, Banco Mundial -BM- y el Banco Interamericano de Desarrollo -BID-). Estas IFI's también ejercen una fuerte presión incluso con financiamiento para la aprobación de leyes de agua en el país; el desplazamiento de indígenas y campesinos de las Áreas Naturales Protegidas (ANP), de las montañas y los bosques, como es el caso de Montes Azules en Chiapas.

Historia de la Coca-Cola en México

Además de Estados Unidos y Canadá, en 1898 el refresco Coca-Cola entró en México y hasta 1903 se registra la marca Coca-Cola en el país. En 1915 que se utiliza una botella distintiva y única para el embotellado en todo el mundo. Durante los primeros años de la Coca-Cola en México existieron cuatro coca colas diferentes registradas con el mismo nombre. Lo mismo sucedió en Cuba y Bermudas. En 1926 la Coca-Cola se empezó a embotellarse en las ciudades de Tampico, Monterrey, Saltillo, Chihuahua, Guadalajara y Mérida. En 1928 se embotella en Puebla y San Luís Potosí y en 1932 se embotella en el Distrito Federal por casa Mundet hasta 1936, año en que termina el contrato y surge Industria Embotelladora de México S.A. La embotelladora de San Luís Potosí desaparece y esa ciudad se queda sin planta hasta 1942 cuando el refresco costaba 15 centavos.

Casi cien años después de su introducción a México, en 1989 Coca-Cola se convierte en la primera marca que se anunciaba en el Zócalo de Ciudad de México. Para 1998, con el desplome del precio del petróleo, un litro del crudo mexicano de exportación la principal fuente de ingresos para el gobierno-valía casi 10 veces menos que uno de Coca-Cola. Para inicios de la presente década la compra de alta fructuosa proveniente del maíz transgénico de los Estados Unidos era sustituida por el azúcar de caña, lo que contribuyó a agudizar la crisis del sector azucarero en el país.

Los mexicanos, los más cocacoleros del mundo

Actualmente las marcas de Coca-Cola han capturado el 80% del mercado en México, el más grande del mundo después del mercado de los Estados Unidos. Los mexicanos consumen más refrescos que cualquier país del mundo. En 1999 los mexicanos le entregamos a la Compañía Coca-Cola el 10% de sus ganancias a nivel mundial, ya que en ese año en promedio cada mexicano consumió 431 vasos de ocho onzas, las cuales sumaron más de 16 mil millones de cajas unidad. Monterrey, la segunda ciudad más grande del país ubicada en el estado norteño de Nuevo León, consume más Coca Cola per cápita que ninguna otra ciudad en el mundo. Monterrey es la ciudad donde se encuentra la sede de FEMSA, la embotelladora de Coca-Cola-más grande de América Latina y el Caribe. Pero en cualquier lugar se puede encontrar a una persona que consuma más de 10 botellas diarias de coca cola, incluso en comunidades indígenas de Chiapas.

Según la Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor (Amedec), la calidad del agua potable es tan mala que induce al consumo de refrescos que "constituye la más grave distorsión de nuestros hábitos de alimentación, pues además de que lleva a la ingestión de calorías vacías, es decir, con cero proteínas, vitaminas y minerales (...)". Pero además podríamos agregar que en las comunidades indígenas y rurales no se cuenta con agua potable, por lo que la coca cola sustituye esa carencia.

Las cifras bailan. Hay para quienes los mexicanos consumen 160 litros de refrescos al año; para otros son más bien 273 botellas anuales. De cualquier manera los mexicanos son los más refresqueros y el aumento del consumo anual oscila en un 6% en promedio, aunque el boicot a la Coca-Cola le debe ir restando algunos puntos. Según Femsa, en México el consumo por persona es de 483 refrescos de 8 onzas en promedio al año (en 1999 era de 431 y tenía el 64.4% del mercado mexicano y el 80% de la gaseosa de cola). La transnacional estimaba desde el 2001 que 80% de la población mexicana toma Coca-Cola por lo menos una vez a la semana. Para ese año incluyó un nuevo slogan publicitario: "La vida tiene sabor1'. Desde los años 50 sus frases han ido evolucionando: "Signo de buen gusto", "Coca-Cola refresca en grande (los 60), "La chispa de la vida" y "Coca-Cola es así" (los 70), "Vive la sensación" (los 80), "Siempre Coca-Cola" (los 90) y "Vívela" (en 2000).

Los amigos de Fox y otros empresarios cocacoleros.

En el mes de julio del 2003 el Diario El Independiente hizo evidente con sus investigaciones las relaciones de Vicente Fox y los empresarios azucareros, cocacoleros y sobre las concesiones de agua de los principales ríos del país. Hoy, quien fuera director y dueño de El Independiente, Carlos Ahumada, se encuentra en prisión.

El presidente Vicente Fox (2000-2006) fue durante muchos años ejecutivo de la Coca Cola. Durante su campaña presidencial, el llamado grupo Amigos de Fox liderado por Lino Korrodi atrajo sumas millonadas de diversos sectores empresariales que el mismo Instituto Federal Electoral (1FE) declaró como ilegales. Entre estos donativos estuvieron los recursos aportados por empresarios azucareros y embotelladores de la Coca Cola. El apoyo para obtener la presidencia fue gratificado con siete concesiones sobre el uso del agua tan sólo en los primeros dos años de su gobierno a un costo de 2,054 pesos cada concesión, y con permisos que van desde cinco a 50 años y con la posibilidad de obtener una prórroga por el mismo período, aunque estén en regiones con escasez de agua.

Aunque a partir del 2000 y hasta julio del 2003 se habían dado 10 concesiones de más de 4 millones de metros cúbicos de agua a las embotelladoras, desde 1994 se han otorgado aló embotelladoras alrededor de 27 concesiones en 10 estados y sobre 15 ríos: 5 en Aguascalientes; 2 en Zacatecas; 5 en Jalisco; 3 en Colima; 1 en Coahuila; 5 en Durango; 1 en Zacatecas; 3 en San Luis Potosí; 1 en Guerrero y 1 en Morelia. La concesión más grande se otorgó en el 2001 a la Embotelladora de Cuernavaca por 1,353,000 m3 de agua subterránea de la cuenca del Río Balsas.

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José Antonio Velásquez Montaño


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