Su atención por favor, un loco anda suelto


Cuando niños, nos asustaban con un supuesto loco, más creciditos jugábamos a darle un susto de loco, a otros niños. Cuando jóvenes hacíamos loqueras. Cuando adultos con frecuencia nos hacemos los locos, pero también hacemos locuras. En fin, la locura tiene adaptaciones. El problema es cuando la locura está rodeada de medios para hacer terribles daños, cuando los locos tienen poder, así sea prestado. A este loco fanático, basta con que se mueva un trapo rojo, para ordenar destrucciones.

El loco a quien hoy queremos hacer referencia, no es un loco cualquiera. Dice dar zanahorias y si no las consumimos nos dará un garrotazo. Tiene una mirada de loco con la que sabe esconder la mentira. Camina con altivez, para ocultar que ante sus amos vive de rodillas. Con facilidad ofrece, lo que sabe que no cumplirá, se muestra negro, pero es el peor blanco. Amenaza con torcer el brazo, porque por experiencia propia el suyo gira 360 grados. Fue la esperanza negra, pero resultó el azote blanco. Habla con pausa, porque no debe olvidar lo que le ordenan decir. Amigo lector ya tendrá usted ubicado el personaje. Sus propios ciudadanos críticos, a pesar de que la mayor parte de su población está profundamente alienada y enajenada, y los gobiernos son bárbaros, dicen que es el peor presidente de las últimas centurias. En fin esta cosa, que llaman personilla, nos amenaza. Bien puede meterse su amenaza por donde no le llega el sol.

Desde La Constitución de Filadelfia de 1776, el poder “gringo”, ha encontrado excusas momentáneas, para justificar sus fechorías. Disfrutará usted amigo lector, de conocer la cantidad de auto atentados, “falsos positivos”, mentiras, y acciones crueles como El Maine, Pearl Harbor y Las Torres Gemelas, en donde no tuvieron impedimentos éticos, para asesinar a sus propios ciudadanos, con tal de conseguir el objetivo deseado. Son capaces de asesinar un bebe y comerse su corazón. Han destruido ciudades enteras, liquidando patrimonios de la humanidad, para luego por negocio, reconstruirlas. Han hecho de la guerra el gran negocio del planeta, seguido por la actividad petrolera, bancaria y las drogas. En todas mandan sus amos. Lo de imperio del mal, les queda pequeño. Calículo y Nerón son niños de pecho al lado de estos locos asesinos. No resulta extraño que muchos soldados enviados a tierras lejanas, a matar personas que jamás conocieron, y que nunca le han hecho daño, terminen suicidándose. Es que este loco contagia su locura.
Este pedazo de loco al que nos referimos, vive en una lujosísima casa que no es suya, en donde la mayoría de sus inquilinos transitorios, han sido simples monigotes del verdadero poder económico que sí gobierna. Viaja por tierra en un vehículo que llaman “La bestia”, lo que calza muy bien con lo que es él. El asunto está, en que la presencia de este loco en el sitio señalado, coincide con una profunda crisis estructural del modelo que lo alimenta. Cual fiera acorralada y herida, puede mover la descomunal fuerza que tiene el imperio, y puede hacer estremecer todo el planeta si se lo proponen. He aquí el peligro de las locuras de este loco.

Los facultos del caso, no requieren de muchos exámenes para dar un diagnostico, basta con seguir su conducta para declararlo más loco que al “caballero de la triste figura”. Pero este inmortal personaje, “vivió loco y murió cuerdo”, mientras que este negrito que siempre ha sido un trepador de oficio y un incondicional por convicción, políticamente ya está muerto. Le espera la marca de la historia como asesino.

Claro que la humanidad ha tenido extraordinarios locos, ganadores de la inmortalidad, pero es que este loco, no solo no trascenderá a su muerte, sino que se le recordará como el loco, cuya frecuente manía era ordenar asesinatos, y si eran en masa mejor, no importando ni sexo ni edad. Aplaude y salta de alegría, cuando sus fieras asesinas aéreas, destruyen escuelas y matan niños. Cuantos asesinatos selectivos habrá ordenado este negrito, entre ellos el de nuestro amado Comandante. Con cuanto gusto le cobraríamos éste último hasta en la bilis.

Qué pena que el mundo pueda depender de la orden de un loco. En verdad, el verdadero poder, sabe buscar o construir, personajes genuflexos, miserables, mentirosos, que no les tiembla el pulso para la maldad. Pero estos locos, se puede equivocar, y en estas equivocaciones anda el negrito loco, que cree que Venezuela es Libia o Ucrania o Yugoslavia. No conoce la intensidad del rojo indómito aborigen, bolivariano, zamorano y chavista que corre por nuestras venas. “Nuestra América”, será el cementerio de estos locos y sus amos.
Rafael Bolívar.

 



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Jesús M. Vivas

Profesor Universitario con 45 años de servicio docente. PhD en Historia, egresado de la Universidad Complutense de Madrid. Más de 700 Artículos publicados a nivel nacional e internacional, mas de 60 años en la lucha revolucionaria, soy Jesus "Chucho" Vivas

 jesusm_vivas@hotmail.com

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