A través de la señora Samantha Power, embajadora estadounidense ante la ONU, Estados Unidos sin ningún tipo de vergüenza y de forma ilógica, critica la aprobación hecha por 181 países de los 182 considerados como votos válidos (los otros 11 están repartidos en 10 abstenciones y un voto nulo) la entrada a Venezuela en la conformación del Consejo de Seguridad de la ONU por dos años. Lo que representa para nuestro país una victoria, no sólo en el histórico hecho de ocupar por quinta vez este escaño, sino el fracaso mediático que ha tenido Estados Unidos ante la comunidad mundial, donde ha intentado convencer infructuosamente que Venezuela no es un país democrático, pues como se mencionó anteriormente sólo un voto de los válidos fue en contra.
La embajadora estadounidense acreditada ante la ONU, dijo que Venezuela no debería ocupar ese puesto, porque según la doñita, nuestro país está en conflicto con la letra de la Carta Fundacional, agregando que los países que quieran estar en el Consejo "deben ser contribuyentes al mantenimiento de la paz y la seguridad internacional y apoyar los otros propósitos de la ONU, incluyendo la promoción del respeto universal de los derechos humanos".
En concordancia con sus palabras, los Estados Unidos de Norteamérica deberían renunciar al Consejo de Seguridad de la ONU, pues desde la creación del Organismo en 1945, USA ha impulsado, financiado y creado las condiciones para que el mundo esté en guerra permanente. Sus innumerables casos de invasiones, injerencias y guerras que conforma su historia como país son 'hartamente' conocidas, a pesar de que los grandes medios han tratado (y tratan) de convencernos que esas invasiones la realizan persiguiendo los valores universales de libertad, igualdad, etc.
Si la señora embajadora Power estuviese un poco más actualizada, supiese que Estados Unidos sólo en este siglo tiene un historial que contradice la Carta que ella refiere, como por ejemplo la invasión a Irak basada en la premisa falsa de que ese país poseía 'armas de destrucción masiva'; ó La coalición contra Libia apoyada en la divulgación de un video (en un falso escenario hecho en otro país simulando que era la Plaza Verde) donde hicieron parecer que Gadafi estaba masacrando a la población; ó su influencia en el conflicto de Ucrania y su confesión de que obligaron a los países de la Unión Europea a establecer sanciones a Rusia; ó el apoyo tácito a la masacre israelí, donde el propio Ban Ki Moon quedó horrorizado; ó la creación del Estado Islámico que hasta un ex candidato presidencial se reunió con el autonombrado Califa Baghdadi, que le ha costado pérdidas humanas y materiales a Siria y a Irak y amenaza hasta países que ellos consideraban aliados como Arabia Saudita etc.; Eso sin mencionar la violación descarada de los Derechos Humanos en Guantánamo y los incontables desmanes del ejército norteamericano en otros países donde siquiera pueden ser juzgados gracias a apátridas acuerdos de Presidentes que deberían guardar la soberanía del territorio y la protección de sus ciudadanos.
Tal vez le iría mejor a esa embajadora norteña si reconociera que el problema existente entre EEUU y Venezuela es la No subordinación de nuestro país a los intereses de la potencia norteamericana. Esta señora Samantha sólo es vocera de la frustración de un país que está aislado de la opinión mundial, ya que sólo ellos votaron en contra a pesar de su influencia en los demás países. Sin duda les pesa saber que Venezuela estará sumada a la erradicación del mundo Unipolar, y para pesar de USA, ni siquiera existe la bipolaridad en el propio Consejo de Seguridad, pues China es una potencia independiente de Estados Unidos y de la propia Rusia.
En cuanto a Venezuela, Lo menos que quiere USA es que nuestro país venga a cuestionar sus prácticas guerreristas que tienen como único fin controlar los yacimientos de petróleo en el mundo. Sabe que Venezuela hará lo posible para que se escuche a la Asamblea en temas como el bloqueo a Cuba o el reconocimiento de todos los países por un Estado Palestino. EEUU sabe que Venezuela no es una de sus marionetas y por lo tanto expresa su inconformidad de la forma más tonta, ya que prácticamente habla al aire pues el único voto en contra fue de él mismo.
Así pues, orgullosos debemos estar en toda Latinoamérica y el Caribe, que Venezuela como su representante, les enseñe al mundo desde el propio Consejo de Seguridad, cómo se lucha por la paz y la salvación del planeta cómo lo ideó nuestro Comandante Hugo Chávez Frías. Sin duda Venezuela contribuirá con firmeza a los cuatro propósitos del Consejo de Seguridad:
· Mantener la paz y la seguridad internacionales;
· Fomentar relaciones de amistad entre las naciones;
· Cooperar en la solución de problemas internacionales y en el desarrollo del respeto a los derechos humanos;
· Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones.
Para colmo de la frustración estadounidense (y de muchos apátridas venezolanos) está el hecho de que Venezuela va a tomar la presidencia de los países no alineados, demostrando en abundancia la aceptación mundial y que no se puede hablar de que nuestro glorioso país esté aislado.
Venezuela, desde su nacimiento ha sido ejemplo para el planeta. De forma contundente y clara se ha hecho sentir. En la actualidad hace lo que siempre ha hecho. Ser una potencia moral y su voz quiéranlo o no será escuchada otra vez en un mundo que necesita de sus palabras y el impulso que dará a los cambios necesarios en un organismo que desde hace tiempo se ha quedado varado en el tiempo y que necesita una revolución para salir de su anacronismo.
¡Viva nuestra República Bolivariana de Venezuela!