Esos Tratados conceden entre otros, los siguientes derechos a Nicaragua: horarios de navegación y exhibición de su bandera a embarcaciones costarricenses; prohibición de la navegación en río San Juan de embarcaciones que ejecuten funciones policiales. Prohibición de la navegación para intercambio de personal en los puestos de policía fronteriza y el reabastecimiento de estos puestos con equipos oficiales, incluyendo armas de servicios y municiones.
Por otra parte,
conceden entre otros los siguientes derechos a Costa Rica: de
navegación con propósitos comerciales, o de turismo, estos últimos
no están obligados a comprar visas; los habitantes de la ribera costarricense
tienen derecho de navegar entre las comunidades y de pescar con
fines de subsistencia.
2….
En base a los Tratados y para evitar confusiones innecesarias Nicaragua, continúa el dragado del río, desviado ocultamente por Costa Rica, en un 90 por ciento, sin autorización de Nicaragua y en nombre del principio de la reciprocidad internacional al derecho a la navegación libre en el río Colorado, mientras dure el trabajo de limpieza del
mismo, derecho aprobado por la CIJ en el párrafo 121. ¿ Dónde está la intolerancia ¿ Asimismo, ha insistido una vez más en el obligatorio amojonamiento de los límites entre ambas naciones, por los posibles cambios o alteraciones del río que se puedan producir en invierno. Al igual que todos los países del mundo: Brasil, Canadá, EEUU o Venezuela, Nicaragua, cuida y vigila con su ejército sus zonas fronterizas y el río San Juan y lo ha convertido en un importante muro de contención contra el narcotráfico internacional con la exitosa operación “Halcón Negro”, que le ha permitido capturar delincuentes con 6.286 kilos de cocaina procedentes de Costa Rica, así como también aviones y lanchas de otros países con cargamentos de más de 100 toneladas.
De tal manera, no existen razones de ninguna naturaleza, para que a Nicaragua, se le exija retirar sus militares de su territorio y de un río que tiene la obligación soberana de hacer respetar, mucho más ahora, que Costa Rica, ha aprobado legalmente la presencia de miles de fuerzas militares norteamericanas con barcos, aviones, helicópteros y otros equipos de combate.
Por otra parte,
como justificar que Costa Rica en lugar de apoyar las reuniones bilaterales
que propone Nicaragua, privilegiando la solución pacífica de las controversias
entre las dos naciones, haga acusaciones, adopta o toma iniciativas
extrañas y solicita la reunión de la OEA en Washington contra Nicaragua,
organismo sin competencia jurídica, basados en un escándalo mediático
montado en San José por un grupo de nicaragüenses traficantes
de drogas acusados de traidores en su patria y luego, anuncian
el cambio al Tribunal de la Haya; proponen una Reunión de
Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de las Américas,
el próximo 7 de diciembre, y ordenen la detención de Edén Pastora,
jefe del dragado en el río San Juan. Es evidente y se demuestra que
existen nuevos planes conspirativos del Imperio-CIA-SIP contra Nicaragua,
UNASUR y ALBA, como los ya ocurridos contra Cuba, Bolivia, Ecuador,
Paraguay, Argentina y Venezuela.
3….
El presidente Ortega, enfatiza que el pueblo nicaragüense, como pudimos comprobarlo en los diez años que permanecimos en la revolución popular sandinista, ni siente odios ni resentimientos contra ese país, por el contrario, Costa Rica, si la agredió militarmente en 1857, con un Tratado lesivo que Nicaragua no firmó, para apoderarse no por la vía jurídica de Guanacaste y Nicoya, un año después de la sangrienta invasión a Nicaragua, en 1856, del filibustero norteamericano William Walker, quien no sólo decretó el idioma inglés, sino que legalizó la esclavitud y saqueó la patria de Rubén Darío y Sandino. Por otra parte, algunas personalidades centroamericanas consideran inconcebible que un conocido ex canciller y periodista, en su artículo “La resurrección del general tacho”, haya afirmado que “Costa Rica ha vuelto a ser agredida por Nicaragua militarmente”, ignorando los Tratados suscritos en la CIJ y tomando como ciertas las falsas acusaciones de Costa Rica sobre el supuesto militarismo de Nicaragua, cuando en verdad la invasión a Costa Rica y el derrocamiento en 1954 del gobierno democrático de Guatemala del presidente Jacobo Arbenz, fué fraguado por el imperio y sus empresas bananeras con la complicidad de la dictadura de Somoza, también impuesta por ellos, pero que el periodista manipula y no precisa. Luego, compara ofensivamente la dinastía que desangró a los nicaraguenses y asesinó al general de hombres libres Augusto C. Sandino, con Ortega, quien fuera preso político durante siete años y salvajemente torturado por esa repudiable dictadura derrotada el 19 de julio de 1979, afirmando que: “ Ortega Saavedra como Somoza”, pretende eternizarse en el poder”, ocultando que fué Ortega, precisamente, quien le entregó democráticamente el gobierno, en 1980, a Violeta Barrios de Chamorro, cuando ésta fué electa presidenta de la república por voluntad del pueblo que ahora apoya nuevamente a Ortega, para reconstuir la patria.
freddyb1506@cantv.net