A continuación haré un muy brevísimo compendio de las horribilísimas traiciones de los gobiernos neogranadinos a Venezuela y a todo nuestro continente.
Primero, a aquella región se le conoció como el Virreinato de la Nueva Granada, y fue establecida por la Corona española en 1717; hoy se creen todavía súbditos del rey asesino de elefantes, Juan Carlos de Borbón. Besándoles las nalgas a Rajoy, el presidente Santos dice que ellos nos son como Cristina Kirchner, que ellos no expropian.
Todavía el escudo de armas del virreinato lo conserva la ciudad de Bogotá, como una de sus más preciadas insignias y reliquias.
Hay que enfatizar que la saña sangrienta y artera del tipo español alcanzó en la Nueva Granada su máximo esplendor. Dejando de lado el fárrago de crímenes que el imperio español trasplantó en ese territorio de manera admirable, concentrémonos en la fase traicionara, vil y canalla que luego desplegaron sus gobernantes, a partir de la independencia que les dio el Libertador Simón Bolívar.
La lista de monstruos civiles y militares que generó ese país no tiene parangón en los anales de ninguna otra del mundo. Apenas daremos una muy brevísima lista de algunos de los más connotados y miserables lacayos de esa traicionera nación:
Santander, Francisco de Paula: Vicepresidente de la Gran Colombia. No sólo fue el creador del primer partido político colombiano, el Liberal, sino que fue el iniciador de esas estrategias desafortunadas de perturbaciones sociales (para crear condiciones que favoreciesen su nefasta posición personalista), que tantas guerras intestinas causaron a nuestros pueblos. Fue Santander un enfermizo adorador de las doctrinas de los infames proto-imperialistas como James Monroe, Tomás Jefferson y Jesse Jackson.
Santander, Francisco de Paula: cobraba por adelantado los tormentos que decía padecer en su Palacio de Gobierno; por esto pasó un oficio a la Comisión de Repartimiento de Bienes Nacionales, para que en caso de dejar la Vicepresidencia, no lo fueran a dejar en la “miseria”. El primer gran neoliberal del continente. Desde entonces el utilitarismo se convirtió en el objetivo esencial de todo aquel que ingrese a un partido político; y al llegar a una posición en el gobierno lucrarse con los fondos públicos.
Santander, Francisco de Paula: conspirará junto con el traidor Manuel del Castillo y Rada para destruir a Bolívar en 1813.
Santander, Francisco de Paula: conspirará con extranjeros norteamericanos y peruanos contra su propia patria. Trató de matar al genitor de la independencia de su país el 25 de septiembre de 1828. Se unió junto con José María Obando y José Hilario López, a través del ministro peruano José Villa, para que el Perú invadiera a la Gran Colombia.
Castillo y Rada, Manuel del: Este miserable será de los primeros en establecer una diferenciación entre granadinos y venezolanos, y pedirá a sus connacionales que no tuvieran ninguna clase de consideraciones para con estos últimos.
Castillo y Rada, Manuel del: este infinito traidor, cuando sea capturado por las fuerzas del invasor Pablo Morillo en Cartagena de Indias, en 1815, declarará ante el tribunal español que él no jamás había sido patriota: “Yo no sólo traté de ponerme en comunicación con el Excelente Señor General en jefe Morillo, sino que trabajé eficazmente para que la plaza quedara indefensa e improvista de subsistencias, para que su entrega fuera más fácil y segura”.
Mosquera, Joaquín: Bolívar amaba a don Joaquín como a un hermano y a su padre, José María de Mosquera, lo quería como a un padre. El miserable Joaquín Mosquera cuando asume la presidencia de la República de la Gran Colombia en 1830, traiciona horriblemente a Bolívar. Don Joaquín coloca en su gobierno a uno de los más viles enemigos de Bolívar, al neogranadino visceralmente traidor de Vicente Azuero; éste le hace llegar al Libertador un vulgar oficio en el que le expresa que los venezolanos exigen, como condición para el diálogo, que él (Bolívar) sea expulsado de Colombia.
Mosquera, Joaquín: en relación con la gran infamia cometida por Azuero y aplaudida en secreto por Joaquín Mosquera, le escribe el Libertador desde Soledad a José María Cárdenas, el 25 de octubre de 1830 (a menos de dos meses de su muerte), lo siguiente: “lo cierto es que su conducta (la de don Joaquín) en Bogotá, dicen que me ha sido hostil; pero lo peor falta por decir, y es que me aseguran que él me considera como su enemigo, cosa que, a la verdad, yo no hubiera creído nunca, porque mi conciencia no me dice que yo le haya ofendido. El puede alegar que no le contesté a su última carta: es verdad; mas fué porque yo no tenía nada que decirle de agradable por su célebre despedida por el órgano de Azuero. ¿Podría yo ver con indiferencia que un amigo que ocupaba una presidencia legítima, me notificase los actos de tiranía de los destructores de Colombia y de los más ingratos rebeldes? ¡Echarme de Colombia implícitamente mi mejor amigo y el que yo hubiera escogido por hermano! ¡Servir de instrumento a la más execrable iniquidad contra el Libertador de Colombia! ... Amigo, nada tenía que responder al señor Mosquera y mi mayor moderación ha consistido en no haberle escrito”. Es decir, otro horrible traidor.
López, José Hilario: Del grupo de los autores intelectuales que urdieron el asesinato del Gran Mariscal de Ayacucho. Fue Presidente de la Nueva Granadas. Planificó junto con el Presidente de Perú la invasión de éste contra su propio país.
Obando, José María: Fue presidente tres veces de la Nueva Granada e invadió a la Gran Colombia con fuerzas peruanas. Planificó el asesinato de Sucre. De los más horribles traidores de la Nueva Granada, hasta el punto de que se dio un auto-golpe.
Azuero, Vicente: Fue asistente de Tomás Tenorio Carvajal, el temible fiscal de Pablo Morillo, cuando éste desató una gran masacre en Bogotá. Luego se hizo patriota. Llegó a ser diputado y urdió docenas de conspiraciones contra Bolívar. En 1828, aterrado huyó del país y le dio por escribir un proyecto de monarquía, que envió a Bolívar, para que éste se coronara emperador. Qué despreciable adulante, y traidor, por supuesto.
Soto, Francisco: ductor político de Santander. Prácticamente presidente vitalicio de casi todos los Congresos de la Gran Colombia y la Nueva Granada hasta 1840. Fue el que propuso en un proyecto que el Panamá se le diera a los gringos para que hicieran con ese territorio lo que les diera la gana.
González, Florentino: atentó contra la vida del Libertador el 25 de septiembre de 1828 y le pidió a EE UU que anexara a su territorio a la Nueva Granada.
Ospina, Mariano: Fue presidente de la Nueva Granada y participó en la conjura contra el Libertador el 25 de septiembre de 1828.
Luego sigue otra larga lista de horribles traidores en ese país contra toda la América Latina: …, Germán Arciniegas, Pastrana, Uribe, Santos,…
Los gobiernos de Colombia en el siglo XX se convirtieron en el Caín de nuestro continente.
El día que los gringos les despojaron del Canal de Panamá, lo celebraron y se arrodillaron al imperio como abominables y asquerosas putas.
Fueron los que pidieron en 1961 la expulsión de Cuba de la OEA (¿y van a venir ahora con esa mierda de que pedir que la incluyan en las próximas Cumbres de las Américas?)
Fue Colombia el único país de nuestro continente que apoyó la invasión de Inglaterra contra las islas Malvinas.
Hoy son en este continente de los más pérfidos aliados de los gringos.
Traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores, traidores,…
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