“Cuando veas las barbas de tu vecino arder pon las tuyas en remojo”
Una vez más el mundo “civilizado” se apresta a destruir una Nación, revirtiendo su Independencia, y acabando con su acervo cultural. La OTAN en pro de sus intereses bastardos, encabezada por los Estados Unidos de Norteamérica y sus lacayos Europeos, plagarán de destrucción y terror a un país tercer mundista, ya lo hicieron con Irak al cual dejaron en el caos más absoluto, igual lo hicieron con Libia actualmente en condiciones paupérrimas después de la intervención foránea, y aunque se han roto los dientes con Afganistán, no es un clima de paz lo que en este último país se vive. Una vez fracasado el intento subversivo interno propiciado por dichos países “civilizados”, acusan al gobierno de Siria del uso de armas químicas contra su población, que cinismo tan descarado de quienes para tener una escusa para intervenir en Irak, acusaron al gobierno de Saddam de poseer armas de destrucción masiva (por supuesto inexistentes), siendo precisamente el país acusador, el poseedor del mayor arsenal de armas de destrucción masiva del planeta.
Ahora bien lo que no he logrado entender de los países agredidos, es como a pesar de tener la certeza anunciada de que van a ser invadidos, se quedan de brazos cruzados esperando el milagro que lo impida; tal sucedió con el Irak de Saddam Hussein, que permitió impávido la concentración de fuerzas estadounidenses en los países vecinos, sin hacer el mínimo esfuerzo bélico con sus cuantiosas fuerzas armadas convencionales por impedirlo, es decir, a mi juicio ese era el momento que presentaba la única posibilidad real de hacerle un cuantioso daño a un enemigo poderoso, antes de que por lógica de fuerza (adelanto tecnológico), las fuerzas armadas Iraquíes fueran destruidas, posterior a lo cual las medidas debieron estar exhaustivamente tomadas para desarrollar la guerra irregular de resistencia (desarrollo este ultimo en el caso de Irak, marcado por la espontaneidad y no por una planificación seria previa).
En Afganistán en cambio, al no poseer el gobierno Talibán ningún poderío bélico convencional de importancia, aunado a la experiencia de múltiples invasiones anteriores, llevó sin mucho esfuerzo al gobierno Talibán a iniciar la guerra irregular que aun hoy sostienen, sin lugar a dudas que el elemento geográfico juega en este último país un factor primordial para la guerra irregular de resistencia.
El otro factor no menos importante en cuanto a los países agredidos, es el que sabiendo que todos y cada uno de ellos son objetivos más que probables en la mira de los países imperialistas, no unan esfuerzos para su defensa, ¿qué pasaría si entre Siria e Irán hubiese una alianza militar irrestricta? A mi juicio, aunque desde el punto de vista teórico, pareciese que esto facilitaría el intervencionismo imperialista, al cual se le facilitaría intentar matar dos pájaros de un solo tiro, también implicaría pérdidas substanciales en vidas, prestigio y costoso material bélico al o los países agresores en caso de que procedieran a invadirlos. Varios ejemplos más podrían ser puestos sobre el tapete, pero para no alargarme mucho solo quiero añadir a los tópicos anteriores, el que es absolutamente invalido y profundamente hipócrita, la opción de democracia versus dictadura, que la derecha siempre esgrime para justificar estas invasiones, ya que independientemente del régimen imperante en los países del tercer mundo agredidos por el imperialismo colonialista, el apoyar a dichos pueblos, es una posición revolucionaria. Es una mentira superlativa el aducir que la intervención de una país potencia a un país científico tecnológicamente atrasado (por lo común rico en materias primas o apetecible posicionamiento geográfico), es para llevarles la democracia (antes los países europeos justificaban el colonialismo como una manera de civilizar a los pueblos atrasados, a los cuales dejaron más atrasados aun, cuando se vieron obligados a abandonarlos), estas invasiones solo llevan como fin, el interés de las clases dominantes que detentan el poder político económico de la o de las potencias agresoras.
Para terminar y como ciudadano de un país que desde hace rato está “prevenido al bate”, quiero dejar las siguientes interrogantes: ¿Venezuela como país del tercer mundo rico en petróleo y otras materias primas, altamente codiciables por nuestro jurado enemigo imperialista los Estados Unidos de Norteamérica, está suficientemente preparada para defender sus riquezas naturales y su independencia como Nación? De ser afirmativa la repuesta esta afirmación debe estar avalada entre otras por la aplicación de las medidas siguientes:
Alianza militar estratégica con países amigos.
Preparación de la Fuerza Armada Nacional como fuerza inicial de choque, para luego pasar a la guerra irregular (debe creársele conciencia a la fuerza armada regular de que su papel en la guerra convencional, implica el causar el mayor daño posible al enemigo en tiempo lamentablemente limitado, lo cual no las exime a su vez de sufrir pérdidas cuantiosas, tanto en vidas humanas, como en la destrucción total de su material bélico pesado, antes de que indefectiblemente tenga que pasar a la guerra irregular de resistencia)
Preparación de las milicias para la guerra irregular (incluyendo con anticipación toda la logística respectiva), y cuando hablo de milicias incluyo a todos los movimientos patrióticos organizados.
Conocer al enemigo interno capaz de empuñar las armas en contra de su propio país (labor exhaustiva de inteligencia), para así poder neutralizarlo a las primeras de cambio
Intervención absoluta de todos los medios de comunicación privados a partir de la inminencia del conflicto.
Aplicación de la Ley marcial en todo el territorio nacional a partir del inicio del conflicto.
Todo lo anterior son medidas aparentemente duras pero necesarias, acompañadas de otras que los especialistas militares deben conocer y manejar a la perfección, que de no aplicarse convertirían a nuestra defensa en un sainete de teatro bufo, hay que recordar que ante una intervención foránea, lo que se plantea es la guerra de supervivencia de una Nación para conservar sus propios valores y su independencia.
arnaldocogornoc@gmail.com
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