Resulta que en los Estados Unidos, entre los años 1861 y 1865, se dio la Guerra de Secesión o Guerra Civil, en la cual se enfrentaron las fuerzas de los estados del Norte contra la de los Confederados del Sur. Las primeras, llamadas de la Unión o Republicanas, lideradas por Abraham Lincoln dispuestas a imponer el llamado Sistema Americano, el cual incluía una política aduanera proteccionista, inversiones públicas en infraestructura y una política bancaria inflacionista, para lo cual necesitaban un país unificado, y las segundas, lideradas por el demócrata Stephen A. Douglas, a quienes no convenía la propuesta de la Unión, dado su carácter agrario y esclavista, razón por la cual insistían en la secesión, no obstante desear la continuación de las relaciones entre el Norte y el Sur. Los estados que encabezaron esta rebelión fueron: Florida, Alabama, Georgia, Luisiana, Texas, Tennessee, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Misisipi.
Hoy día, 151 años después, se presenta una situación aunque similar no igual, debido a que al presidente Obama y a sus asesores en su afán de ganar la reelección, se les ocurrió abrir en el sitio de internet de la Casa Blanca, un apartado denominado “Nosotros el Pueblo”. Allí la administración invitó a los ciudadanos estadounidenses a proponer cambios, cualquiera que fuesen, pero que a ellos les gustara ver en práctica en la política del país, pero con una condición: las propuestas deberían alcanzar dentro de los 30 primeros días de montadas en Internet un mínimo de 25.000 firmas para que la Casa Blanca estuviese obligada a responderlas o hacer comentarios al respecto. Y sucedió lo inesperado: grupos de ciudadanos de una serie de estados, entre los que se destacan Texas, Georgia, Tennessee, Luisiana, Carolina del Sur y del Norte, Virginia, Misisipi y Arkansas, fundamentados en aspectos económicos, fiscales y aún sociales resultaron pidiendo la separación de Estados Unidos. Algunos expertos consideran que se trata de una acción con más sentido populista y electorero que otra cosa; en su criterio siempre han existido al interior del país, grupos conservadores manejando aún las ideas de los Confederados del Sur del siglo XIX. En USA también parece tener vigencia aquello de “No se puede dar papaya”, y eso fue lo que hizo el Nobel de Obama. Vale anotar que se trata casi exactamente de los mismos estados que en el siglo XIX lideraron el movimiento separatista de los demócratas esclavistas del sur. Bien se podría decir que se trata de una fiel copia de su original pero al revés. Ahora es la ultraderecha del sur la que propone la separación para complicarles las elecciones a los demócratas. No obstante, varios estados parecen haber alcanzado las 25.000 firmas, entre ellos, Texas, Georgia, Tennessee, Luisiana, Carolina del Sur, y Arkansas.
El caso más interesante es el de Texas que parece haber alcanzado las 100.000 firmas, quienes argumentan para separarse “que los Estados Unidos continúan sufriendo dificultades económicas, cuya raíz está en la negligencia del gobierno federal (léase demócrata) de reformar los gastos internos y externos. Los ciudadanos sufren descarados abusos a sus derechos. Y dado que el estado de Texas es la decimoquinta economía del mundo y mantiene un presupuesto equilibrado, es factible abandonar la unión y proteger el nivel de vida de sus ciudadanos, así como sus derechos y libertades en correspondencia con el ideal de nuestros padres fundadores, los cuales ya no están siendo reflejadas por el gobierno federal”. Por otro lado, un grupo ha mandado otra solicitud en el sentido que toda persona que firme una petición en ese sentido se le prive de la ciudadanía y se le deporte “pacíficamente” del país. Lo cierto del caso es que Obama está en la obligación de contestar porque a eso se comprometió públicamente, en caso de que las peticiones alcanzaran más de 25.000 firmas. Amanecerá y veremos.
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