Después de dos fracasos electorales consecutivos, y convencidos de que la polarización, impide cualquier reacomodo en el campo de la lucha electoral, la oposición ha centrado sus esfuerzos en tratar de vender la idea de un país en ruina, con una profunda crisis de gobernabilidad.
La agenda opositora elaborada por los técnicos de los Estados Unidos, comienza a bordear los caminos de la inconstitucionalidad, reviviendo el viejo artilugio del vacío de poder que pueda justificar cualquier acción descabellada. Las guarimbas estudiantiles tratan de crear un caos generalizado, para demostrar a nivel internacional que en Venezuela no existe autoridad.
Las acciones de los estudiantes, es una demostración de que la guerra contra el gobierno bolivariano, es una combinación de luchas pacificas y violentas, legales e ilegales, aprovechando los espacios democráticos, para impulsar la confrontación como sucedió en el año 2002, y tratar de deteriorar la imagen del gobierno ante unas posibles elecciones presidenciales este año.
El discurso opositor se mueve entre el campo de la economía, y el de los servicios públicos. La idea es tratar de crear un país inexistente, agobiado por el colapso de su economía, presionado por el desempleo, la inflación, el mal manejo de las finanzas públicas, y la paralización del aparato productivo debido a la política de expropiaciones.
Los especialistas radicados en Washington han montado la agenda tomando en consideración elementos que pueden tener un peso importante en la opinión de los ciudadanos durante el resto del año. El tema de la defensa de la propiedad privada siempre genera ganancias a los capitalistas del mundo entero, la lucha contra la inflación y el desempleo son elementos constantes en cualquier campaña política.
Sin embargo el objetivo ideológico de la derecha, es proteger el modelo capitalista, tratando de ocultar la realidad venezolana, porque el éxito de las políticas públicas aplicadas en el país, demuestran que es posible construir una alternativa política y económica al modelo de acumulación capitalista.
Una noticia reciente recoge la negativa de la Casa Blanca de otorgar la independencia a Texas, Florida, Luisiana, Georgia, Tennessee, Alabama, Carolina del Norte y Carolina del Sur. El ex Agente de la KGB Igor Panarin, afirmó en una rueda de prensa que la desintegración de los EEUU era posible en el año 2010 “Las tendencias económicas, financieras y demográficas provocaran una crisis social y política en EEUU, cuando lo venidero se vuelva real, los estados más ricos detendrán fondos desde el Gobierno Federal y efectivamente EEUU se separará”.
La crisis sistémica del modelo de acumulación capitalista, obliga a los ideólogos neoliberales a tratar de derrumbar la única referencia válida, de un modelo alternativo al capitalismo, eso explica la agenda política opositora en la actual circunstancia.
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