Una noticia nos sorprende, declara el agente gringo otto reich:
“Pese a la hostilidad que caracterizó la relación estadounidense con Chávez, no sólo es falso acusar a Estados Unidos de matar a Chávez, sino que la verdad es que probablemente prevenimos su asesinato en más de una ocasión”. Reconoce lo siempre negado por los lacayos oligarcas nacionales: ¡a Chávez en más de una ocasión intentaron asesinarlo!
Entonces, la afirmación de Nicolás y de los Ministros de que a Chávez lo asesinaron no es una locura, un delirio. Merece algo más que la burla de los oligarcas, debe ser considerada con atención, ahora tiene más vigencia que nunca la Comisión investigadora. La confesión de reich es noticia criminis para la Fiscalía.
La malcriadez del rector del CNE, atacando a los que denunciaron el magnicidio, su iracundia, no tiene asidero. Si es un hombre coherente e imparcial debería retractarse, y pedir la formación urgente de la Comisión investigadora.
La afirmación de otto reich nos confirma también la existencia de un plan desestabilizador, el asesinato de Chávez no es un hecho aislado, forma parte de un plan invasivo que está sucediendo, aquí, ahora, frente a nuestras narices.
Demostrado políticamente el magnicidio, el pueblo humilde, el bolivariano, debe enfrentar la guerra de quinta generación con la que agreden a la Patria. Lo primero es ganar las elecciones de forma clara, ahora cada voto es más patriota que nunca, ahora más que nunca las elecciones son una batalla similar a Carabobo, a Junín.
Es importante ubicarnos, entender que estas elecciones son el preámbulo de un ataque feroz pero muy inteligente contra la Patria. Es una guerra de quinta generación en la cual lo menos importante es la fase final, cuando ésta llegue ya el desenlace está decidido. Lo importante es la batalla por el alma de los humildes. En este tipo de guerra actúan con fuerza los medios de deformación, la cultura, los misiles de la mentira, la manipulación, las acciones que instalen el miedo.
El objetivo militar principal en esta guerra de quinta generación que ya estamos padeciendo, es el inconsciente colectivo. Nuestros organismos de propaganda y comunicación debían concientizarse como verdaderos Estados Mayores. No son tiempos normales, la producción de contenidos antimanipulación del inconsciente debe ser prioritaria. No es suficiente desmontar en la superficie la mentira, es necesario ir a la raíz, en el alma.
La instalación de valores revolucionarios, de sentido de la pertenencia a la sociedad, nos dará razones sagradas por las cuales luchar, nos ubicará en el deber histórico, nos reconoceremos hijos de Bolívar, de Chávez. Sólo así podremos hacer frente a la descomunal agresión que hoy sufre la Patria que comenzó con el asesinato de Chávez.
capriles y sus adláteres, lo hemos dicho tantas veces, son oficiales de los gringos, forman la avanzada del ejército de ocupación, allá en Miami, en Washington, tienen su corazón.
¡Con Chávez y Nicolás defenderemos la Patria!.
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