Cuando existe el peligro de que fuerzas extranjeras puedan violar la Soberanía, en este o en cualquier país del mundo, es absolutamente obligatorio que los nacionales e incluso los no, pero que residen en el país agredido, cierren filas en defensa de lo más sagrado que un país tiene y debe preservar.
Después que hemos sido declarados una amenaza para el imperio, no por otra razón que el enorme temor por el avance del renacer socialista en el mundo, desde que la Revolución Bolivariana ha demostrado con hechos ser la única alternativa al infierno, representado por el capitalismo es este proceso, acoplado a las diversas características de los pueblos que lo han venido adoptando, lo cual ha sido tomado tan en serio por el imperio, que ve cómo cada vez más pierde terreno considerado fértil para sus pretensiones hegemónicas, procede a dar el paso que todos conocemos, que ya deja de ser una amenaza latente para pasar a los hechos y llegar a lo más cerca que se puede de una agresión armada.
Si el pueblo todo no se aglutina y aquí, lamentablemente eso no ha sido posible y vemos como a través de las redes y en declaraciones de voceros de la derecha, hay quienes osan cuadrarse, incluso por omisión con los agresores, simple y llanamente, incurriendo en el delito más grave que nuestras leyes y la Constitución prevén que es el de TRAICIÓN A LA PATRIA.
Pero esto que desgraciadamente sucede, ya se podía predecir sin equivocación, aquí tenemos una oposición apátrida, lo hemos visto cuando marchan con los símbolos patrios de los Estados Unidos y la bandera nacional, con siete estrellas, lo hemos visto por las redes cuando casi a punto de orgasmo manifiestan su alegría por lo que ya es inminente y que venían ligando desde la misma llegada de la Revolución, que es una intervención extranjera como única vía para lograr accesar al poder, pues están convencidos de que por falta de pueblo, no podrán hacerlo por las vías que la Constitución establece.-
Esa gente en otra demostración de disociación ha perdido la capacidad de raciocinio, porque: ¿cómo es posible que no reflexionen sobre lo que es una verdad del tamaño del pico Bolívar, que es, que en un ataque militar, es imposible que el ejército agresor pueda discriminar a quien mata y a quien no, aun si los enemigos internos de la patria se uniformaran como medida para que un misil o una bomba no les toque?
Ya el mundo entero ha sido testigo de lo que ha sucedido y sigue sucediendo, donde el policía del mundo ha metido sus garras belicistas, han muerto y están muriendo miles de seres inocentes que son denominados por los invasores “daños colaterales”.-
Ahora bien, en cada comunidad, cada quien se conoce y sabe perfectamente quienes son los traidores y donde están, deben ser denunciados y castigados con todo el peso de la Ley y por cualquier medio neutralizarlos, para que no actúen como seguramente están dispuestos a hacerlo, en apoyo a las fuerzas invasoras.-
Es doloroso aceptar esta realidad, que no es otra que la confirmación de que en este país tenemos una oposición apátrida, lo cual quedó comprobado cuando niegan su voto en la Asamblea Nacional en apoyo a la solicitud de una Ley habilitante que le dé poderes especiales al Presidente, para tomar medidas que puedan enfrentar los gravísimos peligros que se nos pueden avecinar, si se materializan las amenazas de, por la vía militar “torcernos el brazo” para que hagamos lo que al imperio le dé la gana, en su voracidad por apoderarse de nuestros recursos como lo han hecho en otros países del mundo al cual creen su propiedad exclusiva.-
Hay también quienes se han tomado a burla lo que sucede, es el caso de quien pretendió ser presidente para vergüenza nada menos y nada más que de la Patria de Bolívar y Chávez, esa gente no piensa que bien pueden ser los que primero muerdan el polvo si los ataques se llegan a materializar, bien porque se encuentran en el área de fuego de los agresores o porque el pueblo los tiene bien identificados y monitoreados y como ya lo tiene decidido, van a ir por ellos antes de que cual cobardes logren huir a cobijarse en el imperio o en algún país de los que aún existen en el mundo y que se han arrodillado ante la bota imperial.