la Memoria y Cuenta del presidente Chávez y el poderío nacional

Poca gente en su sano juicio sería capaz de criticar, cómo lo hace la oposición venezolana, la joya que representó el discurso de Chávez en la Asamblea Nacional el pasado viernes. Más allá de los detalles queremos centrarnos en el llamado del presidente a estimular el poderío nacional. Dicha propuesta debe estar enmarcada, por lo que señala el presidente, dentro de la batalla por la independencia, sin ella es imposible desarrollar el poderío nacional, sin la independencia, solo será un sueño siquiera pensar en la libertad, la justicia y la paz, menos en el poderío nacional, sin independencia el poderío será del imperialismo, ni siquiera de la burguesía nacional.

Socialismo o barbarie, o construímos el socialismo o el mundo desaparece, socialismo o la locura que acaba con vidas en distintos puntos del planeta, apoyados "valientemente" en "bombas inteligentes", aviones no tripulados, etcétera; socialismo o la hacatombe...No hay otra alternativa posible, ni siquiera podemos hablar de una opción, al hablar del socialismo, tenemos que hablar de la única opción para preservar la especie humana, quien lo niegue lo hace por ignorancia o mala intención; el mundo tendrá que definir entre la vida (socialismo) o la muerte y desaparición de la especie humana (capitalismo).

El poderío nacional debe estar inscrito en la batalla contra el capitalismo; con mucha presencia aún, hegemónica su cultura, impuesta su lógica a la población y que crea en ésta una dependencia casi absoluta de los patrones de la clase dominante. Los subyugados de siempre, el pueblo, ignorante del daño que se le causa, sigue cómo rebaño la lógica capitalista, inoculada en la cotidaneidad de la vida, en lo que, a simple vista parece inocente como las novelas, series de TV, la moda, el disfrute, entre otras. La cultura capitalista coloniza nuestras mentes, nos acostumbramos a avanzar por las ramas, no buscamos la esencia, la raíz; hacemos nuestros análisis sin tomar en cuenta que muchas veces con nuestras acciones contribuimos al fortalecimeinto del sistema capitalista, aún sin quererlo, y para evitarlo se requiere de fortaleza ideológica. En pocas palabras, si el poderío nacional no está enmarcado en medio de una revolución socialista no haremos otra cosa sino fortalecer el capitalismo y la revolución se desviará, perderá su esencia y perecerá ante el sistema burgués.

Nuestrro poderío nacional debe basarse en la consolidación de las misiones sociales, éstas a su vez será la génesis de un nuevo sistema, el nuevo sistema implantará una nueva cultura sustentada en la solidaridad, la hermandad y los principios espirituales amorosos. Podemos decir sin sonrojarnos que la base fundamental del nuevo sistema venezolano debe estar basado en el amor. La memoria y cuenta de Chávez fue una cátedra de lo que significa ese amor, amor al prójimo, amor al mas necesitado, amor al débil...Esto sin duda contrasta con el rostro de quienes representan a la burguesía y el imperialismo en Venezuela, ni siquiera son capaces de disimular su encono; así cómo Chávez le habló 10 horas al país, con alegría, con pasión patria, con esperanza, esas mismas horas los opositores reflejaron en sus rostros la impotencia de quienes ven escaparse de sus manos el poder político y por ende el económico, en la medida en que la revolución avance y se democratice la economía.

La preocupación burguesa es mayor cuando observan a un líder firme, pero sin caer en provocaciones, que no cayó en ningún momento al nivel de una clase política incapaz, pero todavía con mucho poder de fuego para hacer daño ya que es respaldada por el imperio y su capacidad militar de agredir a los pueblos. Eso es nuestra burguesía, en sus rostros se les nota la desesperación, esto se refleja más cuando ven en Chávez, un líder que sin prejuicios, que en sus propias narices invita a la nación, al país todo, al país nacional a construir el poderío nacional, bajo la orientación de un plan nacional de desarrollo basado en la independencia y la construcción del socialismo, incluso dándole cabida a sectores de la burguesía nacional, pero bajo la rectoría, claro está, de un plan de desarrollo nacional socialista.

Es ilógico pensar que se puede consolidar el poderío nacional en el modelo capitalista, sin independencia, los poderíos nacionales no se consolidarían jamás en capitalismo en su fase imperialista, los países simplemente son obsorbidos por el poderío imperialista; un poderío basado en el desarrollismo, el consumismo y todas las taras del capitalismo dependiente y subyugante se apodera del corazón de nuestros recursos, los extraen, o mejor dicho, nos lo expolian, nos roban nuestras riquezas...Esa es la historia del mundo en capitalismo.

La burguesía sabe muy bien que, cuando el presidente habla de poderío nacional, dicha propuesta choca frontalmente con su estrategia entreguista de la soberanía, ellos no lo admiten, pero lo saben, ahora bien, nos toca al pueblo todo entender que el poderío nacional se consolida en la medida que asumamos el poder de nuestras espacios, de manera organizada, con una vanguardia, el partido, con un mapa ideológico claro, un pueblo organizado y un gobierno planificado científicamente que desarrolle eficientemente la tarea; poderío nacional es organización revolucionaria del pueblo por medio de un partido, para transformar el sistema; poderío nacional es desarrollar el conocimiento en todos y cada uno de nuestros habitantes en el principio del trabajo liberador; poderío nacional es consolidar las instituciones del nuevo estado socialista, (Misiones); poderío nacional es aglutinar en torno al desarrollo de la patria a todos los factores de la nación que no contravengan los principios de independencia y del socialismo.

De esta manera veremos cómo en los campos, conformadas las REPLAS (Red de Productores Libres Asociados), articulados éstos con el poder popular en las ciudades (Consejos Comunales, Comunas), podemos consolidar la ecuación perfecta para el desarrollo del agro, por ejemplo. La misión Vivienda Venezuela debe dejar un saldo organizativo y de consciencia, entendiendo que el desarrollo del país es en beneficio de todos. Asimismo debe ocurrir, con distintas modalidades de organización, en otras áreas de la economía. ¿Donde estará la fortaleza? La fortaleza estará en el desarrollo estratégico, en la orientación con las líneas de construcción de un nuevo sistema, el socialista, bajo los parámetros de derrocar a la clase hegemónica, la burguesía, no para constituir una nueva clase dominante, sino para erradicar las clases sociales y eso no es posible sino en socialismo.

Esta afirmación anterior puede ser perfectamente manipulado por la burguesía, asustarán a la pequeña burguesía, recurrirán a siglos de penetración cultural en el alma de todos, recurrirán a la técnica novelesca, exacerbarán prejuicios, recurrirán a designios divinos, hablarán de "la plebe", dirán que habrá "una igualación hacia abajo", nos asustarán con que marchamos hacia la pobreza, en fin, recurrirán a los miedos y temores del alma humana a los cambios, eso ellos lo manipulan muy bien. Prejuicios y complejos es la ecuación perfecta del capitalismo para llevarnos al individualismo atroz que no nos deja sensibilizarnos al cambio, pero esto lo derrotaremos con más y más revolución, más y más socialismo, más y más organización revolucionaria.

Para la burguesía nacional es de vital importancia que siga prevaleciendo en nosotros la visión obtusa, que no veamos el mapa general: es de esta manera como apelan a que los sindicatos se limiten al economicismo, los Consejos Comunales a los límites de sus barriadas, que no nos articulemos...jugarán a que no seamos capaces de entender el llamado de Chávez en torno al poderío nacional, nos querran encerrar en lo pequeño, lo inmediato, intentarán no dejarnos ver más allá de las ramas.

Chávez con su inmensa capacidad de conductor, con su infinita visión, es capaz de avisorar, igual que Bolívar, el horizonte lejano. Con extraordinaria sabiduría nos convoca a la consolidación del poderío nacional, y ese poderío no puede ser otro sino el poderío de un pueblo libre, independiente y organizado, con una economía planificada, con un acimut que nos guíe hacia el socialismo, con un estado eficiente, con unas instituciones fuertes, capaces de imponer una lógica distinta a la lógica capitalista.

Ciertamente que, tal como afirman muchos pensadores, las ideologías permean, es así como: la ideología capitalista migra hacia el pueblo, de esta manera encontramos a personas que han sido explotados toda su vida pero que piensan, desenvuelven su vida, actúan bajo el dominio de la ideología capitalista.

La hegemonía de la clase dominante termina por ser asimilada por los dominados, es de esta manera cómo el señor burgués, el imperialista puede dormir tranquilo y duerme tranquilo. El gran problema se le presenta a la burguesía, al sistema capitalista, cuando comienzan a surgir nuevos espacios, nuevas concepciones, la consciencia socialista en las masas. Esto no ocurre sino hay una revolución en marcha.
Ahora bien, no se trata de cualquier revolución; la burguesía fue una clase revolucionaria, acabó con todo vestigio del feudalismo, instauró un nuevo sistema. Para ello usó todas las herramientas a su alcance; utilizó la tecnología, impulsó la revolución industrial, construyó grandes ciudades, llenó de espejismos la mente humana, desató las siete plagas de egipto que amenazan con hacernos desaparecer, (el consumismo), para desarrollar las fuerzas productivas y degeneró en desarrollismo.

Concentró en muy pocas manos, en el 1% de la población el 99% de la riqueza, pero para ello utilizó todo el conocimiento humano, la ciencia, la tecnoilogía, el talento. La burguesía fue capaz de usar las bellas artes, la ciencias y todo el conocimiento humano; la educación, etcétera para instaurar su modelo, para hacer del hombre el lobo del hombre y lo logró en gran medida, pero llegó la hora en que las fuerzas del capitalismo amenazan con devorar todo vestigio de humanidad, acabar con el planeta y a eso hay que darle un parao, esto no se puede lograr sin revolución y sin socialismo, eso debemos tenerlo perfectamente claro para no andar buscando a dios por los rincones con posiciones pequeño burguesas reformistas.

Nos encontramos entonces con una sociedad mezquina, llena de prejuicios, sin rumbo definido, enfrentado a una realidad cotidiana en donde pasan siglos sin que se mueva una paja, es decir; los cambios, los saltos cualitativos de una sociedad se pierden en el marasmo del tiempo, sus integrantes, nosotros, muy en el fondo rechazamos los cambios y de ello se aprovecha la ideología capitalista para que el tiempo pase sin que nada extraordinario ocurra.

El Che Guevara nos dijo que: "cuando lo extraordinario se vuelve ordinario estamos en presencia de una revolución", de esta manera, en la Venezuela de estos tiempos, en la Venezuela en donde Chávez asume, sin prejuicio alguno, elevarse y proponer el desarrollo y la consolidación del poderío nacional, ante unos voceros de la burguesía que no encontraron otra arma que la del ataque, la confrontación sin argumentos, no hace otra cosa sino corroborarnos que estamos ante un inmenso reto, el reto de desarrollar el poderío, todo el poderío del pueblo venzolano, en el marco de nuestro socialismo bolivariano y que esa clase política venezolana que se niega a ver la realidad de Venezuela debe estar cada vez más aislada que nunca para derrotarla, no solo en las elecciones del 7 O, sino en toda la arquitectura que mueve el estado y a la sociedad.


latojeda@gmail.com


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Luis Alberto Toro Ojeda

Publicista. Militante de izquierda. Integrante del Frente Bicentenario de Campesinos del estado Trujillo. Integrante del PSUV.

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