Después de la II guerra mundial, los EEUU lograron desarrollar su economía trasladando los efectos de sus crisis a otros países. La forma en que EEUU impuso artificialmente su economía, ha afectado al resto del mundo.
EEUU ha sido capaz de tomarse esta libertad dada su posición mundial como potencia económica y militar. Pero esta situación está cambiando. El colapso de los grandes bancos de EEUU y la desarticulación del sistema financiero global continuarán inevitablemente perjudicando la economía de EEUU así como su crecimiento.
EEUU, hoy, no es la mayor economía mundial, en las últimas décadas su economía ha sido inflada artificialmente y por eso, está pagando un alto precio. Su endeudamiento alcanza más del 100% de su PIB, es el país con mayor deuda mundial y una balanza comercial deficitaria.
EE UU tiene siglos exportando su inflación, sus dólares devaluados han sido esparcidos por todo el mundo y vuelven a los EEUU como inversiones o capital. Esto ha sido posible, porque el dólar ha sido la divisa del comercio y de reservas internacionales. La caída hoy, de las bolsas mundiales demuestra que cada vez menos países e inversionistas están dispuestos a invertir en los EE UU y mantener el dólar como divisa de reserva internacional.
La crisis del capitalismo se encuentra en sus genes, predispone una tendencia hacia la sobreproducción y la sobreacumulación de capital. Hay una predisposición a la expansión del capital ficticio, en forma comercial y financiero. Igualmente, una devaluación de la fuerza de trabajo como mercancía, ocasionando el desempleo y el hambre en los trabajadores.
Sólo en un sistema socialista se puede planificar la distribución de la fuerza de trabajo, los medios de producción y la riqueza social, para garantizarle a los trabajadoras (res) su justicia social. Solo en socialismo se apoya la producción agrícola y la economía popular, es la alternativa real a la barbarie capitalista que tiene pasando hambre a la mitad de la población mundial.
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