El cinismo moderno y la hipocresía mundial, dos reflejos endémicos de la sociedad capitalista; son las expresiones intelectual y visceral respectivamente de ese desquiciamiento global, sencillamente el ocaso de la falsa conciencia y/o la mala conciencia ilustrada. En ocasiones se ha querido ver el cinismo como el primer movimiento de masas de la historia, una corriente que fue capaz de arrastrar a muchos a la condición de outsiders, a vivir una vida en los márgenes de la sociedad, en claro desafío a los valores establecidos. El cinismo tuvo gran calado en el mundo remoto y una repercusión enorme en la civilización occidental; sólo en las últimas décadas está reivindicándose como tal, basta con recordar que en la antigua Grecia, el insulto más grande que se le podía proferir a un ser humano era el de PERRO, porque ser perro en esa época era carecer de AIDÔS (vergüenza o respeto) y del perro deriva el termino cínico – con el perdón de este animal - por aquello de que el canino habita con el hombre, se mantiene al margen de la multitud como un ser indolente, y se oculta bajo el manto del pudor para hacer sus actos naturales: sexo, orinar, defecar etc. Así obraran los cínicos: sin tapujos.
Diógenes de Sínope, pionero y filósofo sobresaliente de la escuela Cínica, sin apego ninguno a los bienes materiales convive como el propio vagabundo deambulando por las decadentes calles de la polis helenística, ciudades en crisis política y de valores, provocando el estupor de la gente de bien pero también despertando sus conciencias, en su angustiosa búsqueda del hombre virtuoso; del hombre verdadero y no a un miembro más del rebaño embrutecido que tanto pululan y emergen por estos tiempos. Paradójicamente hemos visto con colosal asombro en el funeral de Mandela a Señores y Doñas muy encopetadas, del estamento aristocrático, embalsamados en los linajes reales y que llevan el fascismo por sangre intoxicada, en sus venas, con tiempecito incluso para tomarse una que otra foto como parte de la nueva era de los Blackberriomaniacos, asquerosa desfachatez que se pierde de vista. Sin olvidar que estos mismos personajes, fueron los que confinaron a 27 años de injusta prisión al hombre que hoy pretenden rendirle honores (vaya cinismo tan coño’ e madre el de esta gente) o la materialización en los asesinatos de Malcolm X y Martin Luther King por defender los derechos civiles en USA.
Definitivamente esta rancia, perversa e hipócrita derecha internacional, no escatima esfuerzo alguno en acometer las acciones más inmorales del que se tenga memoria, estos inquisidores sociales de nuevo cuño, herederos del oprobioso régimen del Apartheid y del Ku Klux Klan, impulsores de las corrientes neo-fascistas que gobiernan a gran parte del mundo industrializado. Nos unimos a las voces que en el mundo han rechazado la presencia de estos criminales xenófobos, terroristas bélicos y corporatistas del odio racial que empañan la brillantez de un legado histórico y ejemplar que nos deja el legendario Madiba.
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