“Los próximos dos años serán cruciales para la Revolución Bolivariana. Así debe asumirlo la militancia y la dirigencia del PSUV y nuestros aliados… Nuestro reto inmediato es identificar esos obstáculos (que dificultan consolidar el camino de la Revolución Bolivariana en su avance hacia el socialismo), combatirlos y superarlos para lograr la reunificación de todos los sujetos sociales y políticos que comparten los objetivos estratégicos y los valores sustantivos de la Revolución Bolivariana, rumbo a la conformación del Gran Polo Patriótico…
Es fundamental recuperar, reagrupar, rearticular las fuerzas dispersas, desmovilizadas, desmoralizadas o confundidas por el adversario o por nuestros errores… Este documento se orienta a la apertura de un gran debate en nuestras propias filas, en las filas aliadas y en el seno del pueblo, que concluya en un Plan de Acción para los próximos dos años”. Estos son algunos extractos de las Líneas Estratégicas de Acción Política que pudiéramos traducir en las siguientes preguntas: ¿Seremos capaces de entender que los próximos dos años son CRUCIALES para la Revolución Bolivariana? ¿Asumiremos el RETO inmediato de identificar nuestros errores, deficiencias y obstáculos? ¿TRABAJAREMOS, realmente, en reagrupar y rearticular nuestras fuerzas que se han venido dispersando, desmovilizando y desmoralizando? ¿Estaremos dispuestos a abrirnos a un GRAN DEBATE interno? Aún no lo sabemos. Si nos remitimos al pasado, lejano y reciente, hay razones para ser escépticos.
La Dirección Política Nacional del PSUV tiene la primera responsabilidad en este sentido. Todos y todas, los y las militantes, debemos colaborar, pero la responsabilidad mayor la tiene nuestra alta dirigencia. Hemos perdido la confianza hacia ella. Se requieren hechos concretos y tangibles. Contundentes. Las Líneas Estratégicas deben ser una bitácora de vuelo. Deberíamos actuar como el ingeniero que sigue un protocolo de tareas o el técnico que va chequeando un informe de inventario o el arqueólogo que va clasificando los hallazgos descubiertos. Así deberíamos actuar con las Líneas Estratégicas. Medir los avances y realizar, periódicamente, un balance de lo alcanzado…No existirá Polo Patriótico que valga si no se cumplen las Líneas Estratégicas. No son tiempos de vacilaciones. Es mucho lo que está en juego. En un mundo convulsionado por cambios políticos y climáticos, la Revolución Bolivariana es una referencia y la responsabilidad histórica que tenemos, todos y todas, los que creemos en el proceso revolucionario y en la construcción socialista, es inmensa.
El GRAN DEBATE debe darse, tenemos la obligación moral de propiciarlo, sin miedo y sin contemplaciones. La discusión debe ser franca, abierta, frontal y transparente. No debemos perder la perspectiva ideológica: el enemigo es el IMPERIALISMO, en todas sus expresiones y significados. Se requiere preservar, como lo señala el Documento de las Líneas Estratégicas, “la unidad inquebrantable, la disciplina revolucionaria y la lealtad a los principios de la Revolución”. En ningún caso, esto significa callarnos ante los errores cometidos. Las tres R al cuadrado no pueden ser letra muerta… ¡Bienvenida la confrontación política e ideológica interna!
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