Hace algunos días, la Cámara de Representantes del Senado de los Estados Unidos, aprobó por decisión unánime, una legislación que pretende sancionar a 56 de los Funcionarios de mayor rango en el país, la cual posteriormente fue aprobada por Barack Obama. Esto debido a que “presumen que estas personas pudieran estar incursas, en una supuesta violación de Derechos Humanos, suscitada durante los meses que duró la ejecución de las guarimbas en el país, a comienzos de este año”.
¡Otra vez los gringos creyéndose los policías y dueños del mundo! ¿Habría que ver qué Ley Internacional o sobre natural los faculta a emitir sanciones contra funcionarios, más allá de sus jurisdicciones? Allí vemos la prepotencia imperial en su mayor expresión. El proyecto de ley, pretende revocar visas y congelar bienes a las personas incluidas en la mencionada lista, entre otras acciones. Una sanción similar a la aplicada a Muamar Gadafi y a sus ministros hace algunos años que terminó con el robo por parte del gobierno Yanqui, de las riquezas en cuestión.
¿Pero qué motiva a este organismo gringo, a tomar esta extralimitada y abusiva decisión? Primeramente el abuso de su superioridad armamentística y económica. Además, sucede que estos señores realmente creen que el Venezolano es de memoria corta. Razón por la cual argumentan su decisión, asumiendo que con ella castigan a personas que incurrieron en violación de Derechos Humanos durante los sucesos orientados y financiados por la CIA, conocidos como las guarimbas. Con esta decisión absurda, pretenden seguir sosteniendo la mentira de que “El Gobierno Revolucionario asesinó a 43 estudiantes que protestaban pacíficamente, durante los meses de febrero y abril de este año”. Cuando es conocido por todos que esta jornada de violencia, fue un plan golpista llamado “la salida”, aplicado por Leopoldo López, María Corina Machado y otros actores de la ultraderecha asesina venezolana, que pretendió violentamente, dar al traste con el gobierno democráticamente constituido, representado por Nicolás Maduro. Obama debe recordar, que aunque en las protestas participaron estudiantes, estos solo fueron la mampara del espiral de violencia en el que pretendieron hundir al país. Fueron muy pocos los estudiantes detenidos preventivamente por aquellos días. Es de conocimiento público, que se le entregaba dinero a los que participaban en la desestabilización de la Revolución. Y aunque en el gobierno gringo se hagan los locos, está más que claro que quienes violaron todos los Derechos Sociales y Civiles en este país, fueron los mercenarios que participaron en la agresión contra los padres y madres de familia que retornaban a sus casas, luego de su jornada de trabajo.
El cinismo gringo presenta como víctimas de los excesos del gobierno, a los moto taxistas que fueron degollados por las guayas colocadas en las vías públicas por los guarimberos pro yanqui. Igual tratamiento le dan a los (as) trabajadores (as) que alentados por sus derechos y su valentía, intentaron quitar las barricadas de las vías, siendo asesinados desde los edificios por francotiradores. Esos días también murieron personas que no pudieron llegar a establecimientos médicos por el impedimento de los guarimberos. Murió un joven intentando manipular un mortero rudimentario para lanzar explosivos a los Cuerpos de Seguridad. El explosivo le estalló en el pecho, causándole la muerte. Otras personas fueron arrolladas por vehículos en esas revueltas. Murió también una joven trabajadora del canal Venevision, la cual fue impactada cuando bajó de su vehículo, intentando llegar caminando a su casa. De igual manera se reportaron 6 muertes entre los Funcionarios de la Seguridad del Estado. En resumen 43 Venezolanos abandonaron este mundo, inesperadamente durante esos días. Incluso unos de los convocantes a las protestas, el Señor Leopoldo López, pudo haber sido asesinado por sus benefactores, si no es porque los Cuerpos de Inteligencia del Estado detectan a tiempo los planes asesinos.
Después de muchos meses de espera, la Justicia Venezolana ha dado muestras de tomar medidas en contra de los actores intelectuales de estas muertes. Esta situación ha generado una reacción desvergonzada en los titiriteros del norte. Al ver que sus peones en el país serán encarcelados, intentan poner presión en el Gobierno, con la “lista de sancionados”, buscando lograr beneficios para sus privilegiados vasallos. Cosa que no debe suceder, por respeto a los familiares de las víctimas. Y al mismo tiempo, buscan presentar al país ante el mundo, como una nación desenfrenada, irrespetuosa de los Derechos Humanos y de las Leyes Internacionales.
Como era de esperarse, Capriles principal beneficiario de los dólares gringos, emitió una excitada declaración, donde deja ver a simple vista la sumisión lambiscona a sus amos. Como no es opositor sino, empleado de los gringos y mantiene su creencia de que Venezuela sigue siendo el patio trasero de sus jefes, se regocija y se siente acariciado frente esta intervención extranjera. Esperando que en algún momento los gringos le hagan entrega del “Virreinato de Venezuela”. Este apatrida, debería revisar cómo se comporta la oposición a Putin en Rusia, la cual es muy distinta y distante a su zalamería.